Los 10 cómics de Garfield más divertidos protagonizados por Jon Arbuckle

Los 10 cómics de Garfield más divertidos protagonizados por Jon Arbuckle

En un mundo donde los lunes son universalmente detestados y la lasaña es el rey, es Jon Arbuckle, el siempre desafortunado dueño del icónico gato naranja, garfield, que a menudo se encuentra en el centro de un caos estruendoso. Con la muy esperada película de Garfield en camino, es el momento perfecto para volver a visitar algunos garfield tiras que muestran los momentos más divertidos de Jon.

La resistencia de Jon frente al absurdo felino, la energía ilimitada de Odie y la locura general de la vida diaria sirven como testimonio del encanto perdurable del personaje. Al igual que una bandeja caliente de lasaña, estas diez tiras cómicas prometen una abundante ración de risas perfecta para cualquier día de la semana.

10 “¡Tienes un hongo!”

El atractivo perdurable de Garfield radica en su capacidad para aprovechar sin esfuerzo las peculiaridades de la vida cotidiana. Caso en cuestión: cuando Jon Arbuckle, sin darse cuenta, grita la dolencia personal de Garfield, un caso de hongos, a través de la ventana para que cualquiera pueda escucharlo, para mortificación del felino. En este cómic clásico de tres paneles, vemos el epítome de su relevancia social, ya que aprovecha la experiencia humana compartida de que un ser querido divulgue accidentalmente sus propios problemas privados de la manera más pública y vergonzosa posible. Es esta habilidad para encontrar humor en los absurdos cotidianos lo que define el corazón y el alma de los cómics de Garfield, haciéndolos universalmente apreciados durante generaciones.

9 “¡Feliz día de la palmada en la nuca!”

El encanto perdurable de Garfield reside en parte en su asombrosa habilidad para canalizar la naturaleza caótica y a menudo caprichosamente violenta de los gatos. Este rasgo distintivo brilla brillantemente en esta tira cómica específica donde nuestro amigo peludo le desea a Jon un “Feliz día de la palmada en la nuca,” y luego procede a poner en práctica sus no tan buenos deseos. Es este acto divertido, aunque demasiado familiar, de violencia aparentemente no provocada que toca la fibra sensible de los dueños de gatos en todas partes. Cualquiera que alguna vez haya compartido su hogar con un El compañero felino sabe que la bofetada inesperada, o el golpe juguetón, aunque a veces doloroso, es un rito de iniciación.

8 “¡Deja de lamer mi chuleta de cerdo!”

Jon es conocido por su incomparable habilidad para navegar en el torbellino del absurdo felino, la energía incontenible de Odie y la pura locura que define la vida cotidiana. Sin embargo, incluso un personaje tan resistente como Jon tiene sus límites. En este cómic, Jon se encuentra con el cómico enigma de defender su plato del apetito insaciable de Garfield, solo para intentar acorralar el entusiasmo desenfrenado de Odie. En un final inolvidable, Jon llega a un punto de ruptura, familiar tanto para los dueños de mascotas como para los padres, y recurre a meterse la comida en la boca. Este escandaloso escenario captura la experiencia universal de las personas que se esfuerzan por mantener la compostura en medio del delicioso caos que a menudo define la propiedad y la crianza de una mascota.

7 “¡No, no fingiré ser Peggy!”

En el caprichoso mundo de garfield En los cómics, incluso una llamada telefónica a un “número equivocado” adquiere un giro inesperadamente hilarante. En este cómic en particular, Jon Arbuckle se encuentra recibiendo una petición peculiar. La persona que llama, que rápidamente reconoce el número marcado incorrectamente, da un paso audaz al preguntarle a Jon si estaría dispuesto a “finge ser Peggy.” El humor de este cómic radica en la razón no declarada por la que la persona que llama le pediría a Jon que se hiciera pasar por una mujer, dejando que la imaginación de los lectores llene el espacio en blanco. Es un excelente ejemplo de la habilidad de Davis para tomar sucesos cotidianos y ordinarios e infundirles un astuto humor adulto.

6 “¡Me estoy tocando los dedos de los pies!”

Más allá de su amor por la comida, Garfield es conocido por su absoluta aversión al ejercicio, un tema recurrente que Jim Davis entrelaza hábilmente en los cómics. Esta joya cómica en particular resalta el humor de este motivo recurrente. Jon Arbuckle, siempre optimista, extiende una invitación a Garfield para que se una a él en una sesión de estiramientos tocando los dedos de los pies. Sin embargo, en lugar de inclinarse para tocarse los dedos de los pies, como pretendía Jon, Garfield extiende su pata hacia los desprevenidos dedos de los pies de Jon. Es esta inteligente inversión de expectativas y el comentario divertido pero conmovedor sobre la legendaria pereza de Garfield lo que define el encanto de este cómic.

5 Abejas…

Donde el diálogo humorístico es un sello distintivo de garfield, Jim Davis demuestra magistralmente que, a veces, una situación cómica puede desarrollarse de manera aún más brillante sin diálogo. Este cómic rompe con la tradición y confía en el arte para transmitir la hilaridad del momento. Y lo logra con gran éxito, ya que Garfield, el felino egoísta, no duda en señalar con su pata en dirección a Jon, informando a las abejas, que están buscando sus flores, de dónde ha ido el culpable del robo de flores. Es una comedia muda que se basa en señales visuales, pero la recompensa es nada menos que desenfrenada, ya que el último panel revela a un Jon con el rostro gravemente herido y una cita desconcertada.

4 “Estoy aburrido de mi vida”.

En el mundo de los cómics de Garfield, el humor prospera en la sencillez. Esta tira cómica, un testimonio de la destreza cómica de Jim Davis, ejemplifica el talento de Garfield para ofrecer asados ​​sin esfuerzo. Jon Arbuckle, expresando su aburrimiento de la vida, se convierte en el objetivo del mordaz ingenio de Garfield, cuando el felino responde: “Yo también estoy aburrido de tu vida..” Es un insulto claro y conciso que resuena entre los lectores universalmente. Lo que hace que este cómic se destaque es lo identificable que es; muchos dueños de gatos no pueden evitar imaginar a sus propios compañeros felinos haciendo bromas similares si tuvieran el don de la palabra. Encapsula lo que garfield Los cómics se destacan al transformar los momentos cotidianos de la vida en joyas de humor universal que dejan a los lectores sonriendo.

3 “¡Vamos a jugar!”

en este clasico garfield Cómico, la exasperación de Jon suena cierta para cualquier dueño de un gato que se haya encontrado en una situación similar, si no exactamente la misma, en la que su gato de repente decide que el momento más inconveniente es el momento perfecto para jugar, exigiendo atención implacablemente. Sin embargo, como sabe cualquier dueño de gato, en el instante en que su compañero peludo se harta, señalan sin ceremonias el final del tiempo de juego con un mordisco o rasguño rápido, como si fuera idea del dueño jugar todo el tiempo. Es esta historia universal y atemporal del “tiempo de juego del gatito” lo que hace de este cómic una joya preciada entre los fans.

2 “Olvidaste mi cumpleaños”.

El egocentrismo sin remordimientos de Garfield es una de sus características más definitorias, así como una fuente inagotable de humor. En ninguna parte esto es más evidente que en esta tira cómica, donde Jon, en un intento de celebrar su cumpleaños, confronta a Garfield con la dolorosa revelación de que el felino aparentemente se olvidó de la ocasión. En un momento que resume perfectamente el atrevido individualismo de Garfield, responde con un tono excesivamente alegre: “no, no lo hice. ¡No me importaba!” Es una respuesta insensible y, seamos realistas, grosera, pero los lectores no pueden evitar estallar en carcajadas ante la extrema franqueza de Garfield, incluso si está impregnada de puro egoísmo.

1 ¿¡Miseria!?

garfield está en su mejor momento cuando no solo ofrece humor, sino que lo hace al mismo tiempo que encapsula la esencia del personaje de Garfield con perfección. En esta tira, la convergencia del amor de Garfield por la comida y el egocentrismo da como resultado un escenario que es sin complejos Garfield. Después de una experiencia cercana a la muerte que involucró un incidente de asfixia con un maní, Jon reprende a Garfield por su falta de ayuda. Sin embargo, la respuesta de Garfield es nada menos que clásica: con entusiasmo infantil, exclama: “¡¿Tenemos maní?!” Es una escena que se encuentra entre las más verdaderas de garfield cómics, que encarnan la naturaleza fundamental del personaje y lo que hace que este cómic sea tan tremendamente divertido.


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