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'Lo llamo genocidio con todas sus letras': Ari Volovich, periodista israelí, denuncia exterminio en Gaza

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El escritor, periodista y cronista israelí radicado en México, Ari Volovich, ofreció en Aristegiu en Vivo’ un testimonio sobre la actual crisis humanitaria en Gaza. Desde su experiencia personal y su mirada crítica, Volovich no duda en calificar la situación como un “genocidio con todas sus letras”, que ha escalado hasta convertirse en un “campo de exterminio” para el pueblo palestino.

El periodista explicó que “esto es exterminio sistemático del pueblo palestino. Y es una limpieza étnica que se ha venido trabajando desde el Nakba, desde 1948”.

Señaló que la negación de esta tragedia es una constante en la sociedad israelí, donde “el palestino es una criatura mitológica que solo existe en el imaginario colectivo”. Frente a un escenario de hambruna masiva y destrucción, Volovich expresó su pesimismo: “Si no interviene bien la Unión Europea o una fuerza mayor, esto no va a cambiar mucho próximamente”.

Volovich compartió sus vivencias y reflexiones sobre la complejidad del conflicto, la propaganda y la resistencia de algunos sectores, especialmente de la juventud judía estadounidense, que comienza a cuestionar el relato oficial. Esta conversación profunda ofrece una mirada personal necesaria para comprender la gravedad del momento que atraviesa Gaza.

Foto: Reuters

Carmen Aristegui: Tenemos esta mañana la posibilidad de conversar con Ari Volovich, escritor, periodista y cronista israelí radicado en México. Es autor de cuatro libros, ha colaborado con medios de comunicación a nivel nacional y ha sido columnista del Chicago Tribune, entre otras cosas. Volovich ha enfocado una parte importantísima de su trabajo periodístico y como escritor en las injusticias derivadas de la ocupación del pueblo palestino. Ari, te aprecio mucho que estés aquí en un momento como este, porque sabemos que es un conflicto histórico, pero que en el tiempo que nos toca vivir se están viendo cosas cada vez más estrujantes. Estamos hablando de lo que algunos llaman ya genocidio en el caso de la Franja de Gaza y lo que está sucediendo. Ari, gracias por estar aquí y bienvenido al programa.

Ari Volovich: Muchas gracias, Carmen, por recibirme y por el interés en el tema.

Carmen: Al contrario. Siendo un ciudadano israelí, ¿cómo ves tú las cosas?

Ari Volovich: Bueno, yo personalmente le llamo genocidio con todas sus letras. Me queda claro que es una catástrofe humanitaria a escalas enormes. Tú lo venías diciendo, que esto no es nuevo, pero si antes Gaza era un campo de concentración, ahora es un campo de exterminio. Con esto me refiero a que a mucha gente le cuesta mucho trabajo entender genocidio, y mucha gente judía, sobre todo, [no] entiende el genocidio de otra forma que no sea en campos de exterminio nazis, que no involucren hornos y que no involucren las indumentarias que ya hemos visto tanto, ¿no? Pero esto es exterminio sistemático del pueblo palestino. Y es una limpieza étnica que se ha venido trabajando desde el Nakba, desde 1948.

Esto se ha exacerbado a raíz del 7 de octubre [de 2023], obviamente bajo el pretexto de los ataques de Hamás. Netanyahu, yo creo que de hecho ni él mismo sabía qué tan permisivo iba a ser el mundo con sus acciones. Ahora la situación en Gaza es de hambruna masiva a un nivel de más del 10% de la población. Y esto es un factor más entre tantos factores de un genocidio. Es un asedio, es una población que vive en una porción, una fracción más chica, es una  cuarta parte de la Ciudad de México, básicamente Gaza en extensión territorial.

Y bueno, mi experiencia como alguien que nació allá y que vivió allá, eso es lo que quería compartir más contigo, porque las cifras las tienes en otros lados. Es nacer en un sistema propagandístico que son las denominadas Hasbará (explicación) que te inculcan desde que naces, ¿no? Desde las canciones del idioma hebreo, que se inventó o se recreó a través de la Biblia para formar una patria, desde la aniquilación más allá de la expulsión de lo que significa el Nakba, la catástrofe palestina de 1948, la expulsión de 750,000 palestinos, más asesinatos masivos también.

Hay una aniquilación conceptual. Yo no sabía, en la escuela no nos enseñaban, no teníamos idea de la existencia de la tragedia palestina. Yo a esto desperté muchos años después – y eso que vendo de una familia de vena izquierdista-, desperté bien al tema ya estando en el Ejército.

Foto: Reuters

Yo llegué al Ejército como muchos israelíes, por inercia, básicamente porque te inculcan esto tanto desde niño que piensas que es una suerte de orden natural, ¿no? Entonces, me acuerdo perfectamente que nos habían separado en dos, me refiero en la base de entrenamiento, y nos dijeron: “Esta mitad se va a Gaza y esta mitad se queda acá”. Y en ese momento me pegó el tema palestino, entendiendo que más bien es un enemigo que me inventaron, que voy a tener que enfrentar de forma real. A mí me tocó la cocina en este caso.

Del otro lado, se levantó un soldado, un compañero, como objetor de conciencia, rehusándose a participar en la ocupación, y yo me vi muy reflejado en él. Ese fue mi primer awakening (despertar) con el tema palestino. Antes de esto los palestinos eran siluetas que estaban en un segundo plano en la realidad israelí. Trabajaban en los trabajos que nadie quería hacer, iban y venían a Gaza y a Cisjordania.

De ahí conocí a un amigo, corresponsal de guerra catalán, y él estaba haciendo un ensayo fotográfico sobre las casas de los expulsados de 1948. Casualmente estaba tomando la fotografía de una casa afuera de mi pueblo natal, Ashdod. Yo había pasado por ahí millones de veces antes y en ese punto era como caminar en un campo de amapolas, hasta que no ves la primera no ves todo el campo. Y en ese punto empecé a entender la tragedia palestina y esta negación.

Foto: Archivo EFE

Todo esto es para explicar la negación con la que vive gran parte de la población israelí, pensando que el palestino es una criatura mitológica que solo existe en el imaginario colectivo, ¿no? Como un enemigo unidimensional, que no es más que el enemigo. No sé si puedo compartirte una anécdota que es muy ilustrativa de este tema.

Ari: Estando en mi pueblo natal, en un asado en casa de mi tía, todos sentados. Esto fue en 2006. Ashdod está a 30 kilómetros de Gaza, así que se siente algo de las olas expansivas de los bombardeos. Yo estaba escuchando esto y le decía a mi tía: “Oye, ¿no escuchas lo que está sucediendo?” Me dice: “¿De qué hablas? Si eso es el viento”. Y esto es muy representativo de gran parte de la población israelí.

Carmen: “El viento, ¿de qué hablas?” Es el viento. Qué tremendo.

Ari: De ese tamaño es la negación. Luego, sucedió el asesinato de Isaac Rabin, que fue muy emblemático de la situación, porque eso generó la denominada fuga de las mentes, de la disidencia intelectual de Israel. Y a partir de ese momento se perdió mucho la esperanza y la disidencia importante del país. Sigue habiendo una pero es minúscula en comparación a la gran mayoría, que prácticamente ha superado a la parte laica, progresista y pacifista del país. Tan es así que ahora están gobernando justamente el Parlamento israelí.

Y yo, sinceramente, Carmen, no veo una solución pronta, justamente en el sentido de que demográficamente estamos rebasados de ultranacionalistas y nacionalistas israelíes, que no quieren más que la liquidación del pueblo palestino, lo acepten o no. Algunos incluso se ufanan de eso. Y los que están en negación no siento que vayan a salir de ahí pronto, porque ya vimos lo peor. Esto ya no puedo llegar a una situación más catastrófica.

Fotos: Reuters. Tratamiento: AN (MDS)

Ahora la hambruna es muy gráfica y por eso también ha crecido un poco el awareness de la gente, ¿no? Porque obvio que si ves a una persona desnutrida y es más impactante, más ilustrativa de lo que está sucediendo. Yo siento que si no hay una intervención externa no va a haber un cambio. A mí lo único que me da un poco de esperanza es la juventud estadounidense, justamente por el impacto que tiene ese país en la región, en el mundo entero, obvio.

La juventud judía estadounidense específicamente está dando un vuelco a la izquierda muy importante, entendiendo la verdad histórica de Palestina, ¿no?, de lo que ha sido el Estado de Israel para los palestinos. Obviamente, los palestinos están donde están porque no tienen cartas que negociar, no tienen recursos naturales, no tienen petróleo. No le importan al mundo en realidad, o sea, no les sirven en términos muy cruentos al mundo en el sentido monetario.

Entonces, por eso un poco los palestinos están a su suerte. Ahora, te digo que yo soy muy pesimista respecto al futuro de este conflicto. Yo digo que si no interviene la Unión Europea o una fuerza mayor, esto no va a cambiar mucho próximamente.

Ve la entrevista completa:



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