Más allá de haber sido históricamente uno de los principales puertos del continente, hay muchas cosas turísticas que ver en Génova. Esta ciudad, ubicada sobre la costa norte del territorio italiano, muchas veces dejada en segundo plano por Roma, Milán y Florencia, puede ser una buena alternativa por la que decidirte si quieres realizar una escapada de fin de semana.
Capital de la región Liguria y a menos de dos horas en tren de Turín como de la propia Milán, una de las ventajas de Génova es que puedes descubrirla caminando perfectamente. Es un destino ideal para ir en estaciones medias, cuando el clima acompaña cuando debemos andar.
¿Qué ver en Génova en una escapada?
El Puerto Antiguo
Decíamos que una de las claves de la importancia histórica de Génova está en su puerto. No puedes dejar de saber más sobre él, visitándolo como parte de este viaje para entender mejor cómo viven los ciudadanos locales y cómo nace la típica cultura genovesa.
Muy cerca del Porto Antico tienes atractivos como el Acuario, la Biósfera, el Museo del Mar y la Ciudad de los Niños, por citar varios. También aparecen allí los bares, tiendas, galerías, restaurantes y espacios culturales que más valen la pena del litoral de la ciudad.
El Palacio San Giorgio
También llamado Palacio de San Jorge por su traducción al español, es uno de los edificios más relevantes de la Génova actual. Construido a mediados del siglo XIII, se mantiene en un muy buen estado de conservación; y lo más curioso es que ha tenido diferentes usos. Fue utilizado como cárcel, sede del Banco de San Giorgio, Palacio del Poder Ciudadano, etc.
Las callejuelas del centro
Las Carrugi son las estrechas callejuelas que invitan a los extranjeros a sentirse como vecinos de Génova en busca de productos. Conviene que cierres tu mapa y olvides tu smartphone por un rato, y dejes que todos tus sentidos disfruten de esta experiencia.
La Catedral de San Lorenzo
Otra obra milenaria preservada de gran forma es la Catedral de San Lorenzo, en cuyo interior descansa San Juan Bautista. Es valorada especialmente por su estilo arquitectónico y los dos museos que alberga, el Museo del Tesoro y el Museo Diocesano.
La Casa natal de Cristóbal Colón
Localizada en el casco histórico de la ciudad, es una parada obligada que contempla una planta baja que hace las veces de bodega, junto a un salón y un pequeño almacén que da paso a las habitaciones. Se ofrecen paseos guiados por sus estancias.
La Lanterna
El faro y símbolo de la ciudad tiene más de cien metros de altura, y a sus pies se puede acceder al Museo de la Lanterna.
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