El francés Sébastien Loeb (Prodrive) calificó este lunes como “un infierno” la segunda etapa del Rally Dakar, en la que cedió casi una hora y media respecto al ganador de la jornada, el catarí Nasser Al-Attiyah, una diferencia que considera insalvable con el de Toyota y con el líder de la general, el español Carlos Sainz (Audi).
“Ha sido un infierno durante toda la especial. Pinchamos tres veces y tuvimos que reparar un neumático con las mechas. En cuanto a la conducción, ha sido interesante. Hemos hecho todo lo posible para conducir despacio, pero no hay nada que hacer, no se adapta en absoluto a nuestros neumáticos”, aseguró tras cruzar la meta.
El nueve veces campeón del mundo del rallys reconoció que sus opciones de ganar el raid se han esfumado. “Ya no pienso en la clasificación general. Viendo el recorrido de la especial, pensé que teníamos que terminarla aunque perdiéramos media hora. Pero no lo hemos conseguido, así que lo doy por perdido”, confesó.