Los 10 gráficos que explican el impacto de la crisis sanitaria sobre el empleo

La caída en la ocupación. Después de seis años consecutivos creándose empleo, el coronavirus ha cortado en seco la trayectoria. Aunque en 2019 se había enfriado la recuperación, el golpe de la pandemia no se esperaba ni, en consecuencia, el desplome laboral que ha llegado con ella. La destrucción de empleo vista en algunos momentos del año recordaba los peores momentos de la Gran Recesión. Finalmente, el año se ha cerrado con 622.600 puestos de trabajo menos.


Variación en la ocupación

Variación en la ocupación

Variación en la ocupación

El aumento de parados. La evolución del paro ha sido inversa a la del empleo. Su evolución no solo depende de la creación o destrucción de puestos de trabajo. También juega un papel la evolución de la población activa. No obstante, se ha quebrado la buena racha. En 2013 comenzó a reducirse el número de parados y en 2020 ha vuelto a subir. Aunque su impacto ha sido amortiguado por los ERTE, la subida final ha sido de 527.900.


Variación de los parados

Variación de los parados

Variación de los parados

La población activa

El confinamiento provocó una gran caída de la población activa, el colectivo de personas en edad y disposición de trabajar, como no se había visto hasta la fecha. Las limitaciones del encierro llevaron a que muchos de quienes perdieron su empleo no pudieran ser considerados parados y, por tanto, salieron teóricamente del mercado laboral en primavera. Ya han vuelto y al acabar 2020 el mercado laboral español ya ha recuperado el tamaño que perdió, al superar otra vez los 23 millones de personas.

Afectados por ERTE. Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se han convertido en el salvavidas de centenares de miles de empleos hasta el momento. Se acaban de prorrogar hasta el 31 de mayo. En los peores momentos del confinamiento llegaron a afectar a 3,4 millones de asalariados. Y a ellos habría que sumar a los autónomos que se acogieron a las ayudas. En el último trimestre del año, la EPA contó casi 500.000 personas en ERTE.


Los afectados por los ERTE

Los afectados por los ERTE

Los afectados por los ERTE

La tasa de paro vuelve a subir y se dispara entre los jóvenes. El paro es la gran asignatura pendiente de la economía española en la democracia. Cuando llegó el coronavirus y después de seis años de recuperación, la tasa de paro todavía estaba por encima del 13%, un porcentaje que en cualquier otro país desarrollado se consideraría inaceptable y que en España está por debajo de la media de las últimas cuatro décadas. El ejercicio ha acabado con una tasa del 16,13%. Entre los jóvenes menores de 25 años, la cifra es todavía más alta (40,1%).

El golpe a los hogares más vulnerables. El número de hogares con todos sus miembros en paro bajó por primera vez del millón en el verano de 2019 después de 10 años por encima. El coronavirus ha vuelto a elevar ese listón bastante por encima, el año ha acabado con 1.197.000. Hay una cara más dura en estas cifras, la de hogares sin ingresos que en 2020 se ha quedado en 609.900 hogares.

Tasa de paro de las comunidades. El mercado laboral español sigue teniendo una nítida división en dos. La comunidades del sur suelen tener una tasa de paro bastante más alta que las del norte y, además, es habitual que las crisis les afecten más. De nuevo ha vuelto a verse en esta ocasión. En varias (Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla) ha vuelto a superarse el 20% de desempleo. En cambio, el País Vasco, Cantabria o Navarra han resistido mejor el embate.


Tasa de paro por comunidades

Diferencia de la tasa de paro, en puntos,

respecto al cuarto trimestre de 2019

Tasa de paro por comunidades

Diferencia de la tasa de paro, en puntos,

respecto al cuarto trimestre de 2019

Tasa de paro por comunidades

Diferencia de la tasa de paro, en puntos, respecto al cuarto trimestre de 2019

Castilla y León, Asturias

0,4

Temporalidad. Si el paro es la gran asignatura pendiente del mercado laboral español, la temporalidad no lo es menos. El gran peso de los contratos temporales entre los asalariados ―normalmente el mayor de Europa― favorece un comportamiento bulímico del empleo: grandes creaciones de puestos de trabajo en las épocas de bonanza y destrucciones de empleo sin parangón en las recesiones. Esto se observó, principalmente, en los primeros compases de la pandemia. Posteriormente, la tasa de temporalidad se ha recuperado y ha cerrado 2020 en un 24,6%.

Todos los sectores pierden. Los cuatro grandes sectores de la economía han acabado 2020 con menos trabajadores de los que empezaron. No obstante, si hay uno que se ha llevado la peor parte, sin duda, han sido los servicios. La hostelería, el comercio o el transporte son actividades encuadradas en este sector y todas se han llevado el golpe más duro durante esta crisis. Eso se ve en la evolución del empleo y, también, en los ERTE.


Ocupados por sectores respecto a 2019

Ocupados por sectores respecto a 2019

Ocupados por sectores respecto a 2019

El sector público evita una caída mayor. La caída del empleo sería mayor si solo se tuviera en cuenta al sector privado, que ha destruido empleo con nitidez (casi 750.000 ocupados menos que hace un año). En cambio, las Administraciones han aumentado sus plantillas. Las contrataciones en las actividades sanitarias, educativas y administrativas a las que ha forzado la pandemia ha empujado al empleo público (125.800 ocupados más).


Ocupados en el sector público y privado

En miles de personas y variación

sobre el año anterior

Ocupados en el sector público y privado

En miles de personas y variación sobre el año anterior

Ocupados en el sector público y privado

En miles de personas y variación sobre el año anterior


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