Los Miami Heat intentaron ponerles las cosas difíciles a Los Angeles Lakers y realizaron un admirable esfuerzo luchando hasta el final del segundo partido de las Finales NBA, un choque en el que no lograron romper el muro de dobles dígitos que construyeron una vez más, a base de excelencia en el juego, LeBron James y Anthony Davis. Los Lakers vencieron finalmente por 124-114 y ponen el 2-0 en la eliminatoria sin haber pasado todavía ningún apuro serio.
El dúo de L.A. dominó la narrativa del encuentro con 65 puntos combinados, en otro partidazo de ambos jugadores que sigue poniendo difícil la discusión sobre un hipotético MVP de las Finales. LeBron terminó con 33 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias, mientras que la ‘Ceja’ volvió a maravillar con 32 tantos y 13 rebotes en una magnífica serie de 15-20 (75%) en tiros de campo.
Los números de ambos, de hecho, les catapultaron de cabeza a la categoría de grandes duplas que han vestido de oro y púrpura. Los últimos astros angelinos en acumular más de 60 puntos en un partido de playoffs fueron Shaquille O’Neal y Kobe Bryant en 2002.
Los Lakers llegaron a gozar de 18 puntos de ventaja a mitad del tercer cuarto, un período que dominó de cabo a rabo, con 15 tantos de todos los colores, un Davis pletórico en estas Finales, las primeras de su carrera. Miami, a pesar de todo, intentó trenzar una de sus características remontadas. La chispa nació de un bronca del veterano Udonis Haslem al banquillo, pero demasiados factores jugaron en contra de Miami por segunda noche consecutiva.
La excelencia del dúo estelar de los angelinos fue uno de ellos, pero también la pérdida irremediable de dos pesos pesados para el conjunto de Erik Spoelstra como Bam Adebayo y Goran Dragic, ninguno de ellos todavía descartado al 100% para lo que resta de Finales. Una vez más, Jimmy Butler lideró el noble esfuerzo de los Heat con 25 puntos, 8 rebotes y 13 asistencias.
Resumen del segundo partido de la Final
La estrella de Miami lideró como mejor sabe, motivando y repartiendo protagonismo hacia los menos habituales de la rotación, que sacaron pecho en el encuentro. Kelly Olynyk, por ejemplo, fue la sorpresa más disruptiva de los Heat con 24 puntos, 9 rebotes y 2 asistencia
s, mientras que Tyler Herro se estrenó como titular con 17 tantos, 7 rebotes y 3 asistencias.
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En la faceta ofensiva, el encuentro de Miami fue más que digno, pero fue en defensa donde no supieron como solucionar el rompecabezas de L.A., que siempre supo contestar las propuestas tácticas de Spoelstra y su célebre zona en estos playoffs gracias al buen trabajo del cuerpo técnico de Frank Vogel y su extensión sobre la pista, un Rajon Rondo que sumó 16 puntos y 10 asistencias con 3 de 4 en aciertos desde el perímetro.
Lo del base veterano es de traca, y tras perderse el inicio de los playoffs después de romperse el pulgar en la reanudación del curso en la burbuja, se ha convertido en el tercero de a bordo de estos Lakers que navegan con viento a favor y sin demasiada marejada hacia su 17º campeonato de la NBA.
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Al contrario que en el primer encuentro, los Lakers empezaron castigando con Dwight Howard en la pintura, aprovechando la baja de Adebayo y la fragilidad de un Meyers Leonard sobrepasado. Rápidamente, sin embargo, volvieron a abonarse al tiro de tres, aunque la apuesta no les cundió tanto como en el encuentro inaugural de la eliminatoria.
En total, los angelinos lanzaron 47 triples, récord absoluto de unas Finales NBA. Enchufaron 16, cinco más que unos Heat que lucharon de tú a tú con unos recursos claramente disminuidos. A Miami no le está ayudando que Duncan Robinson, su segundo tirador más fiable después de Herro, no haya encontrado todavía la muñeca en las Finales: 9 puntos y 2 de 7 en triples.
La sensación fue que Miami sacó a relucir todo su carácter y empeño, ejemplificados en el tremendo tapón que Kendrick Nunn, desde su 1,91, le metió a un AD gigantesco (2,08).
Ni con estas fueron capaces de frenar a los Lakers en su momento más frágil del encuentro. En definitiva, el ímpetu de LeBron y Davis, colosales e imparables en este cierre de curso, es demasiado para la plantilla de los Heat.
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