Lo nuevo de Isaac Rosa, Rodrigo Fresán, Alma Guillermoprieto y otros libros de la semana


Graham Swift es uno de esos autores que siempre fuerzan el límite de su propia escritura y trabajan con verdadero riesgo la estructura de sus historias. Bueno, aquí estamos es otra vuelta de tornillo en la construcción de la carpintería de sus novelas, esta vez en busca de la encomiable intención de deleitarnos con la emoción de ver actuar a un trapecista sin red. En Un poema no escrito, traducido por Javier Marías, W. H. Auden mezcla su faceta de lector con la de escritor para confesar, por ejemplo, que a los versos ajenos les exige que sean buenos, y a los propios, que sean auténticos. Tras la constatación de que los relatos fundacionales de las distintas etapas del pensamiento occidental están marcados por el patriarcado y el androcentrismo, Ana de Miguel compone en Ética para Celia una invitación a que las personas piensen por sí mismas.

En Lugar seguro, Isaac Rosa hace gala de literatura combativa por medio de un monólogo que dirige el narrador a su anciano padre afectado de alzhéimer, durante el que hace un resentido balance de la averiada vida de ambos. Rodrigo Fresán, por su parte, hace en Melvill un ejercicio de relectura de la tradición a partir de la figura del autor de Moby Dick. Novelista, reportera, corresponsal, editorialista y gran referencia del periodismo hispano, Alma Guillermoprieto reúne en La vida toda un conjunto de textos periodísticos que demuestran ser también un género de la literatura. Dos nuevos títulos que coinciden en las estanterías, Franco desenterrado y La revolución pasiva de Franco, vuelven la vista a la dictadura para explicar cómo se gestó el capitalismo de baja calidad democrática que aún perdura.

No es el cuarto libro de poemas de Francisco José Martínez Morán, un experimento entre la metafísica y lo experiencial reunido en un volumen con medio centenar de poemas, casi todos breves, que tienen algo de examen de conciencia. Coordinado por Natalia Sancha, Balas para todas da voz a seis reporteras que se han curtido en los conflictos de Oriente Próximo y el norte de África. Y en su segunda novela, El tercer país, la también periodista Karina Sainz Borgo traza un western que funciona con la ternura y el espacio dedicado a personajes que se mueven y actúan, que no se rinden más que con las escenas de un cierto tremendismo.

Graham Swift viaja al pasado para construir una fascinante novela sobre la enigmática desaparición de un mago tal y como la recuerda su expareja. Crítica de José María Guelbenzu.

El conjunto es una rigurosa reflexión sobre la capacidad del lenguaje para nombrar los sentimientos y, al mismo tiempo, material perfecto para un taller de escritura. Crítica de Javier Rodríguez Marcos.

El ensayo de Ana de Miguel pasa el cepillo del feminismo a la filosofía con humor, una sólida argumentación feminista y un lenguaje asequible. Crítica de Juan José Tamayo.

Isaac Rosa concilia militancia y oficio para dar la palabra a una familia de embaucadores en el monólogo que estructura su último libro, donde confronta el egoísmo con la solidaridad. Crítica de Domingo Ródenas de Moya.

El escritor argentino se acerca al autor de ‘Moby Dick’ con una novela que combina la genealogía familiar, la reflexión metaliteraria y la digresión poética. El conjunto no funciona. Crítica de Carlos Pardo.

Las crónicas antologadas por la periodista mexicana Alma Guillermoprieto son un puñado de grandes piezas de la más reciente literatura de no ficción escrita en Estados Unidos. Crítica de Juan Luis Cebrián.

No es únicamente un libro de entrevistas a voces disidentes con el relato consensual sino también un ejercicio independiente de crítica cultural que no concluye como podría presumirse. Crítica de Jordi Amat.

El libro del profesor Villacañas tiene dos partes. Una bajo la advocación de Maquiavelo y la otra bajo la de Gramsci. Crítica de Jordi Amat.

La poesía de Francisco José Martínez Morán mira hacia dentro sin ocultar las grietas por las que la realidad exterior asoma. Crítica de Manuel Rico.

Seis reporteras de distintas nacionalidades revelan las dificultades para ejercer su oficio y apuntan nuevos enfoques en unas guerras que no preguntan por el género de las víctimas. Crítica de Federico Simón.

Sainz Borgo nos introduce en barro de ciénaga, gótico latinoamericano, tendencia actual pero con buenas noticias porque su autora no sirve un artefacto hueco sino entretenido y con criterio. Crítica de Carlos Zanón.

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