El Eibar cerró la ventana estival del mercado de fichajes con 25 futbolistas en su primera plantilla. Una lista larga en la que están llamados a convivir roles antagónicos. Están los indiscutibles, véase Dmitrovic, Oliveira, Expósito o Inui, jugadores que rara vez se caen del ‘once’ cuando están disponibles. Junto a ellos, los que entran y salen de la alineación en función de momentos de forma, rivales o bajas. También los recién llegados, que luchan por hacerse un hueco en alguno de estos dos vagones. Por último, el vestuario armero también acoge a futbolistas obligados a aguardar su momento, a trabajar con paciencia a la espera de acontecimientos.
Además del guardameta suplente Yoel y el lesionado Cote, son dos los futbolistas que no han tenido minutos en este arranque de competición: José
Antonio
Martínez y Roberto
Olabe. Tras dos cesiones al Granada, el central no tiene hueco en los esquemas iniciales de José
Luis
Mendilibar. En el caso de centrocampista, el club le buscó salida hasta el banderazo final del mercado sin conseguirlo, por lo que trabaja para intentar ganarse un sitio.
Ambos parten con desventaja en los planes del técnico de Zaldibar, al igual que Quique
González. El ariete vallisoletano llegó el pasado verano como uno de los fichajes más caros de la historia del club (el Eibar pagó 3,5 millones el Deportivo por su traspaso), pero su rendimiento en su primera temporada no alcanzó las expectativas. Pese a que en la última pretemporada fue el pichichi del equipo con tres tantos, el club intentó buscarle acomodo en el mercado y liberar su ficha, sin éxito.
En este arranque liguero ha disputado 74 minutos divididos en tres encuentros. La llegada de Muto y el buen arranque de Kike
García le complican las cosas, al menos en estos primeros compases de competición.
Son los tres jugadores que parecen más lejos del ‘once’ de Mendilibar, aunque la temporada es larga y las tornas pueden cambiar, más si cabe en un curso en el que la incertidumbre será compañera de viaje habitual.
La situación de Martínez, Olabe y Quique
González tiene similitudes a la vivida, por ejemplo, por futbolistas como Correa o Soares el curso pasado. El lateral derecho estuvo trece jornadas sin jugar, desde la tercera hasta la 16 y, tras el confinamiento, se convirtió en un habitual. El portugués, incorporado en el mercado de invierno, no se estrenó hasta después del confinamiento y este curso ya ha sido titular en dos ocasiones. Dos buenos ejemplos para tres futbolistas a los que les toca remar en la sombra
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