WASHINGTON – Estados Unidos eliminó “completamente” los restos mortales del líder del grupo terrorista ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, después de comprobar su identidad tras su muerte el sábado por la noche en una operación militar en el noroeste de Siria, informó el lunes el Pentágono.
“Los restos de Al-Baggdadi fueron transportados a una instalación segura para confirmar su identidad con pruebas forenses de ADN y la eliminación de sus restos se realizó y se completó y se manejó de manera apropiada”, explicó el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Mark Milley, en una rueda de prensa en el Pentágono.
Milley no detalló el proceso que siguieron para eliminar los restos mortales, pero sí que precisó que existen vídeos y fotos del momento del asalto al recinto cercano a la frontera de Siria con Turquía en el que se encontraba Al-Baghdadi, varios de sus hijos y de sus hombres.
“Durante la misión, las fuerzas estadounidenses se infiltraron a través de helicópteros y, una vez que aseguramos el objetivo, las fuerzas de asalto entraron y las amenazas se eliminaron rápidamente”, argumentó el militar.
Posteriormente, las fuerzas estadounidenses “descubrieron a Al-Baghdadi escondiéndose en un túnel”, lo persiguieron y el terrorista detonó un chaleco suicida que llevaba adosado a su cuerpo.
Según dos funcionarios del Departamento de Defensa citados por la cadena CNN, los restos del fundador de ISIS fueron lanzados al mar, siguiendo el mismo protocolo que se usó tras la muerte del líder de Al Qaeda , Osama Bin Laden, en 2011, aunque el Pentágono no lo confirmó.
Milley hizo su relato al lado del secretario de Defensa, Mark Esper, que calificó de “valiente” la decisión del presidente, Donald Trump, de dar luz verde a una operación tan complicada en terreno sirio.
El jefe del Pentágono dijo que la muerte de Al-Baghdadi supone un “golpe devastador” para ISIS, aunque señaló que la situación de seguridad en Siria “continua siendo compleja”.
Con el fallecimiento de Al-Baghdadi se pone fin a años de persecución de uno de los hombres más buscados por Washington después de que proclamara en junio de 2014 un califato en amplias zonas de Siria e Irak.
El grupo fue perdiendo poco a poco territorio en ambos países y en marzo de este año perdió su último bastión, Al Baguz, en el este de Siria.
El anuncio de la muerte del terrorista se produce justo después de que Washington redujera su implicación en la zona y Trump anunciase la polémica retirada del millar de efectivos desplegados en Siria.