El Campeonato del Mundo de Motociclismo lleva ya mucho tiempo inclinándose hacia el Este. Ya en 2016, CSM Sport and Entertainment, una reconocida empresa de marketing deportivo y servicios de eventos, realizó un estudio con fans de diferentes deportes de motor, incluido MotoGP.
Una encuesta a 18.000 personas repartidas en 18 países vinculados de alguna manera con el deporte del motor. Un estudio orientado a los profesionales del marketing, y en el que surgieron datos que se reflejan en el calendario de MotoGP 2023 hecho público hace unas semanas.
En uno de sus apartados, recogía la popularidad de MotoGP. Por ejemplo, ya entonces el motociclismo era el tercer deporte más popular en Indonesia, la misma posición que ocupaba MotoGP en Italia. En España resultó ser el sexto más seguido, en Francia el 16º, en el Reino Unido el 19º, en Japón el 24º y en Estados Unidos el 27º. En el otro lado de la balanza estaban Malasia, donde el MotoGP era en ese momento el décimo deporte más popular, Tailandia el 13º, Australia el 15º y Brasil el 16º.
Preocupante descenso del interés por el MotoGP en Europa, Japón o Estados Unidos
Estas cifras revelaban que con una buena política de marketing había un gran margen de crecimiento, pero al mismo tiempo reflejaba un preocupante descenso del interés por el MotoGP en Europa, Japón o Estados Unidos. En cambio, en los países del sudeste asiático o con poblaciones de edad media joven -como Brasil– MotoGP estaba en fase de crecimiento.
Si a esto le sumamos la visibilidad que buscan algunos países mediante la organización de eventos de ámbito internacional, encontraremos una de las razones para que el calendario de MotoGP 2023 haya visto suprimidas dos pruebas europeas en favor de otras dos que se celebrarán en Asia… Y seguro que hay más por venir.
Análisis del calendario de MotoGP2023
Analizando el calendario de MotoGP 2023, llama poderosamente la atención una gran concentración de carreras en su tercera fase, la asiática. Después del GP de San Marino a celebrar el 10 de septiembre de 2023, se pasarán a celebrar ocho GPs en diez semanas. Lo que significa que, con el nuevo formato de carrera Sprint los sábados y “normal” el domingo, los pilotos disputarán 16 carreras en esas diez semanas; ¡16 semanas!
MotoGP no es la F1 que DORNA intenta imitar. En MotoGP el porcentaje que un incidente tenga consecuencias físicas que obligue a su víctima a periodos de inactividad es infinitamente mayor
Es cierto que como aficionado a las carreras podría decir “cuanto más mejor”, aunque sinceramente tengo mis dudas. Pero donde no las tengo es a la hora de analizar lo que implican esas 16 carreras en diez semanas.
Por ejemplo, el descontrol que supondrá el continuo cambio de horarios a nivel de sueño y horarios de comidas. Fíjate en esto…
Entre Europa y la India, hay + 4 horas de diferencia horaria;
India y Japón, + 4 horas;
Japón y Europa, – 8 horas;
Europa e Indonesia, + 6 horas;
Indonesia y Australia, + 4 horas;
Australia y Tailandia, – 4 horas;
Tailandia y Europa, – 6 horas;
Europa y Malasia, + 6 horas;
Malasia y Qatar, – 5 horas;
Qatar y Europa, – 1 hora
La secuencia parece más propia de un experimento sobre la resistencia del cuerpo humano a continuos cambios de sus rutinas.
Para los pilotos será duro, pero para los miembros de sus equipos, agotador. Para el promotor del campeonato, léase DORNA, supongo que ir a países tradicionalmente tan ligados a las carreras de motos como Kazajistán o la India será económicamente muy rentable, pero cuidado, para el campeonato 16 carreras en diez semanas supone tener una Espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza.
MotoGP no es la F1 que DORNA intenta imitar. En MotoGP el porcentaje que un incidente tenga consecuencias físicas que obligue a su víctima a periodos de inactividad es infinitamente mayor -recordemos sin ir muy lejos la situación de Nakagami-. Hay que ser realista: en 16 carreras habrá bajas y la secuencia hará que los pilotos no tengan tiempo de recuperarse… Y esto genera un nuevo gran interrogante.
¿De dónde saldrán los sustitutos de estos pilotos lesionados? Porque no existe como en otros deportes -incluido la F1- un banquillo de pilotos capaces de pilotar motos de MotoGP. Los equipos de fábrica tienen sus pilotos de pruebas, vale, pero ¿qué pasa con la otra mitad de la parrilla? ¿Y el nivel/calidad del espectáculo?
Entiendo que los responsables de DORNA gestionen el campeonato buscando su repercusión y el mayor beneficio económico. Son una empresa y ellos también tienen jefes a los que presentar al final del ejercicio un balance. Y después de los dos años de pandemia, en los que DORNA sostuvo el campeonato a pérdidas, ahora toca recuperarse económicamente. Sobre todo viendo lo verde que está creciendo la hierba en el jardín de la F1.
También entiendo a los equipos, totalmente dependientes económicamente de DORNA, acepten lo que viene dictado desde arriba sin rechistar. Pero lo que me cuesta entender es cómo los pilotos, que son los que se van a subir a las motos y a correr 16 veces en 10 semanas, no se han hecho oír ante lo que claramente será una situación… ¿Qué palabra utilizar?… ¿Estresante?… ¿Peligrosa?…
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