Wilfried Mbappé y su hermano Pierre hablan mucho de fútbol. El tío de Kylian, entrenador en Sedan, es su consejero espiritual, un guía futbolístico que le señala todos eso detalles que sólo un técnico fija en la retina. Leonardo de Araujo conoce bien a la familia Mbappé. A todos. El Director Técnico del Paris Saint Germain tiene clara su apuesta de futuro y sobre quién construirá el PSG su presente y su futuro y no es otro que Kylian Mbappé.
Podrían pensar que Leonardo siendo brasileño debería tener cierta predilección por Neymar. Nada más lejos de la realidad. Si por él fuera lo había traspasado antes de ayer al FC Barcelona. No podía por una cuestión más de honor que de fútbol, pero Leo está más que harto de la actitud de Neymar, de su vida disoluta, de sus actitudes, de como gestiona su vida, y más aún de como todo esto puede afectar a su equipo.
Mbappé es otra historia. Elegante en el campo y en su vida, determinado, extraordinario, con una profunda educación deportiva que le hace entender este deporte como una profesión en la que no vale sólo con el talento.
Desde el verano que todos los focos seguían la operación Neymar a tres bandas Barcelona-Paris-Madrid, que Leonardo empezó a hablar con Mbappé y su familia. Ellos deciden. Casi tanto como la abogada del jugador Delphine Verbeyden, discreta, casi tanto como Leonardo, una persona que no influye en las decisiones futbolísticas pero sí en las empresariales.
Leonardo tiene claro que los 220 millones de Neymar, los que pedirá al Barça cuando se sienten de nuevo, son para la renovación de Mbappé. El campeón del mundo acaba contrato en el 2022 pero no quiere el director técnico sufrir con la renovación del futbolista que según el brasileño cambiará la historia del PSG.
Mbappé merece ser el jugador mejor pagado del mundo. Por encima de Leo Messi, piensan en Paris. No porque no consideren aún a Leo el mejor del mundo sino porque piensan que el futuro será de Kylian.
Sabe Leonardo que el Real Madrid está al acecho. Sabe Leonardo que el Real Madrid tiene además a Zidane, al que Kylian adora por sus orígenes y su fútbol. Por eso no quiere dejar ni un detalle al azar. Por eso insiste que Neymar no le hará sombra y que él será la gran estrella sobre la que gire el universo PSG. Por eso los 220 millones de euros de Neymar serán para Mbappé.
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