El tostador es uno de los pequeños electrodomésticos más fáciles de utilizar en la cocina. Sin embargo, hay una serie de errores que se cometen con frecuencia a la hora de usar el tostador, muchas veces por simple desconocimiento. Por suerte, son fáciles de corregir para sacar el máximo provecho de este pequeño electrodoméstico y conseguir un tostado perfecto.
Errores más comunes al utilizar el tostador
El funcionamiento es muy similar al del horno, así que debes tener muy en cuenta el calor residual. Después de calentar las primeras rebanadas de pan, el tostador se mantendrá caliente, así que necesitarás menos tiempo para tostar las siguientes rebanadas.
¿Cuándo fue la última vez que limpiaste la bandeja recogemigas? Es muy importante que lo hagas con frecuencia porque, de lo contrario, el tostador se volverá poco higiénico.
Por supuesto, debes evitar el uso de elementos metálicos, como un tenedor o un cuchillo, para mover la rebanada de pan o quitar la miga una vez el tostador esté encendido. Es muy peligroso porque puedes recibir una descarga eléctrica.
Nunca desconectes el tostador agarrando el cable y tirando de él de la pared, aunque esto es algo que hace casi todo el mundo. A la hora de desenchufar cualquier aparato, la forma correcta de hacerlo es agarrándolo del enchufe de la pared.
Si quieres prepararte un sándwich, evita ponerle demasiados ingredientes porque no se hará bien en el tostador. Es más, pueden escurrirse y acabar en los cables, haciendo que se sobrecalienten e incluso quemen.
Calentar alimentos que se derriten, como por ejemplo el queso, en el tostador, no es una buena idea. Al derretirse, podría gotear sobre los cables y estropearlo. ¡Mucho cuidado!
Como resulta lógico, tienes que ajustar la configuración para conseguir el tostado perfecto. Hay modelos muy avanzados que ofrecen diferentes posibilidades.
¿Sabes cómo colocar correctamente el pan en la tostadora? Tienes que ponerlo de tal manera que la parte exterior del pan se encuentre más cerca de los lados del tostador para aprovechar al máximo la distribución del calor y consiguiendo que quede crujiente por fuera y tierno por dentro.
Los expertos recomiendan limpiar el tostador a fondo cada tres meses aproximadamente, aunque la frecuencia depende de cuánto lo utilices. Utiliza paños de microfibra y cepillos para llegar a todos los rincones.
Y, por último, durante el proceso de decisión de compra, elige una tostadora que se adapte a tus necesidades particulares. Si necesitas tostar varias rebanadas de pan al mismo tiempo, compra una con más ranuras.
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