Eden Hazard abandonó el terreno ovacionado por la parroquia blanca tras completar 72 minutos a gran nivel en su regreso a los terrenos de juego. El belga dejó al Madrid por encima en el marcador tras provocar el penalti que transformó Sergio Ramos para culminar una remontada que se acabó yendo al traste.
La salida del ex del Chelsea, sin embargo, supuso el principio del fin para el equipo de Zidane ante el Celta, cuyo entrenador sí supo interpretar lo que necesitaba su equipo en el tramo final. El técnico francés sabía que Hazard estaba para unos 60 minutos pero las circunstancias del choque y su gran rendimiento le obligaron a exprimirlo más de lo previsto.
La entrada de Vinicius, que ocupó su lugar en la banda izquierda, dio un poco de aire al Madrid, pero los otros cambios de Zidane desnaturalizaron al equipo hasta el punto que acabaron costando el empate. Luka Modric (81’) sustituyó a un Toni Kroos que rayó a gran nivel y decidió dejar en el césped a Fede Valverde, que firmó uno de los partidos más discretos desde que es uno de los fijos en la medular. Además, el croata ocupó el perfil zurdo de la zona ancha cuando su rendimiento siempre ha sido más alto en el otro, a la diestra de Casemiro.
Fede Valverde cuajó una de sus actuaciones más discretas con el Madrid
Para enredar un poco más el asunto, Zinedine Zidane apostó por Mendy en lugar de Bale para reforzar la banda izquierda con un doble lateral con Marcelo con la misión de apuntalar la defensa. Este movimiento obligó a Vinicius a trasladarse a la orilla diestra del ataque blanco, una zona donde cuya capacidad de desequilibrio queda mermada.
Un minuto después de la entrada del lateral francés, el Celta aprovechó un desbarajuste en la zaga blanca para castigar el conformismo de un Madrid que ya se veía ganador. Justo por la zona teóricamente reforzada, Denis se sacó de la chistera una asistencia magistral para que Mina pusiera las tablas en el marcador.
Con 5 minutos más descuento por delante, el equipo blanco tuvo que remar con solo dos delanteros en liza (Benzema y Vinicius) por lo que Ramos tuvo que incorporarse a la desesperada como estilete improvisado para buscar un gol heroico. Demasiado tarde.
Zinedine Zidane, que había acertado de pleno con sus decisiones desde el banquillo en los partidos ante Atlético de Madrid, Sevilla o Osasuna, lastró a su equipo en un choque que para el Madrid acabó haciéndose muy largo.
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