Hubo un tiempo en que ganar a Estados Unidos en baloncesto era una quimera. Ahora, la selección estadounidense suma dos derrotas consecutivas en su preparación para los Juegos Olímpicos y cita los motivos de siempre para justificar sus problemas.
“Estos equipos son experimentados y llevan mucho tiempo juntos”, valoró Damian Lillard sobre los rivales de su equipo. “Nosotros todavía trabajamos para convertirnos en un equipo”. Las palabras llegan tras las derrotas contra Nigeria y Australia en Las Vegas, donde el Team USA prepara su asalto al cuarto oro olímpico consecutivo en Tokio 2020.
Los últimos cinco partidos del equipo estadounidense con jugadores NBA en la plantilla han registrado un récord negativo inédito: tan solo una victoria y cuatro derrotas, las mismas que en los 105 partidos anteriores (101-4).
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Los americanos jamás habían perdido dos amistosos consecutivos desde 1992, cuando empezaron a jugar los profesionales de la NBA con la vista puesta en los Juegos de Barcelona (antes jugaban con jugadores universitarios).
Gregg Popovich, entrenador del combinado americano, apreció una mejora ostensible de sus pupilos y les elogió por una buena primera mitad, sobre todo en defensa. También abogó por la teoría de Lillard: “Tras muy poco tiempo juntos hay muchas cosas por cubrir”.
Según el técnico, hubo otros factores que afectaron al equipo: “Nos hemos cansado, y eso te afecta mentalmente. Allí no hemos sido los mismos. Algunos jugadores tienen que recuperar las piernas, pero en general necesitamos más condicionamiento, lo cuál es totalmente comprensible”.
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Los tiempos anteriores en que el Team USA provocaba pavor entre sus rivales son cosa del pasado, y así lo cree también Lillard: “Es distinto, ahora sales a jugar y todo el quinteto inicial son jugadores NBA que están en rotación”.
Patty Mills y Joe Ingles, por ejemplo, lideraron el triunfo de los aussies anoche con un magnífico partido, y en sala de prensa no se mostraron sorprendidos por su triunfo. “Hemos venido a este partido esperando ganar”, valoró el exazulgrana y actual miembro de los Utah Jazz. “Ellos son un gran equipo, tienen una gran plantilla y a Pop en la banda, pero hemos venido a ganar y esto es lo que hemos hecho”.
“No es la primera vez que el Team USA ha sido puesto a prueba”, zanjó Lillard, estrella de los Blazers y uno de los líderes del conjunto estadounidense. Los estadounidenses apenas tienen unas horas para aprender de los errores, recuperar las piernas y encarar su próximo reto, la Argentina de Campazzo, Bolmaro, Scola y compañía.
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