Como los grandes aventureros o los grandes descubridores que viajaron hasta el último confín del mundo en busca de nuevas fronteras, de nuevos horizontes, la Real tuvo que hacer ayer las maletas en pos de un sueño. La crisis sanitaria le obliga a jugar el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League frente al Manchester United (Movistar Liga de Campeones, 18,55 horas) en el exilio de Turín. No ya sin el calor de su hinchada, alejada de los estadios desde hace casi un año, sino ni siquiera sin las referencias que le ofrece jugar como local en Anoeta, aunque sea a puerta cerrada. El conjunto txuri urdin, sin embargo, dejó fuera del equipaje todos sus complejos y saltará hoy al Juventus Stadium convencido de poder derrotar por primera vez en su historia al ‘gigante’ inglés para tomar ventaja en su objetivo de avanzar a los octavos de final de la Europa League.
El gran sueño de la Real no podrá fabricarlo en esa bombonera en la que se había convertido Anoeta con el aliento de la Grada Zabaleta. El tesoro europeo se encuentra a los pies de los Alpes, allí donde los De
Pedro, Kovacevic, Westerveld, Aranburu, Karpin, Alonso y compañía no pudieron con la ‘Vecchia Signora’ en 2003. En el mismo escenario donde reconstruyeron el nuevo estadio ante el fracaso que supuso sustituir el viejo Comunale por Delle Alpi, un campo gélido y sin alma, la Real tratará de escribir la historia de forma diferente. La ciudad, Turín, es la misma, el adversario, diferente. Pero la Real también es otra.
Con el ‘once’ de gala
El conjunto txuri urdin llega al reencuentro con la Europa League en su hora de la verdad con casi todos sus argumentos en perfecto estado de revista. Imanol convocó a todos los futbolistas disponibles y sólo se quedaron en Donostia los lesionados Carlos Fernández, Moyá y Sangalli. Esto significa que la Real comparecerá con sus mejores galas. Zaldua y Gorosabel pelearán por el lateral diestro, Januzaj y Portu por acompañar a Oyarzabal e Isak en punta y también puede haber dudas en el eje de la defensa, con Aritz, Le
Normand y Zubeldia como candidatos. Opte por quien opte Imanol, el ‘once’ titular será el de gala.
No puede decir lo mismo el Manchester United que a las bajas conocidas de Phil
Jones y Paul
Pogba añadió ayer las de Edinson
Cavani y Donni
Van
de
Beek, que ni siquiera viajaron a Turín, y la duda razonable de si Martial y McTominay podrán jugar hoy frente a los blanquiazules. Ausencias importantes en las filas de Ole
Gunnar
Solskjaer que, en cualquier caso, podrá alinear un ‘once’ de máximas garantías y, sobre todo, de un indudable poder ofensivo. Con Bruno
Fernandes a los mandos de las operaciones atacantes, el Manchester United ha marcado 50 goles en 24 partidos de Premier League, más de dos por encuentro, si bien también tiene problemas para cerrar los caminos hacia De Gea. El portero madrileño, o su sustituto Henderson, han recibido 31 goles lo que habla a las claras de las deficiencias de la organización defensiva de los ingleses.
Nunca han ganado a un inglés
Imanol vaticinó ayer una eliminatoria de muchos goles. Viendo el arsenal británico puede ser normal pero, ante todo, garantiza que la idea del técnico txuri urdin es ser fiel a sus principios. Con todos los artistas del centro del campo preparados para interpretar su mejor sinfonía, Oyarzabal como líder espiritual del equipo y un Alexander
Isak que llega ‘on fire’ tras haber marcado en los cinco últimos partidos oficiales, la Real saltará al campo de la Juve sin miedo, convencida de poder lograr el primer triunfo de su historia frente a un equipo inglés en competición europea. Y de poder lograr la ventaja suficiente que le permita avanzar a la siguiente ronda la próxima semana en Old Trafford.
Source link