OKLAHOMA CITY.– Dos ex empleados de la cárcel de Oklahoma y su supervisor enfrentan cargos por delitos menores de crueldad luego de que los investigadores descubrieron que obligaron a los reclusos a permanecer esposados durante horas y escuchar la canción infantil “Baby Shark” una y otra vez, dijo un fiscal el lunes pasado.
Al menos cuatro reclusos fueron sometidos y puestos contra una pared con las manos esposadas detrás de ellos mientras la canción sonaba a un volumen alto durante horas, informó The Oklahoman. Los incidentes separados ocurrieron en noviembre y diciembre, según los registros judiciales.
Los cargos de delito menor se presentaron el lunes contra los ex empleados de la cárcel del condado de Oklahoma, Gregory Cornell Butler Jr. y Christian Charles Miles, ambos de 21 años, y su supervisor, Christopher Raymond Hendershott, de 50 años.
“Fue una pena que no pude encontrar un estatuto de delitos graves que se ajustara a este escenario de hechos”, dijo el fiscal de distrito del condado de Oklahoma, David Prater. “Hubiera preferido presentar un delito grave por este comportamiento”.
Butler y Miles están acusados de imponer la disciplina y Hendershott está acusado de saberlo pero no detenerlo, informó el diario. Los registros judiciales no incluyen un abogado para ninguno de ellos.
La música puso “un estrés emocional indebido en los reclusos que probablemente ya sufrían de factores estresantes físicos”, escribió el investigador del caso según documentos judiciales citados por el diario.
El sheriff P.D. Taylor dijo el lunes que Butler y Miles renunciaron durante una investigación interna y que Hendershott se retiró.
“No lo toleramos”, dijo Taylor sobre el maltrato. “Siempre hicimos un excelente trabajo al controlarnos a nosotros mismos”.
La canción “Baby Shark” ganó gran popularidad hace dos años después de que la compañía Pinkfong lanzara su primer video en línea. Desde entonces, el video ha sido visto más de 6,700 millones de veces.