Relajarnos en la ducha o en la bañera es otra manera de descansar tras un día algo estresado. Los que practican el mindfulness establecen que, aunque se necesita un ambiente de relax, en realidad puede hacerse en cualquier lugar. Necesitamos concentración, meditar, respirar bien y pensar en el aquí y ahora. Por tanto, también hay beneficios de practicar mindfulness en la bañera. ¡Descúbrelos!
Necesitamos concentrarnos y la bañera es un lugar propicio para ello. Ahora bien, también es factible hacerlo cuando debemos ducharnos de manera rápida, porque tan solo necesitamos unos minutos.
Estamos solos y nadie nos molesta
En la búsqueda de un lugar de la casa para estar solos y tranquilos, el baño es uno de los más idóneos. Porque es el momento en el que nadie nos molesta y podemos reflexionar y centrarnos en meditar.
Nos concentramos mejor
La ducha y la bañera son los lugares perfectos para concentrarnos y pensar en el aquí y ahora. Entre otras cosas porque no hay miles de estímulos que nos pueden llegar a distraer, el agua, el jabón, y poco más para que no pensemos en nada.
Mejor relax
Cuando estamos en la bañera es cuando nos relajamos. Si lo que queremos es hacer un baño largo para huir del estrés y reponer fuerzas con nuestros aceites y jabones preferidos entonces podemos estar más tiempo, pero si tenemos prisa por la mañana, haremos una ducha y mientras nos relajaremos con el mindfulness.
Un mundo de olores
La aromaterapia hace lo suyo para que la mente se relaje. Y como no la ducha agrupa geles y champús con toda clase de olores, nos transportan a otras épocas o que simplemente nos gustan. Entonces entramos en un estado de relax total.
Masajes en el cabello
Los beneficios de practicar mindfulness en la bañera van más allá. Esas sensaciones se agrandan si además nos hacen un masaje mientras nos lavamos el pelo. Es toda una experiencia que va a permitir concentrarnos, liberar la mente y pensar en qué estamos haciendo en estos momentos.
La suavidad de tu piel
Una vez aplicado el gel y también haciendo masajes en el cuerpo, acariciaremos la piel y notaremos esa suavidad que nos tranquiliza. Respiramos, nos centramos y todo adquiere sentido de nuevo.