Las personas que ya vivieron en carne propia la destrucción que puede dejar un fuego comparten las lecciones que aprendieron.
Un negocio de tarimas que fue destruido por las llamas hace unos meses tuvo que empezar de cero, pero no sin implementar varios cambios.
“Nunca crees que te puede suceder porque piensas que el Departamento de Bomberos te puede proteger de un incendio pequeño,” dijo Franciso Ramírez quien vio 26 años de sacrificios y mucho trabajo reducidos a escombros, cenizas y chatarra.
El primero de agosto, el incendio comenzó como un pequeño incendio de maleza cerca de la preparatoria de San Ysidro. En cuestión de minutos alcanzó varios negocios.
Por fortuna en dos semanas lograron levantarse y empezaron de cero, pero esta vez con una serie cambios para evitar que la pesadilla se repita:
“Organizamos el almacenar el producto de tal manera para dejar un acceso alrededor de la propiedad y crear salidas de emergencia”, dijo Ramírez.
Uno de los obstáculos que tuvieron los bomberos para combatir las llamas fue la falta de puntos de acceso ya que se encontraban obstruidos.
Hoy el negocio luce libre de todo tipo de objetos almacenados que les permite dejar espacio entre cada pila de tarimas.
“Un lugar muy amplio para que los camiones puedan tener acceso directo a los callejones”, dijo Ramírez.
Además, ahora cuentan con extintores de incendios y en los días de alto riesgo aprovechan para inspeccionarlos y colocarlos en distintos puntos de la propiedad.
Si quieres más información de cómo preparar tu negocio, residencia y a tu familia en caso de incendio visita el siguiente enlace que contiene una guía completa de FEMA sobre las zonas de riesgo de fuegos forestales.