El Día-D ya ha llegado para el Tolosa. Después de varias semanas en las que los sentimientos han sido como una coctelera, un cúmulo de emociones, nervios, tensión y ganas a partes iguales, ya está aquí una jornada que resonará con fuerza en el futuro del club urdiña. Porque los pupilos de Ander
Avellaneda, inmersos en una exigente liga de Tercera, se vestirán hoy de corto para recibir al Valladolid en Berazubi (18.00 horas). La cita no tendrá nada de amistoso veraniego, no será un encuentro de preparación al uso. Tolosa y Valladolid estarán frente a frente en un partido de competición oficial, una Copa del Rey que otorga una licencia para soñar.
“Quién nos iba a decir hace cuatro o cinco meses que íbamos a llegar a esta situación. Es un día histórico”. El que habla es Ander
Avellaneda, un técnico que está intentando asimilar de la mejor manera las horas previas a este momento histórico para el club. “Hay nerviosismo pero la sensación que se traslada es como la que pueden sentir los niños cuando llega Olentzero. Los momentos previos, las entrevistas con los periodistas, la gente que nos da ánimos por la calle… todo eso se disfruta”, relata con un punto de emoción.
Quizá por todo el revuelo que se ha generado, Avellaneda confirma que “no tenemos presión sino ganas de hacer bien las cosas. Queremos intentar competir ante el Valladolid y ofrecer una buena imagen”. A partir de ahí, el triunfo tampoco está descartado. “A ver si es posible dar un buen susto”, sonríe.
El vestuario aguarda con ansia el momento de saltar al terreno de juego. “Todos están igual, para los jugadores es una experiencia nueva también. Es gente muy joven que tiene una ilusión grandísima”, desvela el míster, que califica el partido como “una recompensa” y “un premio” para ellos. Del mismo modo, “yo estoy contento por verles a ellos felices. Algunos estarán en el césped, otros en el banquillo y otros, en la grada”.
La convocatoria más difícil
En ese sentido, la convocatoria no le ha quitado el sueño a Avellaneda, aunque reconoce que va a ser una de las listas más difíciles que ha perfilado. “Yo soy de Tolosa, a muchos de estos chavales les conozco desde que eran pequeños y hay un sentimiento diferente. No son desconocidos. Son casi como mis hijos”, revela. Al final, y sabiendo que la intención es “premiarles”, el objetivo de Avellaneda es que “todos tengan protagonismo” entre el partido previo disputado contra el Pontellas y el de hoy.
Por la entidad del adversario, la labor de análisis ha sido algo más sencilla. “Creo que tenemos que centrarnos en lo nuestro. Afortunadamente es un equipo de Primera y tenemos recursos para saber cómo juegan”, relata. Considera que los pucelanos “igual no están en su mejor momento” pero “están compitiendo muy bien” desde que Sergio cogió el equipo en Segunda. “Igual no tienen mucho gol pero son sólidos y cuentan con gente joven y humilde”, desmenuza.
Para empezar, y como las reglas mandan alinear al menos siete jugadores del primer equipo, sabe que habrá muchos quilates sobre el campo. También apunta a Miguel
de
la
Fuente, delantero del filial que es pichichi en Segunda B.
Salir del trabajo y a jugar
Algunos jugadores no tendrán tiempo de asimilar lo que les viene. “Hay muchos que trabajan durante la mañana, como un profesor que sale de la escuela a las cuatro”. Para espantar cualquier miedo y compartir el gusanillo, habrá concentración previa en una sociedad cercana a Berazubi. Normalmente quedan para tomar un café en un bar pero hoy el día pide un pequeño cambio…
Source link