En el momento más crítico para su equipo, Kevin Durant se adueñó del partido. Los tres minutos previos al descanso encierran la esencia de uno de los mejores jugadores de la era moderna. Un 2.10 m. con una facilidad desarmante para anotar y una movilidad que condiciona las dos canastas.
En ese brevísimo tiempo sumó 13 puntos (todos los de los Brooklyn Nets), dos robos y dos tapones. Terminó la noche con 44 puntos. Y ni eso bastó para salvar la mejor racha de la NBA. Después de 12 victorias seguidas, los Nets cayeron en Chicago (121-112).
El arranque de Durant prendió el único momento lúcido de los Nets en toda la noche. Recortó a 10 puntos una diferencia que se había disparado hasta los 18, y arrastró a su equipo de vuelta a un partido al que había llegado mal y tarde.
Brooklyn, que después de unos meses de tumulto había crecido desde la defensa, encajó 40 puntos en el primer periodo. Entre Durant y Kyrie Irving (25) pusieron a los Nets a solo tres puntos al inicio del tercer cuarto. Pero no pasarían de ahí.
Kevin Durant anotó 15 puntos en el primer cuarto. 28 al descanso. Y 11 más en el tercer cuarto. Pero más allá de su mano derecha y un certerísimo Seth Curry (22 puntos, 6/7 en triples) hubo pocas alternativas que funcionaran. Ben Simmons cortó al fin su sequía desde el tiro libre y anotó el primero en seis semanas, pero volvió a quedarse por debajo de los 10 puntos (y los falló los tres siguientes).
La escasez de pólvora saboteó los intentos de remontada, pero los problemas en defensa fueron definitivos. Los Chicago Bulls encontraron siempre la vía de anotar para salir del apuro, liderados por Nik Vucevic (22 puntos, 13 puntos) y los jóvenes Patrick Williams (22) y Ayo Dosunmu (17). Ni la ausencia de Zach LaVine, o la lesión de Alex Caruso frenaron a los Bulls, que gracias a este triunfo vuelven a puestos del ‘play-in’.
La derrota corta esas 12 victorias seguidas y priva a los Nets de igualar con los Celtics como colíderes del Este. “Ellos estaban desesperados por ganar, y nosotros habríamos necesitado esa misma desesperación”, lamentó Jacque Vaughn, recién nombrado mejor entrenador del mes en su conferencia.
La racha ha terminado, pero ha servido a Brooklyn para devolver el protagonismo a la pista. Después de un año convulso, plagado de problemas extradeportivos, la llegada de Vaughn al banquillo y la vuelta de Irving han desplazado a los Nets del borde del colapso al grupo de aspirantes de la NBA.