Lo que un lunar te puede contar sobre tu salud


El melanoma, que hace 40 años se veía en las consultas de dermatología ocasionalmente, ha ido escalando puestos en la lista de tumores más frecuentes. Desde 2010 la incidencia se ha duplicado hasta superar en la actualidad los 6.000 casos al año en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Sin embargo, al contrario que otros tipos de cáncer, tiene una forma de detección precoz muy eficaz: revisarse los lunares periódicamente con la misma disciplina que nos cepillamos los dientes.

La radiación solar es el principal factor de riesgo del melanoma y sus efectos se notan a largo plazo. Ahora recibimos la herencia de las quemaduras solares de hace 30 años. “Muchos de los casos actuales tienen que ver con el gran aumento de exposición al sol que tuvimos en nuestro país en los años 60 y 70 sin unas normas de fotoprotección adecuadas”, apunta Susana Puig, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona.

Ahora el número de diagnósticos entre los adultos jóvenes tiende a estabilizarse. Las campañas de prevención han logrado que la exposición al sol en las horas centrales del día haya disminuido, que se empleen gafas de sol y gorros, y que el uso de cremas fotoprotectoras se haya difundido, aunque dista mucho de ser óptimo. Se utiliza menos cantidad de la que se debería, y además, muchas personas tienden a emplear crema solo cuando van a la playa, como explica Alfonso Berrocal, oncólogo del Hospital General de Valencia y presidente del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma: “Las actividades de deporte u ocio al aire libre suelen pasar inadvertidas, pero suponen una exposición muy importante”.

Entre los factores de riesgo que inciden en el melanoma los hay ambientales, como el sol, e individuales, como el color de la piel. Protegerla de la radiación ultravioleta es importante a cualquier edad, pero especialmente en la infancia. Susana Puig recuerda que “los estudios epidemiológicos demuestran que una única quemadura en edades tempranas ya incrementa el riesgo de melanoma en la edad adulta y la radiación recibida hasta los 15 años es la que más marca el riesgo de sufrirlo el resto de la vida”. Especial atención requieren los lunares nuevos porque, como apunta la doctora Puig, “solo el 30% de los casos surgen en un lunar preexistente, el 70% aparecen en uno nuevo que de entrada ya es melanoma.

Mientras que los casos de melanoma en España suben alrededor de un 10% anual, la mortalidad permanece estable e incluso en los estudios epidemiológicos se observa una tendencia a la baja, según el informe de 2021 Las cifras del cáncer en España de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Dos factores han sido claves: la detección precoz y los nuevos tratamientos,

Muchos pacientes pueden ahora decir: larga vida tras un cáncer. El melanoma es el tumor con mejor pronóstico en las mujeres (la supervivencia a los cinco años ronda el 90%). En los hombres se sitúa en el 83% porque tardan más en ir al médico y se les detecta en fases más avanzadas, de acuerdo con los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN)

Si el diagnóstico es precoz, el tumor se extirpa con cirugía. Es en las fases más graves, cuando ha hecho metástasis en otros órganos, donde más ha avanzado la oncología. La inmunoterapia marca un punto de inflexión no solo en el abordaje del melanoma, sino del cáncer en general. “Es un cambio radical del concepto de tratamiento porque los fármacos que se usan no están dirigidos a la enfermedad tumoral, sino a estimular el sistema inmunológico para que sea el propio paciente el que luche contra el tumor”, explica Alfonso Berrocal. Cuando empezó a utilizarse en 2010 solo un 10% de los pacientes con metástasis sobrevivían dos años, “ahora el 45% o 50% continúan vivos a los cincos años”, añade este especialista.

¿Si la inmunoterapia ha sido eficaz en fases avanzadas de la enfermedad, puede serlo también en etapas más precoces donde haya riesgo de recaída? Ese es el enfoque que se realiza desde hace unos años y cuyos resultados parecen ser prometedores. No obstante, “aunque el avance que ha supuesto la inmunoterapia resulta espectacular, no es la solución para todos los pacientes”, apunta Susana Puig. Los especialistas insisten en que, tan importantes como los avances en el tratamiento, son la prevención y la detección precoz.

La ciencia se enfrenta a un tumor muy agresivo, “con una capacidad de metastatizar muy grande, un melanoma de 0,8 milímetros de grosor ya es potencialmente mortal”, recuerda la doctora Puig. En la lucha contra el tumor más agresivo que se conoce, el melanoma, se han dado pasos de gigante, pero es mejor no vérselas con él, concluye.


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