Lluís López volvió a tener minutos el pasado sábado ante la UD Las Palmas ya que en el descanso suplió a Calero en el eje de la zaga. Superado el Covid-19, el joven central se une al discurso del técnico y del vestuario de no lanzar la campanas al aire hasta que el ascenso no sea una realidad. Aunque el próximo domingo, si le acompañan los resultados de Almería y Leganés, el Espanyol, siempre que gane al Málaga, podría ser ya matemáticamente equipo de Primera.
“Estamos un poco más cerca, pero aún no hemos conseguido nada. Estamos en una buena línea, pero hemos de seguir trabajando. Hay que ir partido a partido y esta semana hemos mirar de trabajar para seguir mejorando e intentar ganar este domingo”, ha dicho Lluís este lunes a los medios oficiales del club.
El canterano aboga por mantener la buena racha que propiciaría unos registros históricos de un Espanyol con pie y medio en Primera. Y es que en los últimos 7 partidos ha sumado “seis triunfos y un empate. Hemos de aprovechar este momento para alargar esta dinámica”.
Lluís sí reconoce que el partido de Anduva, donde el Espanyol arañó un empate en el descuento, marcó un antes y un después, pues a partir de ahí el equipo catalán arrancó su sprint con final en Primera División. “No nos fijamos en un único punto de inflexión. Pero es cierto que los resultados han venido así y supimos aprovechar el partido de Miranda para dar un salto y estar en este buen momento”.
Sobre su situación personal, aunque le está costando hacerse con un puesto en el once titular, asegura estar “con mucha confianza, ganas de poder ayudar al equipo y participar. Y con ese objetivo que todos tenemos en mente que es el ascenso”.
Por último ha agradecido el incondicional apoyo de la afición perica, un plus que el grupo nota y valora. “Los recibimientos y las despedidas, como el otro día cuando nos íbamos a Almería, los notamos; les tenemos muy presentes y son nuestra fuerza. Nos dan apoyo y nos ayudan mucho”, ha finalizado.
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