Es sencillo ver quién tiene ganas de dar un paso adelante y quién no la tiene. En el caso del
Atlético de Madrid
, de sus jugadores, los sacrificios personales que realizan los futbolistas marcan un poco el carácter y las ganas de triunfar que poseen. Es el caso de Thomas Lemar.
El internacional galo sabe que se juega muchísimo en la temporada que sea avecina. Tanto como para haber adelantado su pretemporada, por así decirlo. El futbolista se incorporará esta semana a la preparación con el primer equipo colchonero, pero lleva ya casi una semana ejercitándose como si estuviera ya con el Atlético.
Normalmente, el cuerpo técnico colchonero entrega unas pautas de alimentación y actividad física a los jugadores para que lleguen a la pretemporada con una base que ayude a que no sufran tanto y para poder trabajar al máximo lo antes posible. Pero en el caso de Lemar, su entrenamiento va más allá de las pautas establecidas.
Desde hace casi una semana, el futbolista apura sus vacaciones en Caen, Francia, equipo al que llegó desde su Guadalupe natal siendo sólo un adolescente. No ha sido casual su elección porque ahí se encuentra un preparador físico de su confianza que está siendo su guía en esta puesta a punto.
Una puesta a punto muy exigente en la que se le ha podido ver trabajando ejercicios de fuerza, de explosividad, de equilibrio, de resistencia, subidas de cuestas y escaleras… ejercicios con balón. Vamos, todo lo que se va a encontrar cuando de nuevo se ponga en manos del Profe Ortega.
UNA TEMPORADA DECISIVA
En el caso de Thomas Lemar parece no haber duda de que no está dispuesto a bajarse del tren ganador al que se subió en la temporada pasada. Y eso que en la presente tendrá más competencia porque se supone que Joao Félix recuperará el nivel que no pudo tener a cuenta de las lesiones que marcaron su temporada. Por ejemplo. O en caso de que el Atlético acabe firmando un delantero con un perfil más alto -caso de Griezmann, por ejemplo,
También tendrá presión porque en los últimos partidos del equipo colchonero en el curso pasado, que no pudo jugar por lesión, Simeone acabó adelantando a Carrasco a posiciones de ataque y el belga fue de los mejores. En esa circunstancia la competencia para los puestos de la banda y de la delantera, con Suárez, el ‘9’ que llegue, Joao Félix, Correa -clave en la última parte del curso-, Carrasco y Llorente (más el propio Lemar), será feroz.
En el curso pasado, tras un inicio mediocre en el que el jugador estuvo a punto de salir por su rendimiento, se le daba ya por perdido, protagonizó una de las historias de recuperación más interesantes de los últimos tiempos. Para acabar jugando 36 partidos, 1.627 minutos, con 21 titularidades, dos goles y cuatro asistencias.
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