El riesgo de sufrir lesiones musculares ha sido señalado de manera unánime por muchos expertos como uno de los mayores obstáculos a superar por los futbolistas en su vuelta a los entrenamientos y a los partidos tras un parón de dos meses.
Pese a que todos han seguido en sus propios domicilios una serie de rutinas físicas marcadas por los preparadores de sus respectivos equipos, la musculatura se ha visto resentida por la falta de un trabajo específico como el que se realiza en los entrenamientos en el campo.
Los expertos avisan del precio a pagar por el esfuerzo que se exige tras dos meses de parón
Y las primeras semanas de preparación no han hecho más que dar la razón a las citadas opiniones. Diariamente han ido apareciendo noticias de lesiones musculares que requerirán, en el mejor de los casos, entre 2 y 3 semanas para su recuperación y en el peor, darán por finalizada la temporada para sus protagonistas. Percances que se cobrarán un alto precio en forma de partidos perdidos por sus protagonistas.
Entre estos últimos, el costamarfileño del Everton, Philipe Gbamin, que sufrió esta misma semana una lesión en el tendón de Aquiles que le dejará fuera de juego por espacio de seis meses. La mitad de tiempo estará fuera de juego por la lesión que sufrió el 20 de mayo el central argentino del Villarreal Funes Mori: el parte médico habló de rotura en el tendón directo el recto anterior de la pierna derecha, que le obligó a pasar por el quirófano y a un parón de tres meses.
A nivel doméstico, uno de los clubs más perjudicados por este tipo de percances ha sido Osasuna: Rober Ibáñez sufre una lesión en el recto anterior de su pierna derecha; Kike Barja, en el bíceps femoral de su pierna izquierda; Moncayola, en el recto anterior de su pierna derecha y finalmente, Rubén García, una sobrecarga en el cuádriceps. Lista a la que cabría añadir a Jorge Herrando, canterano del club, que se rompió el quinto metatarsiano del pie izquierdo en una sesión con el primer equipo el pasado día 22.
Los preparadores reclaman más tiempo para llegar en las mejores condiciones al reinicio de la competición
También el Atlético figura en lugar destacado como damnificado por la vuelta al trabajo. El 25 de mayo el portugués Joao Félix sufría un esguince en su rodilla izquierda que le apartaba. Y pocos días después el argentino Correa, con una lesión muscular en la pierna izquierda, ampliaba los inquilinos de la enfermería colchonera.
A esta relación hay que añadir al granadista Montoro (lesión fibrilar en el recto anterior de su pierna derecha), al celtiña Sergio Álvarez (el meta sufrió una rotura del menisco interno de la rodilla derecha) y al blaugrana Ansu Fati, que no participó de la sesión del viernes a causa, al parecer, de diversas molestias físicas.
Tampoco hay que perder casos internacionales como el de Zlatan Ibrahimovic (con una lesión muscular en el sóleo derecho que descartó los temores iniciales de una rotura del tendón de Aquiles).
El ritmo de partidos, su alta exigencia e intensidad y el calor, factores que aumentan el riesgo de sufrir lesiones
Y en fin, al delantero del Borussia Dortmund, el noruego Haaland: la gran sensación del gol a nivel continental esta temporada sufrió la pasada jornada, en el choque ante el Bayern, un choque con el colegiado que le obligó a retirarse con evidentes signos de dolor en su rodilla derecha. No hubo parte médico pero el nórdico es baja para, de momento, esta jornada.
¿Aviso de lo que se puede venir encima cuando empiece la competición o simple casualidad? La voz de los expertos apuntan más a lo primero, de ahí su reclamación, caída por ahora en saco roto, de disponer de más tiempo para completar una preparación física de garantías: se viene un calendario compactado, exigente y de máxima intensidad, tanto por lo que estará en juego como por la concentración de partidos y altas temperaturas a las que se disputarán.
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