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Los alquileres caen en España por primera vez desde la Gran Recesión


La bajada del precio de los alquileres ya no es un fenómeno exclusivo de la gran ciudad. El importe medio de las rentas en España retrocede o se estanca en los registros de los principales portales inmobiliarios por primera vez en años. La crisis del coronavirus cortó en enero una racha de crecimiento ininterrumpido desde julio de 2015, según Fotocasa, y desde un año más atrás, junio de 2014, para Idealista. Mientras, en las grandes urbes los arrendamientos no encuentran fondo.

Los portales inmobiliarios comenzaron a registrar caídas de las rentas en las principales ciudades en los primeros compases de la pandemia. Mes a mes, los alquileres se abarataban y eso comenzó a reflejarse también en la media nacional. Esta, sin embargo, resistía en términos interanuales, es decir, los alquileres de un determinado mes seguían siendo más altos que los de ese mismo mes del año anterior. Esta tendencia se ha roto en 2021: la media de 11 euros por metro cuadrado que, según Idealista, se pedía por un alquiler en España el pasado enero supone un 0,1% menos que 12 meses antes. No es una gran bajada, pero sí muy significativa: no sucedía desde junio de 2014.

Datos adelantados por Fotocasa y Pisos.com a EL PAÍS reflejan la misma tendencia en sus estadísticas. Para Fotocasa, en enero la renta media española se estancó (0%), tras crecer ininterrumpidamente 65 meses. Pisos.com es el que recoge el mayor desplome, del 1,8% en términos interanuales, aunque ese portal ya apuntó en noviembre a un ligero retroceso del 0,1%.

El dato de enero supone una inflexión respecto a diciembre en los tres casos, cuando hubo coincidencia en que las rentas medias acabaron 2020 más altas de lo que lo empezaron, pese a la pandemia. Hay que considerar que los portales recogen los precios de oferta (lo que piden los caseros) y no el precio al que se cierran los contratos. Por eso el economista Gonzalo Bernardos, director de un máster inmobiliario de la Universidad de Barcelona, apunta que “reflejan mejor las tendencias alcistas que las bajistas” y cree que posiblemente los precios reales empezaron a bajar hace meses.

Entre las causas, Bernardos apunta fundamentalmente a una “sobreoferta”. Según un estudio reciente de Casafari, una plataforma que gestiona una gran base de datos de inmuebles enfocada a profesionales y empresas del sector, el número de casas disponibles para arrendamiento en España se disparó el año pasado un 178%. Los autores del informe señalan directamente al trasvase de viviendas turísticas al alquiler tradicional como principal motivo.

Junto con ese fenómeno, el de pisos turísticos que en las grandes ciudades y zonas de costa buscan alternativas a la falta de viajeros, conviven otros derivados también de las dificultades económicas de las familias. “Si de repente te quedas en un ERTE [despido temporal], ves que tienes que pagar menos”, dice Lázaro Cubero, director de Análisis de Grupo Tecnocasa. “Mucha gente dejó la vivienda donde estaba para buscar una más económica, ya detectamos un movimiento por este motivo en algunas ciudades durante el primer confinamiento”, explica.

A todo ello se suman mudanzas en busca de pisos más grandes, por necesidades como las derivadas del teletrabajo. “Es gente que busca pagar lo mismo, pero con más metros”, señala Cubero. Esto se traduce también en rentas medias más bajas y ambos expertos creen que es coherente con el movimiento que han mostrado los portales, donde empezaron a caer antes los alquileres de las grandes ciudades, que reciben más turistas y más desplazamientos por motivos laborales o de estudios.

Grandes bajadas

Ese es el motivo por el que Bernardos apunta que, a la larga, “en ciudades pequeñas no va a bajar el alquiler tanto”. “En una capital media, las diferencias de rentas igual son del 30%, pero en Barcelona o Madrid es muy elevada, igual hay un 200% entre las zonas más caras y las más baratas”. En suma, más recorrido de bajada en dos ciudades que para el economista “tienen la mayor sobreoferta de vivienda en alquiler desde la llegada de la democracia”.

Los datos de los portales en enero muestran precisamente que la sangría de precios no cesa en las ciudades de más de medio millón de habitantes. En Barcelona, los tres coinciden en que el desplome es de dos dígitos respecto a los importes de 12 meses atrás. En Madrid, que también acumula retrocesos mes tras mes desde mediados de 2020, los pisos valen ya un 8,6% menos que un año antes según Idealista, el que le da una menor caída. El mayor desplome de todos los registrados es el que Pisos.com a Sevilla (-14,78%).

En definitiva, todas las estadísticas apuntan a fuertes retrocesos de los que no se libra ni Zaragoza, que es la que mejor retratada aparece en los tres casos. Respecto a diciembre, las casas bajaron de precio en todas las grandes ciudades, con la sola excepción del dato de Fotocasa para Valencia, que le da un leve aumento mensual del 0,1%; aunque eso no impide que, en términos interanuales, las casas sean un 7,4% más baratas, según esa misma fuente. Zaragoza y Valencia, además de ser las que menos caen, son también las que tienen las rentas medias más baratas, algo en lo que también hay sincronía entre los portales.

El hecho de que las caídas sigan acelerando en las metrópolis muestra que todavía queda travesía del desierto para rato, opinan los expertos. “Este año el tema económico no se va a solucionar, ojalá se solucione el sanitario, y la lógica indica que la tendencia de bajada continuará”, apunta Cubero. “Hay muy pocas posibilidades de que ocurra lo contrario y a partir de ahí, si todo va bien, comenzará a frenarse la bajada”, añade.

No obstante, el analista de Tecnocasa también apunta que la recuperación se reflejará antes en los arrendamientos que en precios de venta, como también ha sucedido con el golpe de la crisis del coronavirus: “El alquiler es más ágil y estas tendencias se ven antes. Si alguien decide que quiere cambiar de casa, se cambia en dos meses”.

Bernardos advierte que, antes de volver a crecer, el mercado dará otros signos. “Primero se verá cómo es muchísimo más rápido alquilar y luego, el siguiente paso, será la subida de precios”, describe. No obstante, el economista apuesta a que quedan descuentos para meses. “En 2022 seguirá bajando el precio porque habrá que seguir absorbiendo el exceso”, augura, “hemos observado una caída del mercado en picado a causa de un exceso de oferta, lo que es una novedad, y luego seguirá una ascensión de precios, pero mucho más lentamente”.


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