Los Boston Celtics viajarán por fin a las Finales de la NBA después de haberse quedado a las puertas de las mismas en cuatro de las últimas seis temporadas. El conjunto de Massachusetts luchará por su decimoctavo y anhelado anillo contra los Golden State Warriors a partir del jueves después de una larga travesía de más de una década sin pisar el gran escenario de la liga. Para lograrlo, mantuvieron la cabeza fría y cumplieron a rajatabla con su labor en un intenso y complicado duelo físico y defensivo contra los Miami Heat, que a pesar de jugar un mal partido tuvieron en las manos de Jimmy Butler, a 16 segundos del final, el triple de la victoria.
Los Celtics, que tomaron una ventaja de hasta 17 puntos en el primer cuarto, siempre lideraron y supieron aguantar los numerosos arreones locales, incluido el 11-2 de parcial en los tres minutos finales. Pudieron celebrar entonces, por todo lo alto, el 96-100 definitivo, un resultado que agranda todavía más su mito en los séptimos partidos de la liga. Con un balance de 26 victorias y tan solo 9 derrotas, ninguna franquicia ha disputado o ganado la prestigiosa cita tantas veces.
El tiro errado de Butler, que lo dejó todo sobre la cancha disputando los 48 minutos y sumando 35 puntos y 9 rebotes en su despedida de la temporada, selló el adiós a una excelente campaña para Miami. Un parcial de 11-0 tras ir a remolque durante todo el choque permitió a los Heat soñar con el milagro. Marcus Smart, autor de 24 puntos y clave en la segunda parte, reventó el sueño a 11 segundos convirtiendo dos tiros libres que pusieron dos posesiones de por medio y dictaron sentencia en unas Finales de la Conferencia Este de infarto. En 2020, un recuerdo todavía fresco, ambos equipos se enfrentaron en la burbuja y fueron los Heat quienes se llevaron el gato al agua. La de anoche fue también una venganza tras ese trompazo en el complejo de Walt Disney.
En esta ocasión, y al contrario que en el sexto asalto, Jayson Tatum, a la postre MVP de la eliminatoria, sí que apareció en los momentos decisivos. El alero, con 26 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias, además de un robo y 2 tapones, lució una muñequera con los colores de los Lakers y el 24 de Kobe Bryant, su inspiración para el partido. “Él significa mucho para mí. Quería mostrar mi aprecio en el partido más grande de mi trayectoria hasta el momento”, comentó el jugadorazo de 24 años, que también recordó el largo recorrido de los Celtics en su regreso a las Finales.
“Es un gran honor, es la cuarta vez que el grupo llegaba aquí, la tercera para mí. Hemos salido del paso, y muchos no daban un duro por nosotros” valoró Tatum. “Estoy orgulloso. Hemos tomado el camino difícil, pero ha funcionado”. En enero, Boston presentaba un balance de 18 victorias y 21 derrotas, pero el cambio de año provocó también un cambio de actitud y una mejora notable en su juego que les permitió convertirse en el equipo de referencia en 2022, con especial énfasis en la defensa.
“A veces nos complicamos demasiado, y odio eso de nosotros, pero hemos cumplido con el trabajo”, afirmó un Jaylen Brown igual de decisivo para Boston en el séptimo. Con 24 tantos, 6 rebotes y 6 asistencias acompañó a Tatum y Smart en los momentos más peliagudos de un encuentro extraño. Los Celtics dominaron de pe a pa, pero los Heat siempre encontraron la manera de mantenerse a tiro.
Ambos conjuntos hicieron la goma y fueron intercambiando golpes, aunque los locales pagaron muy caro su mal arranque. Las diferencias fueron en general superiores a los dobles dígitos. Con un 11-2 de parcial, el mismo que después resultaría definitivo, los Heat lograron situar el 49-55 al descanso para mantenerse confiados en la remontada. 35 de sus 49 tantos fueron para Butler y Bam Adebayo (25 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias), demasiado abandonados por el resto de compañeros.
La segunda mitad mantuvo la tónica de la primera, con buenas salidas visitantes a la contra (13-20) y una diferencia abismal en el triple (6-11). No fue hasta los tres últimos minutos de su temporada que los Heat reaccionaron con verdadera urgencia.
Kyle Lowry (15 puntos), más pesado que otra cosa, logró poner el 87-98 y luego empezó a creer cuando Max Strus (8 puntos) se vino arriba y machacó el aro tras un espectacular rebote en ataque. El triplista se cargó de confianza y, tras varios fallos de Oladipo y Smart y otra canasta y varias acciones de mérito en defensa de Lowry, encendió las gradas con un triplazo a 46 segundos del bocinazo final.
Boston se complicó las cosas todavía más fallando la siguiente posesión y dándole a los Heat el balón para ganar. Los Celtics no anotaron ni una canasta en juego dentro de los tres minutos finales. Butler, un jugador que precisamente no ha hecho fortuna por tirar bien de tres, quiso jugar a ser el héroe a todo o nada y no encontró el acierto que en el anterior asalto llevó en volandas a Miami.
Nadie le achacó nada al tipo que, con 47 puntazos, les había permitido soñar con viajar a las Finales de la NBA, algo que ya logró en 2020 en la burbuja Disney. El honor, en 2022, recaerá en unos Celtics que hicieron lo que mejor saben, defender a toda costa, para volver a disputar una eliminatoria por el título 12 años después de su última aparición, una derrota contra los Lakers de Kobe y Pau Gasol en el séptimo partido de las Finales de 2010.
Heat (96): Tucker (0), Butler (35), Adebayo (25), Lowry (15), Strus (8).
Banquillo: Vincent (4), Herro (0), Oladipo (9).
Celtics (100): Tatum (26), Horford (5), Williams III (2), Smart (24), Brown (24).
Banquillo: G. Williams (11), White (8), Pritchard (0)
Parciales: 17-32 / 32-23 / 26-27 / 21-18
Árbitros: Scott Foster, James Capers, David Guthrie
Incidencias: Séptimo partido de las Finales de la Conferencia Este de la NBA disputado en el FTX Arena de Miami, Florida, ante 20.200 espectadores. Boston se lleva la eliminatoria por 4-3 y accede a las Finales de la NBA por primera vez en doce años.
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