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Lewandowski homenajea al ‘Torpedo’ en la Supercopa


La voracidad de Robert Lewandowski le valió el primer título de su carrera a Julian Nagelsmann al frente del Bayern Múnich. La Supercopa de Alemania citaba al coloso bávaro con su enemigo predilecto, el Borussia Dortmund y una vez más, el delantero polaco fue la máxima expresión de la ley del ex. En el día en el que se homenajeaba a Gerd Müller, legendario delantero alemán fallecido el pasado domingo, Lewandowski demostró ser un digno heredero del 9 del “Torpedo” y con dos goles y una asistencia, sumó la décima Supercopa alemana para el Bayern.

El Dormund contaba con 24.000 aficionados en las gradas de Signal Iduna Park y salió con la idea de desatar una tormenta sobre el Bayern. Su propuesta, con una presión muy alta y tratando de sacar el balón siempre jugado, resultó ser un cuchillo de doble filo. Cuando el balón estaba en las botas de Haaland, Reus o Moukoko, a los bávaros les temblaban las piernas. Neuer tuvo que intervenir varias veces para evitar que se adelantaran en el marcador. Pero cuando era la defensa la que tenía la posesión, el riesgo que asumían helaba la sangre de los espectadores.

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Al Bayern estaba muy incómodo en el centro del campo, incapaz de activar su rodillo característico con el que aplasta a sus rivales, pero también gozaba de las mejores ocasiones gracias a los despistes de los defensores amarillos. Esa danza en el filo duró 40 minutos para el Dortmund. Gnabry encontró una pasarela a la espalda de Passlack y, después de dejar al carrilero con un recorte, puso el balón a la frontal del área pequeña. Lewandowski, que se había quedado unos metros atrás para pasar desapercibido, entró como un cohete y martilleo el balón con un potente cabezazo.

El gol sacudió al Borussia, que salió del descanso aún algo noqueado. El Bayern olió la sangre y consiguió el segundo nada más comenzar la segunda parte. Gnabry cabalgó por enésima vez por la derecha, a la espalda de Passlack y colgó un balón al primer palo con destino Lewandowski. Pero el polaco, en lugar de buscar la puerta, se inventó un taconazo para que fuese Müller el que marcara a placer.

Con 0-2 en el marcador, el Dortmund intentó tirar de orgullo y consiguió recortar distancias con un golazo de Reus desde la frontal. El tanto espoleó a los suyos, pero de nuevo volvieron a pagar un error defensivo, en este caso de Akanji, que no vio la presión de Tolisso y el balón le llegó rebotado a Lewandowski, solo en el área. Mal negocio. El polaco resolvió con mucha sangre fría y cerró la victoria para frustración de su gran rival por el trono goleador de Alemania. Haaland tuvo varias ocasiones pero no estuvo acertado ante Neuer y sumó su quinta derrota en cinco partidos ante los bávaros.

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