Los Bulls necesitan a Lonzo Ball. Necesitan de la clarividente dirección de su base para rendir al máximo, como no pudieron hacerlo ante los Milwaukee Bucks en la primera ronda de play-offs de la última temporada. El base, con 13 puntos, 5,4 rebotes y 5 asistencias en la última campaña, cayó lesionado en enero por una rotura de menisco.
Nueve meses después, la recuperación de Ball no avanza y se ha sometido a una nueva cirugía a pesar de haber dedicado todo el verano a la rehabilitación. No es sólo que el base no pueda hacer los movimientos habituales del baloncesto, sino que el exterior de 24 años ni tan siquiera puede correr o saltar e incluso realizar una sencilla actividad de la vida cotidiana como subir escaleras.
Sin embargo, según ha dicho Shams Charania en ‘The Athletic’, hay optimismo entorno a la situación de Ball y podría reaparecer “en unos pocos meses”, seguramente a lo largo de esta misma temporada.
No obstante, el no poder contar con su base de referencia en este inicio de temporada y la incertidumbre sobre una fecha concreta de reaparición no dejan de ser un serio inconveniente para el equipo de Billy Donovan, con las opciones de Coby White, Alex Caruso, Ayo Dosunmu para desempeñar las funciones de Lonzo Ball, así como la alternativa de Goran Dragic, uno de los fichajes del verano de los Chicago Bulls, que incorporaron a Ball el año pasado.