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Los Celtics devoran a los Heat y a Butler y ponen rumbo al milagro

Los Celtics devoran a los Heat y a Butler y ponen rumbo al milagro

El baloncesto es fascinante por fenómenos como el verde. No hace ni una semana, los Boston Celtics quedaban abrasados bajo el calor de Miami más sofocante si cabe con la pasión de los Heat y el orgullo por su cultura, reducida su identidad bajo cenizas, considerados enterrados con el 3-0.

Pero lo que parecía sólo una victoria de honor el martes puso la semilla de algo que acabó de germinar en el estallido verde del TD Garden, desencadenados los Celtics ante unos caricaturizados Heat para estampar con una conmovedora y apasionada actuación coral el 3-2 (110-97) y poner ahora entre la espada y la pared al conjunto de Florida, con la urgencia de cerrarlo el sábado en el Game 6 para no volver a pasar por el hervidero de Boston, de estos Celtics dispuestos a trascender al margen de anillos: convertirse en el primero en remontar un 3-0 en la NBA.

Los Celtics han tenido que perderse para volver a encontrarse, ondear esa identidad que parecía perdida y que de repente ha engullido la de los Heat y la del anoche apagado Jimmy Butler, el peor de playoffs con nada más que 14 puntos (5/10 en TC). Proclamó Boston su verdadera identidad, por todo lo alto, exaltando el colectivo, con un notable pero no excelso Jayson Tatum en términos de anotación, aunque acarició el triple-doble -21 puntos -8/16 en tiros-, 8 rebotes y 11 asistencias-, sincronizado con el otro ‘Jay’ para que luego digan que no encajan (21 tantos con un 9/18 en lanzamientos).

Pero, lo mejor de todo y como muestra de su poderío como colectivo, es que no fue el que dúo que quiere competir con Nikola Jokic y Jamal Murray para ser el mejor de la NBA el que produjo más puntos, sino Derrick White, excelente francotirador con 24 puntos y un 6/8 en triples, secundado por Marcus Smart con 23, un 4/6 desde el perímetro y el mejor de Boston con un +20 en pista. Porque quizá Brown y Tatum son quizá la cara de estos Celtics, pero el base el alma, esencial su talento y talante para darle la vuelta a la tortilla.

Marcus Smart, el pegamento de estos Celtics

CJ GUNTHER / EFE

Parece que al final no serán habladurías lo que reiteraban los chicos de Joe Mazzulla que ellos seguían siendo “mejores” que Miami aun con el 3-0. Esa era la lógica según la plantilla y la clasificación – segundos en fase regular los Celtics y octavos los Heat-, y lo mismo podían decir los Milwaukee Bucks, el mejor equipo de la temporada regular. Pero el cuadro de Massachusets puso a la eliminatoria en razón desde el corazón, más acelerado aún por la inspiración de la historia de fondo de los Boston Red Sox, único equipo que ha levantado un 3-0 en la historia de la MLB de béisbol, hazaña que data de 2004. 

·”Somos chicos duros”, recordó Tatum. “Siempre hemos creído desde que estábamos 3-0 abajo. Así que espero que los fans empiecen a creer en nosotros también y espero que podamos ganar el sexto partido”, aseguró tras el encuentro Grant Williams. 

“Somos chicos duros”


Jayson Tatum

Es evidente que algo ha ocurrido en el seno del vestuario de Boston, que algo le habrá dicho a sus muchachos el de puertas para fuera escueto e inexpresivo Joe Mazzulla con ese permanente posado de enigmático. “¿Las claves? Jugar juntos y conectados y un baloncesto físico”, dijo, sin más el preparador de raíces italianas. Pero el entrenador más joven de la NBA -34 años-, se abrió antes de este Game 5 para revelar algo cautivador. Baloncesto al margen, la historia que están narrando los Celtics tiene un bonito y emotivo trasfondo.

“Conocí a tres chicas con menos de 21 años con cáncer terminal. Y pensaba que les ayudé, pero ellas me ayudaron a mí. Entender sobre de lo que va la vida y ver una chica morir, sonreír y disfrutar de su vida es realmente de lo que va todo. Tener esa fe. Siempre oyes que la gente da gloria a Dios cuando sujetan un trofeo, pero nunca lo oyes en momentos como este. Entonces, para mí esa oportunidad se encuentra justo dónde estoy y es sólo tener fe”, explicó Mazzulla. Fue entonces cuando el ‘rookie’ por fin se enrolló, humanizando todo con tanta naturalidad, cómo de banal puede llegar a ser el baloncesto puesto en el contexto de la vida.

Desde la fe y la emoción, los Celtics creyeron en su plan y lo bordaron su ejecución, todo completamente fuera de los cálculos del meticuloso Erik Spoelstra y el intrínseco arrojo de su tropa. Más allá del 3-2, a Miami le ha surgido un grave problema como el de ser sometido en ambos lados de la pista sin saber cómo liberarse, anestesiados por la explosiva mezcla de intensidad y entramado de alternativas tácticas de Boston, siempre por encima de los 10 puntos de renta.

Lo de los 2×1 a Tatum, por lo menos cómo lo han hecho los Heat hasta ahora, ha quedado caduco. En este equipo en el que cualquiera te machaca desde lejos -41% con un 16/39-, la opción de jugar el ‘pick and pop’ -con el bloqueador abriéndose al lado para tirar de tres-, ya fue lo suficientemente disuasiva para que Miami desistiera de esos 2×1 tras bloqueo directo de Boston. Pero al ‘0’, con su derroche de fuerza y su potente zancada y primer paso, le trajo sin cuidado que le saliera Cody Zeller a su paso en el 2×1 o Kevin Love. Si es que no encontraba la asistencia.

Los datos de los Celtics en los tres primeros partidos Vs los de los dos últimos contra los Heat

SofaScore

Va del propio Tatum y de que también los Celtics encadenen esfuerzos para preparar el terreno al alero, que podía acabar de abrir la puerta al aro con el jugador bajo el aro cortando, disfrutando también la estrella de Boston ante la zona 2-3 como solución desesperada que probaron los Heat: acumulación en un lado y luego llevar la circulación al centro para que el ‘0’ penetrara como cuchillo en mantequilla. Si encima entra en carrera, ahí la selección natural con su combinación de rapidez y tamaño hace el resto.

Los Celtics fueron siempre agresivos atacando el aro y desde ahí, su armónico conjunto de movimientos penetrando y abriendo amasaron impetuosas entradas a canasta para obtener triples liberados, obtenidos también en transición y desde el rebote ofensivo.

La simple amenaza exterior de Boston abrió por sí sola una zona más dividida, siendo también los dos extremos de la segunda línea una fácil vía de entrada. La vuelta de Love a la pista dejó un detalle que le protegía a la vez que desajustaba la zona: con tal de no verse involucrado en la defensa del pick and roll ante Tatum, era el defensor más cercano el que salía con el bloqueador.

Pero no menos es la preocupación en el otro lado del parqué para Miami, más limitado su ataque todavía sin Gabe Vincent, baja por un esguince de tobillo. Más allá de este imprevisto, los Celtics han dado con la tecla de asfixiar a Butler y Adebayo -14 y 16 puntos- y todo lo que generan a su alrededor.

Defender el pick and roll con Jimmy ‘Buckets’ ha resultado ser el antídoto ideal, alimentar la confianza de Al Horford y Robert Williams III para quedarse con la marca de la estrella de los Heat, muy plácido en los tres primeros encuentros con la defensa hundida de los grandes de los Celtics, dos de los grandes más dotados de la liga para enfrentarse a un 1×1 en el perímetro, colocando incluso ‘Time Lord’ un tapón antológico.

Asignar a Tatum la defensa de Butler es una solución de garantías, capaz el ‘0’ de defenderle con metros por detrás pero también de quedarse con Adebayo dentro tras el cambio. No obstante, fue un día también en el que se lució en defensa Derrick White, ‘elegido’ por Jimmy Butler como su ‘matchup’ favorito pero ganándole esta vez la partida también en aclarados sin ayuda, dispuestos los Celtics a conceder al alero ese duelo buscado incluso con dobles bloqueos por parte de los Heat. En la variación de defensores sobre Butler -también le defendió a ratos Brown-, residió también el éxito para contenerle. 

En otro de los cambios clave, Boston también ha anulado el impacto de Bam Adebayo como asistente desde la cabecera, neutralizando tanto las puertas atrás como los mano a mano, suspendiendo el pívot en la dirección anoche con 3 pases de canasta y hasta 6 pérdidas, la mayor parte de las 16 que sufrieron unos Heat que entregaron más de 30 tantos en transición.

Ni el banquillo revitalizó a Miami pese a los 18 tantos de Duncan Robinson, los 14 de Caleb Martin y los 15 del poco habitual Haywood Highsmith, un hallazgo de gran interés para Spoelstra entre el tobillo de Vincent y la incertidumbre de la vuelta de Tyler Herro, quien ya tira y entrena.

“En los dos últimos partidos no hemos sido quiénes somos”, lamentó Jimmy Butler con el pesar de quien parece estar sufriendo ahora la crisis existencial de identidad que tanto angustió a unos Celtics que ya son más que brotes verdes. Han vuelto para cultivar la historia con una jamás contada.

BOSTON CELTICS

11097

MIAMI HEAT

Boston Celtics: Tatum (21), Brown (21), Al Horford (6), White (24), Smart (23).
​Banquillo: Grant Williams (6), Robert Williams III (6), Brogdon, Pritchard, Hauser (3), Kornet, Champagnie. 

Miami Heat: Butler (14), Love (6), Adebayo (16), Lowry (5), Strus (3). 
​Banquillo: Highsmith (15), Martin (14), Robinson (18), Zeller (4), Jovic, Yurtseven (2). 

Parciales: 35-20/26-24/29-28/20-25
​Árbitros: Scott Foster, Eric Lewis, Brent Barnaky, Aaron Smith.

Incidencias: quinto partido de las Finales de Conferencia Este disputado en el TD Garden de Boston ante 18.847 espectadores. Los Heat ganan ahora en la serie y el Game 6 tendrá lugar en Miami en la madrugada de este sábado al domingo (02:30, hora peninsular). 

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