Un animal competitivo como Charles Leclerc, un auténtico depredador, cuando está herido, es todavía más peligroso. Y desde hace una semana, con una enorme espina clavada por lo sucedido en Singapur, el monegasco tenía puestos sus ojos en la clasificación de este sábado. Como un felino, sin perder la compostura en los momentos previos de ir a la caza de su presa, llegaba a Rusia calmado. Rectificó públicamente para pedir disculpas al equipo por sus quejas de la última carrera. Dijo que tenía que aprender a callar en momentos de tanta tensión. No más palabras. Sabía que la mejor manera de resarcirse de todo lo ocurrido era expresándose de la mejor forma que sabe, a través de los versos que recita con sus manos en pista. Versos agresivos, pero a su vez, entonados con una contundencia y frialdad que dejan helados a cualquiera. Y así, recitó otra gran obra maestra en forma de qualy que acabó con la palabra pole, mágica ya para él, y un grito de alegría con muchos significados.
El monegasco se impuso de forma espectacular a Hamilton (2º, a 0”402), Vettel (3º a 0”425) y Bottas (4º a 0”682) sin que se le apreciara síntoma de duda alguno. En territorio Mercedes y, sobre todo, volvió a dejar claro quién es el jefe en Ferrari a una vuelta. Volvió a aplastar a Vettel. Lo ha hecho de forma continuada durante todo el fin de semana, como gota china, para imponerse sin dar síntoma alguno de duda. Le superó en su primer intento de Q3 por tres décimas, y terminó por todo lo alto rebajando su crono una décima mientras Vettel no lograba progresar y se hundía, viendo como Hamilton lo superaba en el intento definitivo.
Ya son 9 carreras consecutivas en las que el piloto de 21 años se impone al tetracampeón del mundo en clasificación, esta vez, para sumar su sexta pole de la temporada. El que más tiene en 2019, con Hamilton y Bottas con cuatro en su haber. Todo, con el objetivo de culminar el trabajo que su propio equipo le impidió acabar desde lo alto del podio hace 6 días. En Rusia, el ‘Principino’ quiere convertirse en Zar este domingo y tiene todas las papeletas para hacerlo.
Ya avisaba el viernes. Su mejor arma no era su velocidad a una vuelta, era su ritmo de carrera. Y después de hacer la pole, Charles quiere confirmar dichas sensaciones en la carrera de este domingo con la que sería su tercera victoria del año.
El progreso del Ferrari tras el nuevo paquete introducido en Singapur ha sido enorme. Le ha permitido retar de forma tremenda a los de Brackley en un trazado en el que siempre han ganado desde que éste se incluyera al calendario de la F1 en 2014. Esta vez, Hamilton pudo evitar el doblete de los de rojo para intentar batallar con Charles en medio de las dos manchas rojas. Lewis no se rinde pese a la superioridad de los italianos y promete guerra.
Sainz, pletórico, saldrá quinto
“Esta fin de semana va a ser difícil. Parece que vamos a sufrir”, decía el viernes Carlos Sainz, después de una primera jornada de libres en la que sufrió problemas de agarre y en la que el McLaren, con su nuevo paquete aerodinámico que tan buenas sensaciones dio en Singapur, no lograba ser tan veloz como en el Marina Bay en el tercer sector del trazado ruso. “Aunque mejoremos, será complicado”, repetía el español, que sin embargo abogaba por “agachar la cabeza” y encontrar soluciones junto al equipo. Así es Carlos, inconformista, y esa es la clave de sus éxitos como líder de la zona media de la general de F1. McLaren logró progresar y mucho de un día para otro y eso se notó en la FP3, en la que el español y su compañero Lando se metían en la pelea por estar entre los 10 primeros. No obstante, Carlos aseguraba que necesitaba “una vuelta perfecta” para estar en Q3.
Antes del último intento de Q2, el sexto, que era Gasly, y el décimo, que era Carlos Sainz, estaban en la misma décima. El sexto clasificado y el 13º estaban separados tan solo por dos décimas. El español no andaba equivocado. Necesitaba una vuelta perfecta para estar en Q3. Un pequeño error, por mínimo que fuera, le podía dejar fuera. Pero no falló, clasificándose para entrar en la Q3 en octava posición, justo detrás de Lando.
Con la ausencia de uno que debería ser fijo en la Q3, el Red Bull de Albon, que se había chocado contra el muro en la Q1, la máxima posición a la que aspiraban los McLaren era la sexta, aunque la pelea por dicha plaza iba a ser encarnizada entre los dos Renault, el Toro Rosso de Gasly, el Haas de Grosjean, y los coches de Woking. Y finalmente, en el momento decisivo, el español se saltó una vuelta mágica de la chistera para finalizar sexto. Así, el madrileño saldrá quinto aprovechando la sanción de 5 plazas de Max Verstappen, que fue cuarto.
Tras tres abandonos consecutivos fruto de problemas que no tienen nada que ver con Carlos, tras perder muchos puntos por cuestiones ajenas, el español espera por fin acabar con dicha mala racha y puntuar a lo grande de nuevo este domingo en Rusia.
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