Los Angeles Lakers están en una encrucijada y ya saben que LeBron James estará varias semanas de baja. La lesión en el tobillo, una torcedura por contacto con un rival, acostumbra a tener un período de recuperación de varias semanas, entre tres y cuatro, y los cálculos más optimistas apuntan a un retorno a mediados de abril.
A sus 36 años, y con el título en juego, los angelinos optarán seguramente por tomar la vía segura y reservar al máximo a un James que durante su trayectoria ha tolerado el dolor en más de una ocasión.
El otro día, el jugador apareció con una bota ortopédica para poder caminar por su propio pie y acompañar al equipo en la derrota ante los Suns.
Lo más probable es que LeBron, debido al calendario compactado de la temporada de la pandemia, se pierda más de diez partidos con L.A., un hecho que solo ha ocurrido otras dos veces en su carrera de 18 años en la NBA.
La pérdida de James podría alargarse entre 12 y 16 partidos, según los cálculos de ‘The Athletic’ tras hablar con fuentes de la franquicia angelina.
Mientras tanto, Anthony Davis todavía tiene una semana más de recuperación hasta su retorno previsto a la competición. Sin sus dos estrellas ni un Marc Gasol que debería estar a punto de volver, el entrenador Frank Vogel ya ha dicho que los Lakers van a remover un poco el mercado de traspasos para encontrar soluciones.
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