Max Verstappen está imparable. Al volante de un Red Bull que en esta parte final del campeonato supera en todo tipo de circuitos a Ferrari, el neerlandés tiene a tiro su segundo título mundial de F1 consecutivo. El piloto de 24 años suma 5 triunfos consecutivos, imbatido desde Hungría, y quiere lograr el sexto este fin de semana en Singapur, trazado en el que tiene su primera oportunidad real de revalidar su corona. Tiene coche y manos para volver a ganar y su cetro está muy cerca. Se da por hecho. Sin embargo, conseguir ya en Marina Bay, a falta de otras 5 carreras por disputarse, parece complicado para Max.
Verstappen llega a esta cita con 116 puntos de ventaja sobre Charles Leclerc, con 164 todavía en juego (6 carreras + 8 puntos de carrera al sprint y 6 puntos de vueltas rápidas). Por ello, para que Verstappen salga de Singapur con su segundo entorchado necesita algo complicado. Sería campeón si gana esta carrera sin la vuelta rápida y Charles Leclerc termina noveno o peor. Mientras que si Max logra el triunfo con la vuelta rápida, le bastaría con que Leclerc fuera 8º o peor.
No obstante, si Charles no sufre una avería mecánica o un abandono, no parece probable que el monegasco ocupe una posición tan retrasada, por lo que todo indica a que el lugar ideal para que Max Verstappen logre su segundo título sea Japón, haciendo honor así a Honda.
Sea donde sea, Max Verstappen tiene su campeonato a tocar, y lo que es mejor para Red Bull, también el título de Constructores. Los de Milton Keynes están a punto de hacer historia ya que lograrían ambas coronas por primera vez en la era híbrida, algo que solo había conseguido Mercedes.