Fenómenos sin precedentes, regresos gloriosos, sorpresas, escándalos… la NBA ha tenido de todo en este 2022
Un año en la NBA da para mucho pero, en concreto, este 2022 ha tenido de todo: Fenómenos sin precedentes, regresos gloriosos, sorpresas, escándalos… hitos inéditos también para el baloncesto español. Vamos a echar un vistazo a los mejores momentos ahora que casi ya estamos en la última semana del año.
Un fenómeno sin precedentes
Victor Wembanyama, el unicornio perfecto
Su brutal impacto podría, por qué no, podría perfectamente ocupar el primer lugar de la lista, pues lo suyo es un fenómeno sin precedentes, convertida ya en una estrella de la NBA reconocida por todos y alabado por leyendas en activo como LeBron o Curry sin ni siquiera haber debutado. La rápida visita de Victor Wembenyama a América en septiembre para jugar un doble amistoso con sus Metropolitans 92 contra los Ignite de la G-League fue algo como el paso de una deslumbrante estrella fugaz que algo muy raro tiene que pasar para que no se instale en la constelación de la NBA como número 1 del próximo draft. 36,5 puntos, 7,5 rebotes, 2 asistencias, 4 tapones de media y 22/44 en tiros de campo en esos dos partidos, la intrigante pregunta es hasta dónde puede ser capaz de llegar un tío que, con sus 2,20, puede hacer de todo y todo bien, pívot, base, escolta y lo que quiera a sus 18 añitos.
Y tales y tantas pasiones ha levantado que la misma NBA, en un hecho insólito, se ha puesto a retransmitir gratis sus partidos en la liga francesa y se llegó a hacer algo como una ‘lista negra’ de todos aquellas franquicias que sospechosas de entregarse al ‘diablo’ y dejarse perder para obtener una mejor posición en el draft, lo que se conoce como tanking vaya.
No obstante, en una de las apariciones del año -aunque a él no le hace ni pizca de gracia las comparaciones-, hay quien piensa que el tipo de jugador ideal que representa Wembanyama ya ha llegado a la liga con Bol Bol. El hijo del mítico Manute Bol tiene las cualidades de su padre y mucho y la tregua que le han dado las lesiones le han permitido por fin presentarlas en Orlando a sus 23 años. Como sea, Kyrie Irving pone en aviso a todos: “Son chicos que pueden hacer mucho más en el baloncesto y tenemos que estar preparados. Es la transformación que está viniendo a la liga”.
La dinastía continúa
Los Warriors, otra vez en lo más alto
El futuro pertenece a Wembanyama pero, todo lo que se diga son puras elucubraciones que no pueden eclipsar lo que ya ha sido y sucedido. Como la dinastía de unos Golden State Warriors, que por mucho que estén como estén ahora, se ha seguido expandiendo este año con el cuarto anillo en 8 años (2015, 2017 y 2018).
Con todo el tiempo que es casi una década en el deporte profesional y más en la NBA, el trío Stephen Curry – Klay Thompson – Draymond Green, con el apoyo de otro clásico como Andre Iguodala y bajo la dirección del de siempre, Steve Kerr, ha pasado por encima del inexorable paso del tiempo, graves lesiones como sobre todo la de Klay y la insistencia de todas esas voces que sugerían un fin de ciclo.
Y lo han hecho con su veloz, divertido y coral baloncesto de siempre, subrayando la valía de otros más jóvenes que ya se han puesto al frente de la empresa -los Kevon Looney, Andrew Wiggins o Jordan Poole-, y deshaciéndose en las Finales de unos guerrilleros y emergentes Boston Celtics a los que nadie esperaba y ya todo el mundo espera de cara a un 2023 que debe ser su confirmación y la de Tatum. En los Warriors, en cambio, todo es preocupación e incertidumbre. Pero que les quiten lo bailado.
El esloveno va a por el MVP
Luka Doncic, a un nivel aún superior
Para confirmación, con todas las virtudes que le distinguen de los demás para ser un astro todavía más diferencial, la de Luka Doncic. La calidad y la cantidad de sus exhibiciones casi que no pueden medir, pero, como hito más destacado, se puso a encadenar un partido tras otro a principios de temporada con 30 puntos o más hasta llegar a 9, algo que no se hacía desde 50 años, algo sólo firmado por Wilt Chamberlain y no logrado por nadie más, ni por Michael Jordan. Exuberante en sus dones, capaz de desfigurar los planteamientos rivales con su envergadura siendo base y astuto como pocos para ordenar unos movimientos u otros en ataque según le convenga, lo único que le faltaba era ese punto más de físico y ya lo tiene.
Ya no se mueve en las bárbaras cifras de principio de temporada -36 puntos de media-, y con los 32,2 actuales se sitúa por debajo de los 32,5 de Joel Embiid pero sigue liderando la conversación por el MVP. Dallas dio un salto junto a él en los play-offs despidiendo a los Suns y exigiendo a los Warriors en las Finales de Conferencia pero, a nivel colectivo, hay más dudas de lo que pueda hacer esta temporada Luka, que debe relajarse en las técnicas por reprocharlo algo mirando por sus intereses y los del equipo.
‘Liadas’ y exhibiciones
Las locuras varias de Irving
Año de locuras bipolares de Irving, tan genial en la pista como imprevisible y desesperante con un micro o un móvil entre manos, como si fuera un juego de azar en sí mismo. El cuestionado base de los Brooklyn Nets empezó el año zanjando una polémica del año anterior logrando que la franquicia neoyorquina le permitiera jugar pese a no estar vacunado contra el Covid-19 aunque sólo estuviera disponible en los partidos de casa. Y ha cerrado 2022 haciendo estallar otra controversia aún más grave concluida antes, en parte gracias a las expeditivas medidas de los Nets.
A Irving se le ocurrió a finales de octubre publicar en Twitter el link de una película antisemita pero la franquicia neoyorquina le hizo entrar rápido por vereda suspendiéndole y no permitiéndole jugar hasta que llevara a cabo una serie de acciones para pedir perdón. Y entre polémicas, recitales intercalados, con los 60 puntos contra los Magic del 15 de marzo como máxima expresión de su talento y como anotación más alta del año junto a los 60 también de Karl-Anthony Towns ante los Spurs un día antes. En un año de varias anotaciones bestiales como los 58 tantos de Devin Booker contra los Spurs, los 56 de LeBron ante los Warriors o los 59 de Embiid frente a los Jazz, sólo Towns se ha puesto a la altura del tan inspirante como desquiciante Irving.
Udoka, Sarver, Primo…
Un año de escándalos
Aunque Irving merezca un capítulo aparte con los suyos, ha sido un año de muchos escándalos en la NBA, tantos, que mejor agruparlos en un solo punto: la suspensión de Ime Udoka como entrenador jefe de los Celtics por relación íntima consentida pero inapropiada con una empleada de la franquicia y la suspensión de Robert Sarver como dueño de los Suns por promover un ambiente tóxico de trabajo con actitudes machistas y racistas entre otras conductas y con el banquero del sector de las hipotecas Mat Ishbia como inminente comprador de la organización.
También el puñetazo de Draymond Green a Jordan Poole en un entrenamiento, el corte de Joshua Primo por parte de los Spurs por exponerse varias veces desnudo a la psicóloga del equipo, el caso violencia de género con su esposa del jugador de los Hornets, Miles Bridges, ahora agente libre restringido. Escándalos todos ellos protagonizados por las franquicias y no por la NBA como liga, desbordada a nivel comunicativo como organización ante tal alud de controversias extradeportivas.
El movimiento del año en el mercado
La operación James Harden -Ben Simmons
La llegada de Donovan Mitchell, el, por ahora, infructuoso desembarco de Rudy Gobert en los Timberwolves, la sorprendente marcha de Dejounte Murray de los Spurs a los Hawks para juntarse con Trae Young, el ‘win-win’ de Indiana Pacers y Sacramento Kings con el intercambio Domantas Sabonis – Tyrese Haliburton… Han sido varios los movimientos destacados en el mercado este año pero ninguno como la operación que mandó a James Harden a Philadelphia y a Ben Simmons a Brooklyn, por el calibre de los jugadores y por el momento, sacudiendo la liga en el último día de la ventana invernal en febrero.
Y siendo el segundo año seguido que Harden, harto esta vez de Irving, forzaba su salida a media temporada tras el trayecto Houston – Nueva York en 2021 en su búsqueda desesperada del anillo. Visto el rendimiento de ambos, buen negocio el que han hecho Sixers y Nets.
Un regreso triunfal
Klay Thompson, espíritu de superación
Ya han sido nombrados los Warriors pero lo de Klay Thompson merece un capítulo aparte, historia de superación la suya para envolver todavía de más mérito sus éxitos. Tras tener que soportar mucha paciencia y dolor, más dos años fuera después de encadenar una rotura de ligamento cruzado anterior y una rotura de tendón de Aquiles entre junio de 2019 y enero de 2022, la otra mitad de Steph Curry regresó a principios de año. Y lo mejor es que fue él, no tan lejos del Klay de toda la vida, 20 puntos de media en 29 minutos y un 38,5% en triples con más de 9 intentos por partido en lo que jugó de temporada regular. Y para poner el lazo más elegante y hacer de su regreso el más bonito, otro anillo enfundado.
2022 ha sido un año de vuelta de varios ídolos que se lo han currado tras padecer graves lesiones, también la de un Kawhi Leonard que espera que la rodilla le deje por fin en paz, la de Jamal Murray y, sobre todo, la de un Zion Williamson, que se ha puesto manos a la obra rápido para justificar su número 1 del draft en 2019, con 25 puntos, 7,2 rebotes y 4,7 asistencias en 33 minutos para el compañero de Willy Hernangómez en los New Orleans Pelicans.
El inesperado resurgir
La nueva vida de Russell Westbrook
En el declive de Russell Westbrook se personificaba también el de los Lakers. Así que el nuevo entrenador de los de púrpura y oro, Darvin Ham, tomó en octubre una decisión tan firme como valiente, una que ningún colega suyo había tomado en 14 años: sentar a ‘Russ’ en el banquillo de inicio. El primer experimento fue en pretemporada y tan poco le gustó al base que su explicación de una leve lesión muscular que sufrió rozó lo ridículo: era porque había salido desde el banco y desconocía la rutina de calentamiento de los suplentes. Pero lo que parecía ser su fin fue su resurgir.
En su nuevo rol, el MVP de 2017 es tan influyente como feliz como demuestra con sus bailes, 14,5 puntos, 7,6 asistencias y 1 robo de promedio en 28 minutos para opositar al premio de Sexto Hombre del Año y ser el diferencial director de juego en una segunda unidad de los Lakers tan falta de talento. Tanto ha sorprendido que, en contraste con la abrumadora unanimidad que había en la franquicia angelina en cuanto a deshacerse de él cuanto antes, ahora hay un intenso debate interno en los despachos.
Segundo MVP seguido
Jokic y el dominio del basket europeo
Nikola Jokic refrendó con su segundo MVP consecutivo muchas certezas: su dominio en la liga, la consolidación definitiva del pívot moderno, otro triunfo más del baloncesto europeo, cuarto año consecutivo que un jugador del Viejo Continente es proclamado mejor jugador del mundo tras las nominaciones de Giannis Antetokounmpo de 2019 y 2020 y la primera del serbio en 2021. Lo hizo, además, en una temporada en la que se tuvo que multiplicar con las lesiones de Jamal Murray y Michael Porter Jr, pívot pero también más base que nunca, acabando con 27 puntos con un 58% en tiros de campo, 13,8 rebotes y 8 asistencias. Tras superar a ‘Anteto’ y Embiid por el galardón, se encuentra en buena posición para repetir pese al fuerte arranque de Luka Doncic y Jayson Tatum. De ganarlo de nuevo, lograría un tercer MVP seguido, algo que sólo han logrado Bill Russell, Wilt Chamberlain y Larry Bird.
El entrenador con más victorias
Gregg Popovich, más eterno
Un homenaje a todo lo que ha aportado a la NBA tanto a nivel táctico como humano, un reconocimiento a su permanencia en el tiempo, no sólo por su constancia sino también por su capacidad y flexibilidad para evolucionar.
En marzo, Gregg Popovich adelantaba a Don Nelson como entrenador con más victorias de la liga -ahora suma 1.354 con un tremendo porcentaje de éxito del 65,3%-, para añadir otro honor a su increíble carrera, esa en la que tanto ha cambiado su carácter y su estilo de su juego, del hombre áspero y militar con sus jugadores al tipo abierto y afable, del rocoso baloncesto de pintura de finales de los 90 con las Torres Gemelas -Tim Duncan y David Robinson-, basado en la defensa al alegre y coral estilo manifestado por el pomposo tridente Duncan – Parker – Ginóbili como otra de sus obras maestras al lado de su colección de anillos con los Spurs (1999, 2003, 2005, 2007 y 2014).
Y tras más de 25 años en San Antonio, a sus 73, sigue en plena reconstrucción de la franquicia, ralentizada además con la marcha de Murray. No hay más explicación que su pura pasión.
Otro hito para el basket español
La histórico noche de Jordi Fernández
Quizá no tuvo tanto impacto a nivel NBA -aunque sí en los Kings-, pero lo tuvo todo en España. Y, de hecho, es el acontecimiento del año del basket español en la mejor liga del mundo y merece también una mención especial.
No estaba previsto y a buen seguro tendrá la oportunidad de sentarse en un banquillo como primer entrenador de manera permanente, pero Jordi Fernández (Badalona, 1982) vivió una noche de ensueño la semana pasada en Toronto al convertirse en el primer entrenador del país que dirige un partido de la NBA como primer técnico. Sucedió tras la expulsión del primer técnico de los Kings, Mike Brown, y la franquicia de California ganó para que los jugadores acabaran mojando en el vestuario al técnico de Badalona, ex Cavaliers y Nuggets.
Mención especial
Muere Bill Russell, el señor de los anillos
El capítulo más especial de la lista al margen del top-10, para sellarla, corresponde a Bill Russell. Nunca la muerte de nadie es un momento destacado pero en este caso, el fallecimiento en julio a los 88 años del jugador que más anillos ganó en la NBA con 11, sirvió para que se le diera un nuevo reconocimiento, competitivo hasta la extenuación, el punto de que vomitaba antes de jugar con la intensidad que le echaba, generoso en la defensa de los derechos sociales.
Se enfundó los anillos de 1957, 1959, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964, 1965, 1966, 1968 y 1969 -los dos últimos como jugador entrenador-, tantos que no le cabían en dos manos enteras. La NBA, como distinción única y especial, ha retirado el número 6 de todas las franquicias. También querrán darle su particular reconocimiento los Celtics este año con el asalto al 18º anillo ahora que están tan bien. Russell se lo merece todo.
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