El mundo de la fotografía amateur se encuentra en el momento más álgido de la historia. Las redes sociales y el conocido como «postureo» inundan Internet en busca de los apreciados likes. Una moda utilizada mayormente por los millenials que se ha extendido por todo el mundo junto a enormes bocanadas de autofotografías más conocidas como selfies. Y es que esta forma de retratarse se ha convertido en una auténtica tendencia mundial por eso los científicos de la científicos de computación de la Universidad de Nottingham y la Universidad de Kingston han decidido ir un paso más allá. Hablamos del selfie en 3D.
De la «foto Tuenti» al «Selfie» en 3D
La evolución de la fotografía amateur se ha incrementado a pasos agigantados durante los últimos años. Antes, solamente echa fotos aquella persona que poseía una carísima cámara reflex. Los años fueron pasando y el abaratamiento de las cámaras resultó ser un auténtico acierto de los comerciantes. Actualmente, los smartphone son capaces de hacer todo lo que deseemos y los selfies se enmarcan como una de las funciones más utilizadas. En este caso hacia un paso más adelante con un nuevo programa basado en la Inteligencia Artificial que es capaz de captar imágenes de la geometría facial en 3D. Todo ello a partir de una sola imagen y sin que tengan que incluirse todas las partes visibles de la cara.
Sin duda, este invento patentado investigadores Universidad de Nottingham y la Universidad de Kingston se enmarca como un antes y un después en la era de los selfies. Una aplicación web en la que cualquier persona puede cargar una única imagen y en pocos segundos tendrá el selfie en 3D que busca. Por el momento, un total de 400.000 usuarios han hecho la prueba y parece ser que la App está dando resultados más que satisfactorios.
¿Cómo es posible?
Esta nueva tecnología se basa en un complejo proceso en el que la Inteligencia Artiffical es la protagonista. Una nueva tecnología basada en la red neuronal convolucional que es capaz de utilizar el aprendizaje de la máquina con la finalidad de que los ordenadores puedan aprender sin ser programados para ello. La tarea de este mecanismo consiste en transformar imágenes convencionales en un selfie en 3D. Algo que solo puede lograrse por medio de una reconstrucción de la geometría facial 3D, un arduo proceso que, de momento, está ofreciendo unos resultados impresionantes.
La clave de este novedoso invento está en introducir la forma de aprendizaje de nuestro cerebro en una App. Es decir, un proceso de autorellenado basado en el avance en el aprendizaje profundo por medio de conexiones neuronales entre las distintas piezas de información. Sin duda, una aplicación que puede cambiar el mundo de la seguridad, los videojuegos y establecer una enorme mejora en el mundo de la realidad virtual.
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