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Llueve de todo menos goles en San Mamés

La felicidad, dicen, nunca es completa. El Athletic mereció ayer más ante el Villarreal, pero tuvo que conformarse con el empate. La lluvia, por momentos en forma de tremendo aguacero, que se cernió sobre el cielo de San Mamés no tuvo su fiel recompensa a ras de césped, por lo menos en lo que al ámbito rojiblanco hace referencia.

Marcelino tuvo esta vez toda la semana para preparar el partido en condiciones. Al equipo se le vio con las ideas muy claras. Uno de sus principales problemas, a diferencia del pasado lunes en Cádiz, fue que tardó más de la cuenta en activarse.

El tiempo justo, quizá, que necesitó Muniain para activarse y entrar en contacto con el balón. Lo del navarro y Yuri por la banda izquierda fue un auténtico espectáculo por momento. El gol del empate, lógico, nació de un centro lateral del defensa zurdo al que Berenguer, listo y certero, llegó a tiempo de rematar y concretar.

La anterior visita del Villarreal, aunque parezca mentira, coincidió con el último partido con público en las gradas que se ha celebrado en San Mamés. Aquel 1 de marzo de 2020, 36.350 personas se dieron cita en el estadio en un choque dominical que, cómo no, arrancó a las 14 horas. Esa fecha, por cierto, nunca es una más en la centenaria historia de este club.

El mítico Iribar cumple años en el estreno de marzo. 77 aquella vez. Raúl
García, con un tanto de penalti en el segundo tiempo, le dedicó la victoria. Gaizka
Garitano, entrenador entonces del conjunto bilbaíno, apostó en los extremos ante los amarillos por Ibai y Córdoba.

¡Menuda diferencia!

El primero de ellos jugó el pasado lunes en Cádiz sus primeros minutos en la presente temporada al entrar por Berenguer en el minuto 79. El segundo fue cedido al Alavés en el pasado mercado de invierno. Williams, por cierto, fue suplente y Aduriz se pasó todo el choque en banquillo.

Los leones, con aquel 1-0 se cargaron de moral para la vuelta de la semifinal de Copa que le esperaba en Granada cuatro días más tarde. Yuri, cuando todo parecía perdido, firmó el gol que dio el pase a los leones. El 8 de marzo, una semana más tarde, los leones goleaban en Zorrilla por 1-4. Desde aquel día no han vuelto a jugar delante del público. Ni ellos ni nadie.

Esta vez, con las gradas vacías y el césped empapado, el Villarreal supo llevarse un punto.


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