El gol de
Yuri
al Granada supuso un subidón a nivel de moral, alegría e ilusión para el Athletic. Nadie daba un duro por los leones a falta de nueve minutos para la conclusión de la semifinal de Los
Cármenes. Algo parecido a lo sucedido semanas atrás en la tanda de penaltis en el Martínez
Valero o en la prórroga en el Heliodoro
Rodríguez. El Granada, como antes Elche y Tenerife, lo tuvieron todo a su favor para eliminar a los leones del torneo del KO.
El Athletic, en cambio, sigue vivito y coleando. A un paso de volver a ganar un título. A un solo encuentro, frente a la Real en La
Cartuja, de poder volver a cantar el alirón.
Quizás vaya siendo hora de valorar en su justa medida lo que se consigue y de d
ejar de especular con lo que podía o debía haber sido. Lo último solo vale destacar para debates o discusiones más o menos encendidas. En fútbol, como en la vida misma, lo que pudo haber sido y no fue no vale para nada. Lo que realmente prevalece es lo hecho.
Claro que el juego del Athletic es mejorable; pero, sin querer faltar a nadie, también la propia plantilla tendría que serlo un verano sí y otro también, un invierno sí y otro también. Este club, con toda la razón del mundo además, presume de filosofía; no de juego bonito o feo.
Source link