Ricky Rubio es el sustento que necesitan los Cavaliers. Lo han reiterado el año que ha estado fuera el catalán por lesión y también una vez vuelven a disponer de él, varias derrotas más que victorias en su ausencia desde que volviera a las pistas en enero. Anoche, otro traspié sin un Ricky que descansó para que el balance negativo triunfos-derrotas se vaya a 2-5. Competir contra estos Sixers de Joel Embiid y James Harden en el plan que está el dúo sin el de El Masnou es un lujo que no se pueden permitir (109-118).
El base, que había anotado 11 puntos en los dos últimos encuentros, estaba disponible pero su entrenador, J.B. Bickerstaff, prefirió darle descanso tras jugar el día anterior, muy cuidadoso con los ‘back-to-back’ para mimar todo lo posible esa rodilla que dejó a Ricky en blanco en 2022.
En cuanto a todo lo demás, básicamente un Embiid que hoy cumple 29 años. Acompañado, claro, de su fiel Harden. Al pívot camerunés le obsesiona el MVP y en un tramo sin grandes necesidades para los Sixers -aunque la segunda plaza de los Celtics está cerca-, Joel sigue apretando y apretando para arrebatarle el galardón a Nikola Jokic.
Contra los Cavaliers fueron 36 puntos -12/19 en lanzamientos y 2/5 en triples-, 18 rebotes, 3 asistencias y 4 tapones en 38 minutos. 28 tantos y 12 pases de canasta dejó por su parte la ‘Barba’, con un 8/18 en TC y un 3/9 en triples. Ni uno ni otro fallan en sus dobles-dobles, el puntos y rebotes el pívot, en puntos y asistencias el base-escolta, que apretó en el último cuarto con 13 tantos para desequilibrar un partido ajustado hasta el momento y seguir administrando sus esfuerzos a la perfección.
Caris LeVert fue esta vez el mejor de Cleveland con 24 puntos -con un notable 5/10 en triples-, mientras que Donovan Mitchell y Darius Garland se quedaron en 21 y 15 con un 1/7 desde el perímetro para ambos, siempre más difícil crear tiros de más calidad sin Ricky.