Lobato presentará su candidatura para reactivar el PSOE de Madrid tras el 4-M

Juan Lobato, el pasado 16 de abril en Soto del Real.
Juan Lobato, el pasado 16 de abril en Soto del Real.Santi Burgos

Juan Lobato ultima su candidatura para liderar el PSOE de Madrid con un proyecto transversal que tendrá como objetivo principal ser atractivo para los jóvenes y los profesionales liberales de los nuevos barrios de la capital y de las grandes ciudades. No solo del sur industrial o del Corredor del Henares, gobernadas en su mayoría por los socialistas. Sin descuidar a los fieles de siempre, la pretensión del portavoz adjunto de la Asamblea y exalcalde de Soto del Real es muy ambiciosa, y más tras el descalabro de las elecciones del 4 de mayo: competir sin complejos por el electorado urbano progresista y con un nivel de formación y económico como primer paso para reconstruir y activar al PSOE en una comunidad que desde 1995 se ha convertido en uno de los bastiones del PP.

Las fuentes consultadas remarcan que Lobato es muy respetuoso con el calendario y cultura del partido y esperará a que Pedro Sánchez formalice la próxima semana su precandidatura para liderar al PSOE en su tercer mandato. Solo entonces presentará su propuesta para Madrid, avanzan a EL PAÍS. El 17 de septiembre es la fecha fijada para la presentación formal de las precandidaturas. Los 13.000 militantes madrileños votarán el 23 de octubre, el fin de semana posterior a la celebración del 40º Congreso Federal del PSOE en Valencia. En el caso de que ningún aspirante lograse un respaldo superior al 50%, el 30 de octubre se celebraría una segunda vuelta.

El congreso de la federación madrileña será a mediados de noviembre. Fuentes de la dirección federal subrayan que Ferraz se mantendrá neutral en el proceso de primarias. Lo mismo que la gestora que tras el batacazo del 4-M preside la diputada nacional Isaura Leal con el apoyo de Francisco Martín, secretario general de Presidencia del Gobierno, como su segundo hasta que se nombre una nueva ejecutiva. La secretaria general de Paracuellos del Jarama, Eva Llarandi, confirmó hace semanas que se presentará. También se baraja que lo haga el regidor de Fuenlabrada, Javier Ayala.

Una de las primeras misiones que Lobato se ha impuesto es recuperar la hegemonía de la izquierda y cohesionar a sus votantes en un único proyecto frente a las nuevas fórmulas que han surgido los últimos años. Los socialistas firmaron hace cuatro meses su peor resultado con 13 diputados y 272.000 votos menos que en la victoria de 2019. Un desastre en el que renunciaron a hacer campaña en los PAU de Las Tablas o Sanchinarro o las ciudades de la A-6: un terreno abonado para que Isabel Díaz Ayuso fuese reelegida presidenta y se apropiase del caladero de Ciudadanos. En la capital no les fue mejor a los socialistas, que limitaron su presencia a los distritos de más tradición obrera. La candidata del PP arrasó en casi todos. El fiasco del PSOE convirtió a Mónica García (Más Madrid) en la referente de la oposición tras superar a Ángel Gabilondo por apenas 1.500 votos y empatar a escaños (24). Si un dato resume la zozobra socialista en Madrid es que el 80% de sus votantes tiene rentas de 20.000 euros. La renta media en la región es de 35.913 euros.

Licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas y Técnico de Hacienda del Estado desde 2010, Lobato, de 36 años, no da por imposibles todos esos sectores de población que hoy por hoy han perdido la conexión con el PSOE. Por esa razón ya ha perfilado la estructura, organización y tareas de su equipo de campaña, que integran más de un centenar de cargos orgánicos e institucionales. Pero lo relevante es que engloban las diferentes corrientes de la federación socialista madrileña.

Entre la treintena de componentes de la plataforma coordinadora de la campaña, que se reunió por primera vez el jueves por la tarde, estaban, según diversas fuentes, los alcaldes de Alcalá de Henares, San Fernando, Manzanares el Real y San Martín de la Vega, los primeros tenientes de Parla y de San Sebastián de los Reyes —avalados por sus alcaldes—, representantes de algunas de las principales agrupaciones de la capital como Fuencarral, Chamberí, Carabanchel, Entrevías y Arganzuela, diputados autonómicos y concejales en Cibeles. Esto es, más allá del cierre de filas generalizado con Sánchez, abarcan desde el simanquismo hasta antiguos partidarios de Tomás Gómez, incorporando además nuevos perfiles a la primera línea.

Este será el segundo asalto de Lobato a la secretaría general del PSOE de Madrid. Su primer intento fue en 2017, cuando José Manuel Franco se impuso con el 71,77% de los votos emitidos en las primarias. Lobato obtuvo el 19,74% y Eusebio González Jabonero, el 8,49%. Fuentes de la candidatura creen que el bagaje adquirido en el Ayuntamiento de Soto del Real y el Parlamento madrileño permitirán una victoria sólida ya que, sostienen, cuentan “con un apoyo muy mayoritario por todo el territorio”. Lobato se convirtió en 2015 en el primer alcalde socialista de Soto del Real desde Eugenio Candelas, al que fusilaron en la Guerra Civil en 1939. En sus 18 años en el Consistorio, los últimos seis de regidor, el respaldo que consiguió pasó del 14% al 59,3% con que fue reelegido en 2019. Su conocimiento del mundo municipal podría valerle en las primarias el apoyo de las agrupaciones pequeñas y medianas, que se identificarían con su condición de antiguo responsable de una localidad de 9.400 habitantes.

Otro factor que el candidato sacará a relucir en las primarias es el grado de compromiso que mostró en las pasadas elecciones autonómicas. Lobato renunció como alcalde para dedicarse a jornada completa a la política autonómica como número cuatro de la lista de Gabilondo. “Podría haber sido conservador, pero sería como pensar que vamos a volver a estar en la oposición. Asumo un riesgo que refuerza mi compromiso con la alternativa de gobierno a Díaz Ayuso. Significa concentrar todos mis esfuerzos, capacidades, ambición y fuerza en tratar de ganar estas elecciones”, explicó entonces en una entrevista con este diario. Ahora vuelve a arriesgarse y abandona su espacio de confort para reconducir al socialismo madrileño.

La delegada del Gobierno se descarta para liderar el partido

La delegada del Gobierno, Mercedes González, rechazó el viernes tener interés en ser la secretaria general del PSOE madrileño. “No estoy pensando en nada”, sentenció sobre la posibilidad de que se estuviese planteando concurrir a las primarias. “Hay un rumor latente por ahí, entiendo que es fruto de que quedan pocos días para que la gente dé los primeros pasos para presentarse”, zanjó tras visitar el municipio de Batres, donde recorrió la zona afectada por el incendio forestal que a mediados de agosto calcinó casi 200 hectáreas. El último Consejo de Ministros incluyó a Madrid entre las comunidades afectadas gravemente por una emergencia de protección civil tras el fuego que afectó al municipio.

La exconcejala y primera portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid parte como una de las mejores posicionadas para ser la candidata socialista en la capital dentro de dos años. Secretaria general de la agrupación de Barajas, su sintonía con La Moncloa es otro punto a su favor. Pedro Sánchez optó por González en marzo como sustituta de José Manuel Franco, que a su vez fue nombrado secretario de Estado para el Deporte. Su renuncia como responsable autonómico del partido tras el 4-M —horas después la presentó el candidato, Ángel Gabilondo— ha derivado en la interinidad actual en una de las federaciones socialistas más complicadas de pilotar.

Una de las opciones en un ecosistema tan complejo como el del PSOE de Madrid es que González sea la futura secretaria general o coordinadora de una agrupación socialista específica para la capital, donde hay tantas agrupaciones como distritos (21). Ferraz le lleva dando vueltas a esta nueva estructura desde que José Blanco era el secretario de Organización (2000-2008).

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