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Los Cavaliers deleitan sin Ricky Rubio para empatar la serie ante los Knicks

Los Cavaliers deleitan sin Ricky Rubio para empatar la serie ante los Knicks

Voces ensordecedoras al unísono, cimientos que tiemblan y pañuelos al viento. Cleveland siempre arde pero ahora, sí, la ilusión ha entrado en combustión en la ciudad de Ohio, agitada por los Cavaliers con el hiperactivo Darius Garland como pregonero de la fiesta. Pletórico el base -32 puntos con un devastador 6/10 desde el perímetro-, el conjunto de Ohio no sólo empató la eliminatoria contra los New York Knicks (107-90), sino que volteó por completo el no menos importante estado anímico en playoffs desde una contagiosa pasión pero también una muy premeditada y precisa pizarra que no contempló a Ricky Rubio, sin minutos tras sólo jugar cinco en el primer encuentro. 

Es, además, la primera victoria de Cleveland desde que se fuera LeBron James, y la primera en el presente siglo sin ‘The King’. La nostalgia por ‘Bron’ ya es un poco menos.

El fuego de los Cavaliers entre la puntería y ese ardiente entusiasmo redujo en cenizas a los Knicks, sumidos en el más profundo desconcierto anoche y quién sabe si durante lo que queda de serie. Todo se alineó en Cleveland, con el Caris LeVert que se espera -24 tantos con un 9/16 en tiros y un 4/9 en triples desde el banquillo-, con Evan Mobley y Jarrett Allen echando el cerrojo en el rebote y sumando -13 puntos y 13 capturas y 9 puntos y 10 rebotes respectivamente-.

Y Donovan Mitchell, con un papel distinto, sumó 17 tantos frente a los 38 del primer encuentro pero lo bordó desde la dirección con 13 asistencias. Su limitada intervención en la anotación con ese rol diferente, representó la riqueza de alternativas de estos Cavaliers, de poner en escena un plan un tanto justo, incluso forzado, con tanto protagonismo de ‘Spida’ en el primer duelo a anunciar que puede tomar muchos caminos en su ruta hacia el anillo.

“Pareces diferente hoy. Es un Darius Garland completamente nuevo”, se escuchó a Allen decir a su compañero en la pista durante el encuentro. “Los playoffs me hacen algo, supongo”, dejaba caer el base, tan irónico y a la vez tan directo, tras el partido. 

Pocos ejemplos tan ilustrativos de cómo el poder de la estrategia puede cambiarlo todo al margen de liberar toda la luz de una estrella como Garland. Secuestrado por completo el jefe de la banda, los Knicks perdieron anoche y pueden haber perdido el rumbo.

Y es que la disciplina y feroz defensa sobre Jalen Brunson en un partido con el contacto físico llevado al extremo, eclipsó al líder del conjunto neoyorquino, que tras los 27 puntos en 29 minutos del primer encuentro, se quedó con 20 en 36 minutos con un exiguo 5/17 en lanzamientos y 1/8 en triples. A partir de aquí, la historia del colapso ofensivo de los Knicks se escribió sola, ensombrecido y frustrado Julius Randle ante la defensa de Evan Mobley, 22 puntos con un 8/20 en tiros pero acumulados tarde y amasando 6 pérdidas.

Tal despropósito fue el ataque del equipo de Tom Thibodeau, que sumó más pérdidas -17-, que asistencias, apenas 16. Y más que revelador fue que los Knicks registraran tantos tiros de campo como balones perdidos al descanso (14). Sabe mucho de esto Thibs, pero deberá darle vueltas y más vueltas a lo que despliega en el tercer encuentro porque su equipo no presentó solución ninguna tras un descanso en el que ya perdían 59-39.

Aumentar los minutos de Caris LeVert y dejar en el banquillo a Ricky Rubio fue una de las principales decisiones del entrenador de los Cavs, J.B. Bickerstaff. Aunque la irregularidad del base de El Masnou y su evidente falta de confianza en el tiro no le hayan ayudado, no significa que la suplencia de anoche por decisión técnica sea indicativa de nada.

Parecería que tiene más que ver con una cuestión de plan de partido, pues, en el momento en el que supuestamente le tocaba a Ricky entrar al parqué, Bickerstaff optó por Danny Green para dotar de mayor físico al equipo. Porque los diferentes escenarios de los playoffs dan lugar a decisiones distintas y a veces extrañas, un titular fijo como Isaac Okoro jugó los primeros 3 minutos para no volver ya a salir.

Quizá con la intención de descargar a Mitchell, quizá con el fin de querer dar más presencia a Garland -o ambas-, los Cavaliers les otorgaron otras funciones a su pareja de exteriores de gala, con ‘Spida’ más al margen del balón esta vez tras su dominante primer choque. Se estrelló al principio con la defensa en ‘drop’ e los Knicks del ‘pick and roll’-el defensor del bloqueador hundido-, sin poder generarse tiros claros, sin que funcionaran tampoco las continuaciones hacia Mobley.

Pero Cleveland tenía una larga lista de opciones en el bloqueo directo para explotar. Garland, más ejecutor en el primer partido, empezó a empacharse de penetraciones, despejándole el camino al aro los bloqueos fantasmas, atrayendo también con unos pocos botes cerca de la cabecera para encontrar a Mitchell para el triple con el pase horizontal.

El entendimiento en las diferentes situaciones del ‘backcourt’ de los Cavaliers fue simplemente perfecto, con ‘Spida’ viniendo también a bloquear cuando tenía como defensor a un Brunson inerte en ataque y transparente en defensa.

El base de los Knicks no quería cambiar en los bloqueos, y dejaba a Donovan Mitchell con espacio y tiempo en su persecución al escolta cuando el escolta se abría al perímetro tras bloquear. Cleveland espaciaba la pista hasta el extremo, incomodaba a Hartenstein y Robinson como defensores del bloqueador con ‘pick and roll’ altos y, en ese variado cocktail de variantes, LeVert hacía lo que quería, como generador o ejecutor final de la jugada. Por su parte, Allen y Mobley se nutrían de balones doblados y puntos tras rebote.

Volaban también los Cavs en transición gracias a una granítica y modélica defensa en zona en la que no hubo ‘knick’ que se enredara, sobre todo Randle, sin poder hacer cosquillas a Mobley a pesar de que tratara de explotar todo lo posible el contacto aprovechando su mayor corpulencia. Pero más afectado quedó Jalen Brunson. Insistiendo en la idea que había mostrado en la recta final del primer duelo, los Cavaliers neutralizaron al base con la defensa en ‘flash’ del bloqueo directo, unas veces más agresivo -rozando el 2×1-, otras menos.

Pero, en cualquier caso, no permitió nunca que Brunson consiguiera el emparejamiento que quería. Para también presumir de variedad de recursos defensivos, también los de Bickerstaff hicieron alguna presión a toda pista.

Los Knicks se hartaron de pedir tiempos muertos pero apenas que sirvió para ralentizar el ritmo demoledor de los Cavaliers, que certificaron también la victoria de su estrategia defensiva contra Brunson con el conjunto neoyorquino intentando mantener a su estrella más al margen en la segunda parte. Pero las soluciones brillaron por su ausencia, ineficaces Barrett y Quickley como generadores del juego.

La serie viaja ya con este 1-1 el viernes a Nueva York, al majestuoso Madison Square Garden, allí donde un Ricky Rubio maravilló hasta a LeBron James en 2021 con sus 37 puntos. De vuelta a la ciudad que nunca duerme, una noche señalada para que Ricky despierte.

CLEVELAND CAVALIERS

10790

NEW YORK KNICKS

Cleveland Cavaliers: Mobley (13), Okoro, Allen (9), Mitchell (17), Garland (32). 
​Banquillo: LeVert (24), Osman (5), Green (3), Neto, Lopez (4).

New York Knicks: Alexander (14), Randle (22), Robinson (2), Brunson (20), Grimes (4). 
​Banquillo: Hart (5), Hartenstein (4), Quickley (12), Toppin (7), McBride. 

Parciales: 25-22/34-17/23-21/25-30

Árbitros: Tony Brothers, Brent Barnaky, Ben Taylor, Natalie Sago.

Incidencias: segundo partido de playoffs disputado en el Rocket Mortgage FieldHouse de Cleveland ante 19.432 espectadores. 

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