Los Cleveland Cavaliers han llegado al límite con Kevin Porter Jr., su elección de primera ronda del Draft de 2019 que no ha jugado ni un solo partido esta temporada. La idea de los Cavs es conseguir un traspaso o, si no es posible, renunciar a sus derechos.
El jugador se ha mantenido apartado del equipo gran parte de esta temporada por motivos personales. El viernes pasado asistió por primera vez a un partido desde las gradas en la victoria de los suyos contra los New York Knicks.
Una batalla dialectal a gritos con los responsables del vestuario de los Cavs, que movieron su taquilla para acomodar a Taurean Prince y Jarrett Allen en el traspaso a cuatro bandas con los Nets, los Pacers y los Rockets, fue la gota que colmó el vaso.
Después del incidente, el equipo pidió a Porter Jr. que recogiera sus pertenencias y sus compañeros fueron informados de que no volvería a participar en actividades con ellos.
Los Cavs tenían un plan para reintroducir a Porter a las dinámicas de equipo a inicio de temporada, y J.B. Bickerstaff compartió su desolación por no lograr sus objetivos este lunes:
“Todos queremos que Kevin tenga éxito y todavía siento que es así, así que espero que sea lo mejor para él de aquí al futuro. Es parte de nuestra responsabilidad como entrenadores dar lo mejor de nosotros mismos en cualquier situación para cualquier persona, y siento que lo hemos hecho”.
Porter, de 20 años, fue arrestado el pasado 15 de noviembre tras un accidente de tráfico. El jugador reconoció que iba bebido pero pudo demostrar en el juicio posterior que no tenía ni idea de que había una pistola cargada y mariguana en la guantera del vehículo que conducía.
El jugador de segundo año despertó más alarmas al hablar de suicidio en su redes sociales al inicio del curso, pero luego borró sus cuentas y poco más se supo. En su temporada de novato promedió 10 puntos, 3,2 rebotes y 2,2 asistencias en 50 partidos.
Al jugador le queda un año de contrato y 1,7 millones de dólares de salario.
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