Marcos Llorente vuelve esta tarde a Mendizorroza, un estadio en el que maduró como futbolista durante la temporada 2016-17. Ahora, se enfrentará al Alavés tras haber explotado en un 2020 en el que se ha convertido en un futbolista mucho más completo. Y actualmente es uno de los jugadores del Cholo que tiene más galones sobre el terreno de juego.
No ha llovido tanto desde esa 2016-17 en la que Marcos Llorente despuntó cedido en el Alavés. Un Alavés que fue el equipo revelación de aquella temporada y que terminó jugando la final de la Copa del Rey, que perdió ante el Barcelona. Marcos era intocable en el once de Mauricio Pellegrino. Jugó todo y se convirtió en el futbolista de la Liga que más balones recuperó en todo el campeonato. Unos números que le hicieron regresar al Real Madrid.
Sin embargo en el Real Madrid no terminó de cuajar. Tras una campaña abrupta con tres entrenadores, Solari fue el único que confió en él y el madrileño le respondió en el césped siendo nombrado el mejor jugador de la final del Munidalito de clubes. Sin embargo tras el técnico argentino llegó Zidane y la cosa cambió. El francés le cerró las puertas del primer equipo como en su día le cerró las del Castilla, y tuvo que salir….
El Atlético de Madrid fue su destino. Los colchoneros le ficharon por 40 millones de euros, en un principio se esperaba que fuese el sustituto de Rodri Hernández que en el verano de esa temporada se había ido al Manchester City. Sin embargo en el doble pivote no terminaba de encontrar su sitio a las órdenes del Cholo…. Se pudo ver en octubre de 2019 cuando fue titular en su última visita al Alavés, pero fue sustituido al descanso tras una primera parte discreta…
A pesar de sus escasos minutos, el jugador siguió trabajando y se encontraba encantado porque sabía que estaba aprendiendo algunos conceptos que desconoció de la mano de Simeone. Un ‘rara avis’ como futbolista. Y es que el técnico argentino tenía otros planes para él. “Yo veía que hacía goles, goles, goles… Y un chico que hacía goles había que aprovecharlo, porque el gol es muy importante dentro del fútbol”….
Así que en 2020 le empezó a colocar en el interior derecho. Así llegó su primer gol contra el Valencia al aprovechar un rechace dentro del área. Aunque su explosión llegó en Anfield. Partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League, el Liverpool había logrado el 2-0 que eliminaba a los colchoneros así que todo estaba perdido pero apareció Marcos. Llorente hizo el 2-1 con un disparo lejano y unos minutos después el 2-2 para meter al Atlético en los cuartos de final. La guinda la puso dando la asistencia para el 2-3 a Morata.
Tras aquella actuación la pandemia detuvo el fútbol durante unos meses y todo el mundo se preguntaba si aquellos dos goles eran casualidad o causalidad. Y LLorente dio un paso al frente destacando como delantero, interior derecho e incluso acabando el año estrenó el puesto de lateral. Anotando 11 goles cuando hasta ese momento en su mejor año había hecho un tanto, y repartiendo siete asistencias.
Así que tras el año de su explosión, Marcos Llorente vuelve al lugar dónde maduró como futbolista y demostró que era un jugador válido para la máxima categoría aunque después no lo fuese para Zidane…
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