Llega la digitalización del asesoramiento en financiación sostenible


El alto nivel de compromiso adquirido por gobiernos y grandes compañías con la sostenibilidad requiere de grandes inversiones que los bancos tendrán que sustentar con productos adaptados a cada industria y cliente. El objetivo de que la temperatura global del planeta no ascienda más de 1,5°C para el año 2050, recogido en el Acuerdo de París hace siete años, condiciona la actividad financiera mundial, que se ajusta a los plazos intermedios marcados por los reguladores. Banca y corporaciones empresariales se están alineando con los criterios ESG (en castellano, ASG: Ambientales, Sociales y de Gobernanza) en todas sus actividades, ante un consumidor y un mercado que así lo demandan.

El criterio más desarrollado de los tres es el climático, sobre el que los reguladores se han pronunciado repetidamente con el apoyo de los principales actores bancarios. Más de 100 instituciones financieras mundiales respaldan los Principios de Banca Responsable auspiciados por Naciones Unidas, y 450 se comprometieron a orientar sus carteras financieras hacia el objetivo de París en la Alianza Financiera de Glasgow hacia las Cero Emisiones Netas (GFANZ, por sus siglas en inglés, Global Financial Alliance for Net Zero) de la Cumbre del Clima de 2021. En Europa, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) lanzó su Plan de Acción en Finanzas Sostenibles en 2019, con el mandato de integrarlas paulatinamente en la regulación prudencial de las entidades y obligará a estas, en 2025, a informar de la clasificación y tratamiento de sus activos desde la perspectiva sostenible.

Varios índices internacionales ya clasifican a las grandes compañías en función de sus prácticas ESG. Entre otros, el londinense FTSE4Good, con un baremo específico para la Bolsa española (FTSE4Good IBEX Index), y el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), pero los reguladores trabajan para que los datos que califican a una inversión como verde sean homogéneos y no varíen según su fuente, atendiendo esta reclamación de inversores y consultoras.

Del compromiso a la acción

La conciencia sostenible en los negocios y este cambio de mentalidad en la banca no proceden solo de la presión reguladora. Como explica Víctor Martínez, director de ESG para Banca de Inversión de la compañía NTT DATA para Europa y Latinoamérica, “Antes de 2021 se veía más bien como un aspecto de reputación e impacto regulatorio. Esa tendencia ha cambiado en el último año, y ESG se ha convertido en una oportunidad a incorporar en la estrategia de las entidades financieras”. La pandemia ha acelerado la conciencia de que se necesitan modelos de negocio mucho más sostenibles, y las compañías han pisado el acelerador. “Ya no es un tema reputacional –aclara Martínez– sino una cuestión de negocio sin la que no se podrá avanzar hacia un futuro rentable y sostenible, tanto económica como medioambientalmente”.

Con nuestras herramientas, los bancos pueden ofrecer una asesoría experta en ESG a sus clientes, y eso les da una ventaja competitiva

(Víctor Martínez, director de ESG para Banca de Inversión de NTT DATA para Europa y Latinoamérica)

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Las inversiones que las grandes compañías deberán hacer para cumplir sus compromisos ESG serán financiadas, en gran parte, por la banca corporativa y de inversión. En función de la industria a la que se dedique una empresa y de su ubicación (ya que el impacto ambiental es distinto en cada geografía y sector), la banca será el socio financiero clave que la deba acompañar en su proceso de transición. Apoyándolas con financiación a medida (incluso con descuentos) y productos específicos orientados a la descarbonización, la banca estrechará la conexión emocional (engagement) con sus clientes. Para conseguirlo, las instituciones financieras están abocadas a renovar sus operativas en el análisis de riesgos, la toma de decisiones financieras y el manejo de carteras de valores.

Nuevo modelo de relación entre financieras y empresas sostenibles

Las empresas de cualquier tamaño perciben todo apoyo relacionado con cuestiones climáticas que les pueda ofrecer la banca como un servicio de valor añadido que aporta fidelización y engagement. Las financieras, por tanto, deben actualizarse con datos y herramientas específicas de análisis para poder acompañar a sus clientes corporativos en este viaje, como refleja el informe Let’s Discuss Climate (Hablemos del clima) del Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge.

Aplicando una metodología basada en el estudio previo del posicionamiento y punto de partida de las compañías, ofreciendo simulaciones de sus escenarios de impacto y un análisis prospectivo de su riesgo climático, las compañías pueden prever, con parámetros cuantificables, los efectos que tendrán sus prácticas en la cuenta de resultados, e incluso prevenir la probabilidad de entrar en default (entrar en impagos). El acompañamiento del banco a la empresa continúa con el diseño de un plan financiero de transición bien estructurado y el seguimiento de su cumplimiento sostenible.

La tecnología de NTT DATA permite a las financieras generar escenarios de impacto del riesgo climático, personalizables en función del sector y de la geografía.SmileStudioAP (iStockphoto)Las tecnológicas, ‘partners’ estratégicos

Cualquier transformación (también el viaje a una sostenibilidad auténtica) necesita contar con procesos bien digitalizados y con datos. El ecosistema bancario es uno de los sectores más digitalizados y proclives al uso de tecnologías disruptivas para ofrecer sus servicios. Su socio estratégico natural en este contexto es una consultora tecnológica que aporte información trazable, transparente y certificada para evaluar la sostenibilidad de una inversión. En el asesoramiento y servicios que ofrece la compañía, todo gira “en torno a cómo acompaña el banco a sus clientes en ese viaje y realiza un seguimiento continuo de los compromisos adquiridos”, dice Víctor Martínez, también responsable de Financiación y ESG de NTT DATA.

“Las herramientas que aportamos permiten generar escenarios de impacto del riesgo climático, personalizables en función del sector y de la geografía. Gracias a ellas, los departamentos de ventas de las financieras pueden convertirse en asesores expertos de sus clientes, capaces de cuantificar la inversión que les recomiendan para mitigar o evitar esos impactos. Esto constituye una ventaja competitiva para el banco. También son útiles para las áreas de riesgo de las propias entidades financieras, porque les avisan de la probabilidad de default de un cliente suyo debido a riesgos climáticos en su territorio”. El soporte tecnológico continúa en el área de operaciones de las instituciones financieras, incorporando parámetros ESG a la supervisión del cumplimiento de los acuerdos contractuales y detectando si se producen cambios (regulatorios, climáticos o de otra clase) que aconsejen un giro de estrategia durante su vigencia, afectando a la financiación.

Una compañía especialista en ‘ESG banking’

La consultora NTT DATA es la sexta proveedora de servicios de TI (tecnología de la información) del mundo. Experta en el área de Banca (financiación sostenible, ESG banking y tendencias de inversiones sostenibles), cuenta con 40.000 profesionales en 25 países entre Europa y Latam cuyo trabajo en red pone a todos los equipos multidisciplinares del área al servicio de su base de clientes en la región.

La integración de la histórica Everis en el Grupo NTT es un salto cuantitativo en globalidad y cualitativo en capacidad de visión transversal para las finanzas sostenibles, que tienen un impacto global pero una casuística local. “Además de nuestra capacidad tecnológica, tenemos la ventaja competitiva de un acercamiento mucho mayor para conocer lo que necesitan los clientes de los bancos y, por tanto, cómo tiene que adaptarse la financiación sostenible de los bancos a esas necesidades”, explica Víctor Martínez.

Las tecnologías disruptivas de esta compañía, adaptadas específicamente al sector bancario, generan un valor diferencial. “Además de nuestra capacidad tecnológica y nuestra experiencia en el sector bancario, trabajamos para entidades no financieras de múltiples sectores y regiones y conocemos de primera mano el reto que significa para ellas la transición hacia la sostenibilidad y la financiación de los proyectos de transformación asociados”, resume Martínez. 


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