Los 5 mitos y verdades del acné

Tener granos es algo por lo que todos pasamos, especialmente cuando llega la pubertad y las hormonas se revolucionan, pero lo cierto es que los problemas de acné se pueden alargar y en algunas ocasiones aparecer incluso durante la edad adulta, de modo que si sufres de acné lo mejor es acudir al dermatólogo para que averigüe la causa, si bien muchos son los mitos en torno al porqué de tener granos.

Los 5 mitos y verdades del acné

Cuando sufrimos de acné son muchas las causas que se pueden identificar. De ahí que se haga necesaria la intervención de un especialista, ya que solo el dermatólogo va a ser capaz de averiguar qué causa nuestro acné y con ello que podamos recibir el mejor tratamiento.

Pero da la sensación de que como prácticamente quién más y quien menos ha sufrido de acné, o de la aparición de granos en momentos puntuales de su vida, es normal que se hayan extendido varios mitos al respecto, que es mejor desmentir, aunque alguno que otro sí que puede tener parte de verdad. Veamos entonces cuáles son los mitos y verdades del acné.

El acné es causado por tener la piel sucia

Comencemos con un mito que en parte sí que puede ser verdad. Si no limpias tu piel adecuadamente, no hay duda de que el riesgo de desarrollar acné es mayor. Pero, en cualquier caso, el acné en sí nunca es causado por suciedad que no eliminamos correctamente; sino que en realidad, esta condición solo puede empeorar una situación ya comprometida. Las causas del acné son, de hecho, el exceso de sebo, la bacteria Cutibacterium Acnes, la acumulación de células muertas y los cambios hormonales.

Una piel que se limpia todos los días con una doble limpieza es ciertamente mejor que una en la que los poros están bloqueados por el sebo y las células muertas, pero creer que el acné está formado por suciedad podría llevar a una limpieza excesiva. Limpiar demasiado significa dañar la piel: de hecho, podríamos comprometer la barrera hidrolipídica natural o dejar la piel seca, marcada y frágil. Por lo que es mejor limpiar la piel por las mañanas y por las noches y aplicar cremas o el tratamiento que nos recete el dermatólogo para acabar con el acné poco a poco.

 El sol hace que el acné desaparezca

Seguro que has notado que en verano, después de un largo día de sol y con la protección solar necesaria, nuestra piel luce mucho mejor. Seguramente los rayos UV tienen el poder de mejorar la piel propensa al acné, pero este efecto es solo temporal y pronto el acné se mostrará en todo su – pequeño – esplendor.

Evitemos caer en el error de exponernos horas y horas todos los días en verano: tomar demasiado sol, de hecho, conduce a poros, manchas y arrugas dilatadas, acelerando el proceso de envejecimiento de la piel. No creamos que debamos llevarnos a casa todos estos efectos negativos por unos días sin acné. Lo mejor es ser consecuente con un ritual de belleza adecuado para nuestra piel propensa al acné y aplicar siempre un SPF para renovarlo cada 1-2 horas durante la exposición.

La pasta de dientes es el remedio

Creer que la pasta de dientes puede solucionar el acné es una idea tan antigua como el mundo y, afortunadamente, el mundo de la cosmética ha dado muchos pasos en otra dirección. Puede que ciertamente la pasta de dientes seque los granos y espinillas, pero también hará que la piel circundante sea extremadamente seca y frágil, con el riesgo de desarrollar irritación e imperfecciones en el futuro.

Es algo que solo afecta en la pubertad

Como ya comentamos al comienzo, el acné puede afectar a personas de cualquier edad, aunque las fluctuaciones hormonales de la adolescencia lo hacen más común en la fase de desarrollo. De hecho, una de cada tres personas desarrolla acné a los treinta y una de cada cuatro a los cuarenta.

Sin embargo, si el hecho de que el acné es una prerrogativa de la pubertad es un mito, es igualmente falso asumir que el acné adulto es algo fuera de lo común. Las hormonas pueden jugar malas pasadas en cualquier momento de nuestra vida. Si tienes treinta años y tu piel parece rebelarse, entonces no te extrañes: todo es normal y, a medida que llega, se te irá. De nuevo aquí te recomendamos la vista con el dermatólogo.

 El chocolate causa acné y espinillas

Si te encuentras con espinillas después de un atracón de dulces, seguramente el exceso de azúcar ha contribuido a formarlas pero lo cierto es que es todo un mito la afirmación de que el chocolate provoca el que te salgan granos y que sufras de acné.

Sí que es normal que si sigues una dieta poco equilibrada, con muchos azúcares procesados ​​y carbohidratos, la piel reaccionará produciendo más sebo y, en consecuencia, más imperfecciones como espinillas y granos, pero lo cierto es que el chocolate, especialmente cuando es amargo o chocolate negro, no interviene en este proceso y se puede comer sin problema (aunque cuidando siempre la dieta y procurando aumentar la ingesta de alimentos saludables).


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