Hasta aquí llegó Brooklyn. Uno de los fracasos más sonados de la historia reciente de la NBA se saldó con el triunfo de los Boston Celtics en el Barclays Center por 116 a 112, poniendo el 4-0 en una eliminatoria en la que los Nets jamás tuvieron vida. Los de Massachussets fueron claramente superiores y apean a Durant, Irving y compañía a las primeras de cambio.
La que a priori podía ser la eliminatoria más emocionante de esta primera ronda de playoff se acabó saldando con un 4-0 a favor de Boston. Los Nets pelearon cada partido pero acabó imponiéndose el gen ganador de los Celtics una y otra vez.
Si en el primer partido fue Jayson Tatum el determinante con su canasta sobre la bocina, anoche fue Al Horford el que terminó de sellar un triunfo histórico con un palmeo a falta de escasos segundos. Un triunfo para un equipo que se lo ha creído y aspira a todo.
Jayson Tatum acabó como máximo anotador de los suyos con 29 puntos pese a que fue expulsado a pocos minutos del final y no pudo disfrutar en pista del desenlace del encuentro. Sí que lo hizo Marcus Smart, con una nueva exhibición de 20 tantos y 11 asistencias al timón del equipo.
Ime Udoka no se la jugó y mantuvo los mimbres que le habían hecho llegar hasta aquí, con el mismo esquema de juego y sin forzar a Robert Williams III que había vuelto de su lesión en el tercer encuentro de la serie.
En los Nets vimos al mejor Durant de toda la serie, o al menos al más entregado a la causa. Por desgracia, coincidió con el Kyrie Irving más apático. Sin las dos estrellas a pleno rendimiento era difícil que Brooklyn pudiera salvar los muebles.
Lo intentaron, pese a todo, hasta el final. Tanto que los Nets tuvieron opciones de sobrevivir hasta el último instante, cuando un tiro libre fallado de Durant y el posterior contraataque de los Celtics terminó por sellar su suerte en estos playoffs.
De un posible 111-110 los Nets pasaron al 113-109 que les dejaba prácticamente sin opciones. A partir de ahí se encomendaron a la lotería de las faltas y los tiros libres, con un triple a la desesperada de Durant de por medio que entró pero no sirvió de nada.
Irving, desaparecido en combate, apenas aportó en el tramo final. Disputó 45 minutos, con apenas tres de descanso en todo el partido. Dos más que él jugó Durant, que terminó con 39 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias su último encuentro de la temporada.
Dos futuros muy distintos les esperan ahora a estos equipos. Boston se confirma como un candidato a todo, esperando ya a su próximo rival en segunda ronda y metiendo el miedo en el cuerpo al resto de equipos de la Conferencia Este.
Para los Nets es el momento de la reflexión, la autocrítica y de pensar en los cambios necesarios de cara a una temporada que viene que será determinante en la suerte que corra este proyecto deportivo.