¿Lo sabes todo sobre la exfoliación? Te lo contamos

Se recomienda para el pelo, para la piel antes de la depilación, e incluso parece que se ha convertido en uno de los pasos imprescindibles que toda buena rutina de belleza debería incluir. Pues a lo mejor no lo sabes todo sobre la exfoliación y te lo contamos.

Y es que aunque seguramente has oído hablar muchas cosas sobre la exfoliación y ya conoces o has usado distintos productos con el objetivo de conseguir una piel de lo más lista y tersa, lo cierto es que este procedimiento sólo es beneficioso para la piel si lo realizamos de forma correcta y con un cierto control ¡pues de lo contrario podríamos causar graves daños en la piel!

Precisamente para que puedas poner en práctica la exfoliación de forma segura, hoy haremos un repaso a los beneficios de esta práctica y los detalles sobre ella que debes tener en cuenta para que tu piel se beneficie de todas sus cualidades sin sufrir en el proceso. ¡Así que sigue leyendo y descubre por fin en qué consiste exactamente la exfoliación y si la estás haciendo bien!

Los beneficios de adoptar esta práctica en nuestra rutina facial

La exfoliación no es otra cosa que un procedimiento para el que ya existen multitud de productos en diversos formatos y tiene como objetivo principal eliminar las células muertas de la epidermis para fomentar la renovación de las células, potenciar la microcirculación sanguínea de la superficie y entre otras cosas, desobstruir los poros.

¿Lo sabes todo sobre la exfoliación? Te lo contamos

Nos referimos a algo que como resultado suele mejorar la apariencia de la piel dejándola más suave y flexible, pues esta queda más expuesta a los productos que aplicamos posteriormente y por ello los suele absorber mejor y de forma más eficaz.

Lo más curioso pero, ¡es que quizás no sabias que la piel ya se exfolia de manera natural cada 28 días! Y es por esa razón que hay algunos expertos que opinan que este proceso no debería acelerarse pues esas células muertas que retiramos tienen la función natural de ejercer como barrera frente a los factores externos como el clima o las infecciones, algo que en muchas situaciones también nos protege y permite la retención de agua (hidratación) en la piel, un punto realmente importante.

Además, existe por ejemplo una proteína llamada filagrina que se encuentra en el interior de la célula y que es necesaria porque una vez acaba su ciclo vital, libera en el cutis aminoácidos y azúcares que forman parte del factor natural de hidratación, es por ello que si nos pasamos con la exfoliación podemos alterar ese proceso y contribuir a la aparición de una dermatitis atópica causada por los bajos niveles de filagrina.

Así pues, aunque la mayoría de personas parecen coincidir en el hecho de que la exfoliación puede ser beneficiosa debemos tener en cuenta que no cualquier tipo de exfoliante sirve y que no debemos excedernos en esta práctica si no queremos acabar destrozando nuestra epidermis.

Precauciones a tener en cuenta

Como comentábamos, aunque la exfoliación puede ser de lo más beneficiosa para tu piel, es importante que limites su uso pues no es algo que pueda ni deba hacerse a diario ni cada dos días, pues podría ser altamente perjudicial.

Es por ello que la recomendación habitual es realizarla como máximo una vez por semana, pues aunque es muy tentador exfoliarnos hasta sentir que nuestro rostro y cuerpo están lisos y sedosos, este procedimiento no deja de ser algo agresivo con la piel, y si nos pasamos podemos dañar las capas superficiales de la piel agrediendo la epidermis.

Otro detalle importante reside en el tipo de exfoliante que utilizamos, pues no cualquier formato sirve y es por ello que existen diversas clases. Mientras que para el rostro suelen ser preferibles las texturas suaves (por lo que se suelen usar exfoliantes biológicos como el ácido salicílico, polvo de hueso de albaricoque, bolitas/granos de jojoba, microperlas de silicio o cetrino), para el cuerpo lo más eficaz serán aquellos exfoliantes un poco más fuertes que contengan o bien fibras naturales de loofah o cristales de sales marinas.

Infórmate siempre de cuál es la mejor opción para ti antes de comprar cualquier producto o de someterte a un tratamiento y contribuye al cuidado de tu piel siempre de forma segura y de la manera más natural posible.

Consejos

  • Déjate aconsejar por profesionales a la hora de realizar una exfoliación.
  • Aplica productos de calidad y pregunta sobre los que te pueden ir bien para tu epidermis.
  • Pregunta también si realmente pueden tener alguna alergia a algún producto.
  • Hay que realizar una exfoliación varias veces para poder eliminar las células muertas y así renovar la epidermis.
  • Pero no hay que abusar de la exfoliación porque puede producirnos daño en nuestra piel, en determinadas épocas conviene hacerlo una vez a la semana.




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