“Hay muchísimas, muchísimas cosas que puedo mejorar, seguro. Así que todavía tengo mucho trabajo por delante. Con partidos casi todos los días es difícil, eso es más para el verano”, decía Luka Doncic a MD en un momento de la temporada pasada.
Una campaña en la que resulta que se vio al mejor Luka de siempre, con 32,4 puntos de media, con los 60 puntos de escándalo contra los Knicks y firmando récords que ni el mismísimo Michael Jordan con el de los encuentros seguidos registrando 30 tantos o más.
Pero, consciente de lo que puede llegar a ser con todo los demostrado a sus todavía cortos 24 años, la estrella de los Dallas Mavericks sabe que puede pulir aún muchos aspectos. Sobre todo, para alcanzar la cima de la que tan lejos se quedó la pasada temporada pasada.
“Siempre se puede mejorar. Hablamos de conseguir el campeonato, para conseguirlo hay que mejorar”, reconocía también el técnico del conjunto de Texas, Jason Kid, a MD. Estas son las asignaturas pendientes de un Doncic que se está machacando este verano para ser todavía más devastador:
Machacándose este verano
El físico
La crítica por excelencia que siempre ha perseguido a Luka Doncic. El esloveno tiene un cuerpo más bien propenso a poner kilos pero no es eso lo que se le reprocha, -sino’ su falta de pleno compromiso para estar en una forma óptima todo el año, lo que todavía no ha conseguido. Según datos de la NBA, el base pesa 104 kilos con sus 2,03.
Si bien el curso pasado empezó más fino y definido que nunca -lo que le permitió alcanzar un récord de Wilt Chamberlain de 30 puntos o más en los primeros 9 partidos-, pero en la recta final, y en el contexto del fracaso final de los Mavericks, se le echó en cara su falta de físico.
Sin embargo, y acercándose a su ‘prime’ por edad a sus 24 años, Doncic parece haberse puesto en serio
.Como algún que otro verano más, al ex del Real Madrid se le vuelve a ver en forma, pero gente que le conoce bien como el presidente de la Federación Eslovena, Matej Erjavec, asegura que nunca ha visto a entrenar tan duro a un Luka Doncic que no está perdonando ni un solo día de trabajo físico. Ya no basta con presentarse a la temporada en forma después de alguna que otra muy pasado de peso como la 21-22 en la que el propio base reconoció sus kilos de más.
Un agujero la pasada temporada
La defensa
Junto al físico, la defensa es el otro gran defecto con el que ha convivido hasta ahora el ‘77’. Cuando en diciembre de 2021 Doncic reconocía su falta de forma destacaba que se había convertido en un defensor más sólido.
Sin embargo, los datos no revelan precisamente que la última campaña fuera la mejor del esloveno en el aspecto defensivo, sino todo lo contrario. Si bien Doncic fue más demoledor que nunca en ataque con un rating ofensivo de 118 ante el 113,8 del curso anterior, mostró su peor rendimiento en defensa con un rating defensivo de 116,3, hasta 6 puntos más que la campaña anterior y el peor desde que llegó a la NBA.
Hay otra estadística también que deja en evidencia al base a la hora de proteger el aro como lo es la velocidad de sus esfuerzos defensivos, una buena medida para medir la calidad de un defensor dado que la distancia depende del rol que asume cada uno en defensa.
Doncic, al que Dallas deja al margen de la defensa del base rival para protegerle, es el segundo base de la liga que corre a una menor velocidad, 5,12 kilómetros por hora, la misma que un mal defensor como James Harden y sólo con Chris Paul con un registro peor, algo menos de 5,12. Por ponerlo aún más en contexto, Gary Payton II, el mejor defensor según velocidad en sus esfuerzos defensivos, promedia 7,15 kilómetros por hora.
Estar en una forma física permitirá a Doncic mejorar en el capítulo defensivo, pese a que muchos de sus errores vienen dados por faltas de atención como perder la espalda en las puertas atrás, así como no salir a puntear a tiempo los triples, algo que se puede achacar tanto a despistes como falta de capacidad física.
No obstante, Dallas como equipo tiene también mucho que ver en esto. Con Doncic cargando tanto peso en ataque, no se le puede exigir tampoco excelencia defensiva. Y en este nuevo intento de proyecto con el ex del Real Madrid y Kyrie Irving juntos en pista, Luka Doncic está más urgido a mejorar, con un físico mucho más portentoso para defender a diferencia de Kyrie.
Demasiadas faltas técnicas
La relación con los árbitros
Otra carencia a la que Doncic debe poner remedio a la de ya. Al esloveno a veces le pierden las protestas a los árbitros cuando vienen mal dadas y la última temporada recibió hasta 17 faltas técnicas, igualado con Trae Young y sólo superado por otros dos jugadores en la élite de los ‘broncas’ como Draymond Green (21) y Dillon Brooks (18).
Aparte de que el esloveno debe saber manejarse mejor en los malos momentos, lo que transmite también en términos de líder a sus compañeros no es nada alentador, pues lo que debe desprender el jugador referencia es calma y no inseguridad como es el caso.
Lo fácil, difícil para Doncic
Los tiros libres
En cuanto a la relación volumen-acierto, la pasada temporada fue la mejor del ‘77’ en los tiros libres, con un 74,2% con 10,5 lanzamientos por partido, cuarto jugador que más tira desde el 4,60 tras Giannis Antetokounmpo (12,3), Joel Embiid (11,7) y Shai Gilgeous-Alexander (10,9).
Sin embargo, el porcentaje sigue siendo relativamente bajo, sobre todo si se compara con la eficiencia de otras estrellas con volúmenes similares, con el 85,7% de Embiid (11,7 intentos), el 90,5% de Shai (10,9) y el 91,4% de Damian Lillard (9,6). Aún más bajo que Doncic está ‘Anteto’, con muchos problemas la anterior campaña con un escaso 64,5% (12,3).
Porque a veces los genios lo más fácil les resulta lo más difícil, el esloveno padece el mismo problema sin ir más lejos que LeBron, que nunca ha alcanzado el 80% en sus 20 años en la NBA como tampoco ha sido capaz de hacerlo el base, aunque la relación volumen-acierto deja en peor lugar a ‘The King’, con sólo un 76,8% el último curso con 6 tiros.
Mucha culpa la tiene Dallas
Los triples
Defecto con asterisco. Luka Doncic nunca ha conseguido acabar una temporada sin llegar al 36% en triples, con el 35,3% con 8,8 tiros de la campaña 22-23 como mejor registro, bajando a un 34,2% con 8,2 intentos el pasado curso.
Sin embargo, el acierto es altísimo cuando se considera los tipos de triples que tira el esloveno, de muy alta dificultad porque él mismo es quien se tiene que crear la gran mayoría de lanzamientos.
De hecho, el esloveno es el jugador de la NBA con una mayor proporción de triples no asistidos entre los que anota, con un 78,4%, un porcentaje desmesurado si se tiene en cuenta la diferencia con el segundo, Shai Gilgeous-Alexander (69%), y también con respecto al mejor triplista de todos los tiempos y conocido especialmente por su don para fabricarse los triples, Stephen Curry. A la estrella de los Warriors casi le dobla (40,7%). A Doncic casi no le dan casi tiros de tres fáciles de sólo recibir y tirar.
“No hay muchas opciones de ‘catch and shoot’ cuando recibo el balón. Me gustaría tener más situaciones, sí, pero no hay muchas opciones”, reconocía el ‘77’ a MD la campaña anterior.
Irving le tiene que ayudar
Saber jugar sin balón
La falta de situaciones de recibir y tirar de Luka Doncic en el perímetro guarda mucha relación con que el esloveno es todavía una estrella sin construir en cuanto a jugador con capacidad para jugar más al margen del balón como LeBron o el precisamente el propio Irving, un área por desarrollar más achacable a su entrenador -ahora Jason Kidd-, que al mismo Luka, utilizado mayoritariamente como generador primario.
La continuidad de Irving debe ayudar a Doncic a mejorar en este sentido. Si bien el uso de balón del esloveno bajó del 37,4% al 34,7% con la llegada del polémico base, se echó en falta que el de Ljubljana jugara más al margen del balón, con el ex de Cavaliers, Celtics y Nets asumiendo más este rol o con Luka no interviniendo tanto cuando Irving era el principal manejador.
No obstante, se pudieron ver algunos detalles del comienzo de Doncic al margen del balón al final con movimientos como los ‘pindown’ aunque mucho le queda en esta faceta al esloveno, cuyos triples en ‘catch and shoot’ son tan poco frecuentes como otros movimientos viniendo sin balón como los cortes, apenas 10 tiros anotados en estas acciones en toda la temporada pasada.
Muchos aspectos a mejorar de Luka Doncic dependen de él, pero también de Dallas. Ambos deben poner de su parte para que el ‘77’ descubra su verdadero límite.