El equipo de Zinedine Zidane se las arregló con un monogoleador (Benzema, solo él ha metido más de seis tantos en Liga), un portero puntual (Courtois), los tres de siempre en el medio (Casemiro-Kroos-Modric) y una defensa zurcida para llevar la resolución del torneo hasta la jornada final, algo inimaginable cuatro meses antes. Pero con eso no les alcanzó para repetir título. Las lesiones, la covid y las grietas en una plantilla que, además, tiene a varios de sus integrantes en el aire para el próximo curso -empezando por el técnico-, lastraron a los blancos en un curso que siempre los tuvo en el alambre.
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Courtois
Imprescindible de principio a fin para entender por qué el Madrid llegó con vida al último episodio. El portero belga disputó todos los minutos. Para el suplente Lunin solo quedó el trastazo en Copa en Alcoy. Su porcentaje de paradas en Liga (76%) fue el segundo mejor de su carrera en los torneos de la regularidad tras el 79,2% de la pasada (un 87,8% en el postconfinamiento).
Carvajal
Su año se pareció a un parte de guerra: cinco lesiones y 35 partidos perdidos. Volvió en febrero de una baja y solo duró 25 minutos, y regresó en abril de otra y apenas aguantó tres encuentros.
Lucas Vázquez
Ejemplo claro de las soluciones que ha ido encontrando el Madrid en defensa ante la acumulación de desgracias físicas. El atacante se convirtió en el lateral derecho debido a la secuencia de caídas de Carvajal. Nunca tuvo un papel más protagonista, hasta que en el clásico de abril él también se lastimó de gravedad.
Odriozola
Tras casi dos años inédito, Zizou tuvo que tirar de él tras las caídas de Lucas Vázquez y Carvajal. El francés lo esquivó en Europa, pero en Liga participó en los últimos nueve choques y el donostiarra se dejó notar con dos goles, los únicos de su carrera en el torneo doméstico.
Sergio Ramos
Hace un año fue uno de los baluartes de la coronaliga con 11 goles, pero este curso solo sumó dos de penalti en el campeonato. En todo 2021 apenas apareció en un par de encuentros ligueros. Ausente por problemas físicos (nunca ha jugado menos: 1.790 minutos en el global), las noticias del capitán vinieron de los despachos. Tiene 35 años, le queda un mes de contrato y su renovación se encuentra encallada hace tiempo. La recaída que sufrió en abril con España, a la que se alistó tras haber salido de una lesión para acercarse a un récord, dañó su imagen.
Varane
Sus dos únicos goles del año, en Huesca, sirvieron para que el equipo hiciera palanca en un momento de depresión general y reivindicación de Zidane. “Dejadnos pelear”, dijo el técnico en la previa. El central fue otra vez innegociable para el técnico, aunque se perdió gran parte del desenlace por el virus y las lesiones. Acaba contrato en 2022 y su futuro también es un asunto pendiente.
Nacho
A principios de octubre, cuando meditaba su salida frustrado por su papel secundario, las lesiones le abrieron la puerta y él se coló hasta adentro. El canterano completó su mejor temporada, clave en la mejoría defensiva en 2021. Fue quien sustituyó a Ramos a partir de enero y nadie se dio cuenta. Su vinculación expira en 2022, pero ahora su fuerza negociadora es otra.
Militão
Cuando ya no le quedaba otra por las lesiones, ZZ le echó el lazo al defensa más caro de la historia del club (50 millones) y, de repente, se encontró con un central solvente. Hasta principios de abril, apenas sumaba cuatro apariciones en Liga (siete en total). Desde entonces, 14 titularidades seguidas en un tramo muy crudo y con un rendimiento óptimo. Hasta resolvió el duelo contra Osasuna.
Mendy
Dueño absoluto del lateral izquierdo. Llegó a ejercer también de central y hasta de lateral derecho. Sin embargo, su físico se quebró en esta recta final tan abrasiva y se perdió los últimos ocho encuentros de Liga. Peligra su Eurocopa.
Casemiro
No hubo un rincón del campo donde el brasileño no fuera relevante. A su función habitual de sostén en el medio sumó la actividad en ataque (seis dianas, segundo máximo anotador, y cuatro asistencias) y apariciones puntuales en defensa como tercer central. Su alianza aérea con Kroos de pateador alimentó al Madrid en días de gran necesidad.
Modric
El croata se cansó de pedir que no miraran la edad para juzgar su fútbol. A sus 35 años, jugó 1.100 minutos más que la temporada pasada y no le sobró ninguno. En Liga solo se perdió tres partidos porque su incansable despliegue resultó fundamental para mantener en pie al equipo. Ya se le había dado por amortizado, pero hace meses que apalabró la renovación.
Kroos
Como advirtió Casemiro, el Madrid juega al ritmo del alemán. ¿Lento? Lento. ¿Más rápido? Más rápido. Y a la hora de fabricar goles, él fue el segundo del equipo, tras Benzema, con sus tres tantos y diez asistencias. “El cabrón de Toni siempre la pone con la mano”, lo elogió el brasileño en Zorrilla. Sobreexpuesto durante todo el curso, el físico le frenó tras el cruce con el Liverpool y luego la covid le dio la puntilla.
Valverde
Los problemas físicos y la apuesta innegociable por Casemiro-Modric-Kroos le restaron protagonismo. Aun así, fue clave en los dos clásicos. En el Camp Nou, titular incluso por delante del croata, marcó el 0-1, y una cabalgada suya en Valdebebas abrió el camino del 1-0.
Hazard
La última jornada, fuera de la lista por una sobrecarga, retrató su temporada. Segundo año del belga, segundo fiasco: tres goles en Liga (el más importante, de rebote al Sevilla), una asistencia y 33 partidos perdidos en toda la campaña por sus seis lesiones. La fe de Zidane en él resultó inversamente proporcional a su rendimiento y a los más de 100 millones que costó en 2019. A la espera de que la Eurocopa pueda reactivarlo.
Vinicius
El brasileño volvió a quedarse corto para lo que se espera de un atacante del Madrid: apenas tres goles y cinco asistencias en Liga. Pasó por una noria de emociones: de la melancolía al ver cómo ZZ priorizaba a Hazard y Benzema rajaba sobre él en Alemania al subidón de abril por su doblete al Liverpool y buen clásico. Florentino Pérez lo declaró intransferible.
Asensio
Recuperado de la grave lesión, el balear era una de las esperanzas del Madrid para paliar el problema del gol e incorporar nuevos registros al ataque. Sin embargo, su producción también resultó insuficiente pese a ser una apuesta decidida de Zidane en un tramo central de la temporada: cinco tantos y dos asistencias en el campeonato. Igual que Vinicius, fue sustituido en la última jornada contra el Villarreal en un momento de máximas necesidades.
Benzema
Por tercer curso consecutivo en la era post Cristiano, el francés volvió a verse solo frente al gol. Sus 23 tantos en Liga fueron muchos más que la suma de todos sus compañeros de la delantera (13 entre Asensio, Vinicius, Hazard, Rodrygo, Mariano y Jovic). Con sus nueve asistencias, participó en 33 dianas, una por encima de su mejor registro (31 en la 2015/16). Faltó en dos momentos del año y se convirtió en un drama para Zidane. El premio con el que ya casi no contaba era volver con su selección cinco años después para la Eurocopa.
Rodrygo
Su carácter discreto se pareció a su fútbol. Campaña casi invisible del joven brasileño, también por culpa de una importante lesión sufrida en Navidades que le partió el año en dos. Aún llegó a ser titular dos veces seguidas al final y marcar un gol en la antepenúltima jornada en Granada.
Mariano
Un tanto en 680 minutos fue el pobre balance del nueve suplente de Benzema, al que ya animaron a marcharse en los dos últimos veranos. Su caso es, quizás, el más evidente de las carencias en la plantilla.
Isco-Marcelo
La vieja guardia de Zizou perdió a dos miembros ilustres. Las carreras del malagueño y el brasileño venían trazando una clara línea descendente, desde antes incluso del retorno del técnico francés, y este curso se produjo su gran desplome. Cero goles entre los dos, lo nunca visto en la última década.
Jovic-Odegaard
Los dos salieron cedidos en enero. El serbio, de vuelta al Eintracht, para huir de una estancia en Madrid depresiva (cero tantos este año). Y el noruego, frustrado con ZZ, para tener en el Arsenal los minutos que no encontraba en el Di Stéfano. Le fue mejor al segundo que al primero.
Los canteranos
Zidane no usó a ningún jugador del filial en todo el curso pasado, pero las bajas le forzaron en este a echar mano de seis: Sergio Arribas, Antonio Blanco, Miguel Gutiérrez (titular los tres últimos partidos), Víctor Chust, Hugo Duro y Marvin Park. Los tres primeros son los que mejores sensaciones ofrecieron.
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