Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a criticar al Poder Judicial, al que acusa de corrupto y privilegiado con una frecuencia creciente desde que Norma Piña alcanzó la presidencia de la Suprema Corte en enero. En esta ocasión, ha arremetido contra los altos salarios de jueces, magistrados y ministros, que en algunos casos son más altos que los del propio presidente, y contra la corrupción que, según él, todavía reina en esta institución.
“Es evidente que hace falta una reforma del Poder Judicial porque actualmente es un bastión del conservadurismo corrupto”, ha dicho López Obrador durante la conferencia de prensa que realiza cada mañana. Quiere que los nuevos cargos sean ocupados por “gente íntegra, con principios, honestos, incorruptibles”. “No estoy hablando de que todos son corruptos, pero está mal el Poder Judicial y tiene que hacerse de abajo hacia arriba, porque son jueces, magistrados, ministros. Tienen que irse renovando”, ha dicho el presidente.
El año pasado, durante una de las mañaneras del presidente, se reveló que al menos 11 funcionarios ganan más que Andrés Manuel López Obrador. Entre ellos estaba el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), la presidencia del Banco de México (Banxico) o el titular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Los consejeros de la Judicatura Federal y el presidente del Tribunal Electoral de la Federación ganaban 286.600 pesos, unos 14.000 dólares, más del doble que los 136.500 pesos que percibía López Obrador cada mes. El presidente intentó impulsar una ley para que ningún cargo público cobrase más que el presidente de la nación, pero muchos de los afectados se ampararon para seguir cobrando íntegros sus sueldos.
Cuando le han preguntado sobre el comunicado que Norma Piña envió a los jueces, en el que insta a los ministros a actuar “con independencia y sin cobardía”, López Obrador ha desconocido el mensaje y ha recomendado que los jueces tienen que respetar la Constitución, “pero de forma auténtica, que actúen con honestidad, que impartan justicia”, ha dicho. Ha criticado que las autoridades tratan de justificar “actos de corrupción, como el liberar presuntos delincuentes o descongelar cuentas”, en referencia a la esposa de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, que el pasado 21 de febrero fue declarado culpable de narcotráfico y delincuencia organizado en Estados Unidos. Las cuentas bancarias de su esposa, en las que se presume que hay dinero obtenido con las actividades ilícitas del marido, fueron liberadas por la justicia mexicana tras el juicio.
Norma Piña, en el acto de conmemoración de la Constitución mexicana, que cumplió 106 años a principios de febrero, aprovechó la ocasión para defender la independencia del poder judicial frente a los ataques cada vez más directos de López Obrador. “La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectiva las libertades y la igualdad de las y los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad”, ha dicho.
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