El Atlético de Madrid volvió a los entrenamientos este lunes 26 de septiembre. Lo hizo en sesión vespertina, en la Ciudad Deportiva del Cerro del Espino de Majadahonda, tras dos días concedidos de descanso concedidos por Diego Pablo Simeone.
El parón por compromisos internacionales le ha venido bien al cuadro colchonero para recuperar efectivos. Por ejemplo, entre los lesionados, tanto Stefan Savic como José María Giménez, se han recuperado de sus respectivas lesiones. El montenegrino de una lesión muscular que le apartó seis partidos del equipo y el uruguayo de un problema lumbar que le dejó fuera tres.
Aún así, aún quedan un par de compañeros que todavía están con sus respectivas recuperaciones. Uno es Thomas Lemar y el otro es Sergio Reguilón, último fichaje colchonero en el pasado mercado de verano.
El jugador galo se lesionó contra el Celta de Vigo, partido en el que se marchó al descanso y desde entonces no ha vuelto a entrenar con el resto del grupo quedándose fuera de la convocatoria de Champions League contra el Bayer Leverkusen y posteriormente ante el Real Madrid, por una contractura muscular.
Este lunes 26 de septiembre ya se le pudo ver en el césped, entrenando junto a uno de los recuperadores. Y se le vio forzando, dando saltos largos para probar la musculatura, así como tocando balón. La idea con él es que esté listo para el choque ante el Sevilla del próximo sábado 1 de octubre. Ese es el plan del cuerpo técnico y del propio jugador, aunque dependerá de cómo responde en estos días que quedan. Hay optimismo en torno a su regreso.
REGUILÓN TENDRÁ QUE ESPERAR
El que tiene pocas opciones, por no decir casi ninguna, de estar ya para el choque de este fin de semana es Sergio Reguilón. El lateral izquierdo, incorporado en la última parte del mercado de verano, tendrá que seguir esperando. Recordemos que el jugador se sometió a una intervención quirúrgica poco antes de fichar por el Atlético, por un problema de pubalgia.
Se confiaba en que estuviese listo al acabar el parón por compromisos internacionales, pero de momento hay que esperar. Generalmente, este tipo de intervenciones tienen un tiempo estimado de recuperación en torno a un mes. El jugador está en esos plazos. Lo que sucede es que se trata de una intervención cuya recuperación depende en gran medida de las molestias y sensaciones de los pacientes, con lo que cada caso tiene un porcentaje de singularidad que hay que tener en cuenta.
En cualquier caso, el madrileño está en la parte final de su recuperación. Lo normal sería que necesitase al menos una semana más, como poco. Es decir, que no estaría para el choque ante el Sevilla, seria duda para el de Champions ante el Brujas; y el horizonte más razonable sería la cita ante el Girona del 9 de octubre. Pero ya decimos que dependerá de cómo vaya la recuperación.