Loeb, ganador en Montecarlo: "No esperaba mucho cuando vine"

Loeb, ganador en Montecarlo: "No esperaba mucho cuando vine"

Sébastien Loeb no tenía prácticamente palabras para expresar lo que sentía tras cruzar la meta final del Rally Montecarlo. El piloto francés había logrado su octavo triunfo en la cita más mítica e icónica del Mundial, el primer triunfo de la era híbrida, en su debut con su nuevo Ford Puma Rally 1 y en su debut en el Mundial con su nueva copiloto, la francesa de 50 años Isabelle Galmiche. Y además, lo lograba solo unos días después de bajarse del Hunter de BRX con el que había sido subcampeón del Dakar en los desiertos de Arabia Saudí. Muchos cambios para ser real. Pero lo fue. Por eso, Sébastien, aún con sus nuevas gafas puestas en el casco, elemento que deja claro que la edad también pasa para él pese a que sus manos quieran decir lo contrario, aseguró sin tapujos que no esperaba triunfar en esta ocasión. 

“Por supuesto, me siento muy feliz. No esperaba mucho cuando vine aquí, así que…”, exclamaba con una gran sonrisa al final del tramo a la televisión oficial del WRC, casi sin saber qué decir. En solo unos días pasó del calor y los peligros del desierto, de los amplios ‘plateaus’, las dunas blandas, las pistas entre cañones y llenas de piedras, a todo lo contrario: el asfalto lleno de cambios del Montecarlo, a veces con hielo y nieve, y otras veces reluciente. 

En esas circunstancias, se hizo grande ante Ogier cuando parecía que lo tenía todo perdido, logrando el triunfo gracias a un pinchazo final de su tocayo de Toyota.

La reacción de su nueva copiloto, Galmiche

“Fue una bonita lucha. Ogier fue muy rápido, sufrí un poco ayer y de nuevo esta mañana, pero al final…”, apuntó, viéndose interrumpido por su nueva copiloto Isabelle Galmiche, de 50 años, la encargada de sustituir a Daniel Elena como navegante del 9 veces campeón. Galmiche le daba las gracias a Loeb por haberle dejado guiar por los míticos tramos del ‘Monte’, logrando así su primer triunfo mundialista en su estreno con Sébastien, convirtiéndose en la primera mujer en ganar en Montecarlo en el Mundial desde Fabrizia Pons en 1997, con un Subaru Impreza. 

Ogier, orgulloso

“Podemos tener la cabeza alta”

El gran derrotado del día fue Sébastien Ogier. Lo había hecho todo bien para ganarle la partida su eterno rival Sébastien Loeb y disponía este domingo, a dos tramos para el final, de 24.6 segundos en el bolsillo para ganar con comodidad la espectacular batalla al 9 veces campeón del mundo. Pero un pinchazo a falta de un solo tramo le dejó sin opciones. 
 
“Creo que podemos tener la cabeza bien alta porque hicimos un gran trabajo este fin de semana. Pero desafortunadamente este es un rally en el que puede pasar de todo siempre. Es como es…”, apuntó a su llegada a la meta final, ya más en frío tras sufrir el fatal pinchazo en la especial anterior. 

“Para el equipo ha sido un buen fin de semana, la primera vez del coche híbrido sin tener problemas, así que es un logro”, agregó, contento por el rendimiento de su Toyota, pero con cara de lamento por la amarga forma en la que se le escapó su 9º triunfo en el Rally Montecarlo.




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